Turner, difuminar para enfocar, borrar para precisar.

Maria Pichot
Sitio Leedor
Published in
6 min readJul 19, 2024
Norham Castle Sunrise c. 1845

Descripto como el padre del arte moderno, J.M.W. Turner (1775–1851) logró impactar con sus pinceladas únicas y el uso del color dando cuenta de un mundo antes jamás registrado. Se convirtió así, en uno de los grandes pintores ingleses, famoso por sus dorados paisajes y enfurecidos mares.

El Nufragio. Oleo ehibido en 1805

El mar fue sin duda, sujeto de sus desvelos artísticos, lo pintó con frecuencia y cada vez con mayor arrojo. A través de él, nos quiso mostrar el poder y la volatilidad de la naturaleza como si estuviéramos en el centro mismo de la escena, barridos por las fuerzas vivas de vientos y de olas incontrolables, donde las batalles entre mar y sujeto traían por medio del arte una cierta dimensión del terror como efecto de esas fuerzas, vinieran de la naturaleza, del ser humano, del imperio o de industrialización…

¿Por qué será que la obra de Turner nos fascina?

Tormenta de Nieve — Nave a vapor saliendo de Habour´s Mouth, exhibido en 1842

En su tiempo, ya sus muestras convocaban multitudes…Desde sus pinturas, habló de fragilidad, fallas y errores en tremendos desastres. Sugestivas reflexiones sobre los riesgos y límites de la ambición humana. Sabía provocar reflexión y sensación con sus habilidades y técnicas que le permitían terminar una obra de arte momentos antes de una inauguración y ante el público espectador. Un verdadero showman.

Tormenta de Nieve. Aníbal y su ejército cruce de los Alpes. c. 1812

En sus obras, los colores se funden unos con otros, sin líneas ni bordes, Turner empleó delgadas capas de óleo a la manera de la acuarela para crear efectos de difusión de la luz. Sin embargo, en medio de las vaporosas capas de pintura en rojos y amarillos en paisajes tan sugestivos como borrosos, algo podría estar afectando la visión de este pintor renovador y creativo.

La destrucción de Sodoma — c. 1812

Durante la segunda mitad del S.XIX, los avances de la medicina oftalmológica fueron notables en torno a un nuevo instrumento, el oftalmoscopio, el que comenzó a estructurar la especialidad. Por aquel entonces, fue el oftalmólogo Richard Liebreich (1830–1917) quien el 1872 pronunció una conferencia en la que se refirió a las alteraciones de la visión y la pintura, (…) en relación a los efectos de la opacificación progresiva del cristalino en las pinturas de Joseph Mallord W. Turner en su artículo publicado con el título “On the effect of certain faults of Vision on Painting” citando sus trabajos. [1]

Velero aproximándose a la costa. c. 1840

Si bien sus pinturas difuminadas, borrosas, parecían abstractas por “imprecisas”, no lo eran. Enraizadas en temas significativos para Turner, destacaban ante la sociedad británica aquello que importaba en Inglaterra. Al borrar la visión de la imagen con capas de pintura, supo hacer agudo foco temático afectando al espectador sobre un tema tendiente al informe documental. Desde sus bocetos hasta sus obras, tanto en escenas urbanas, como industriales y marítimas, incluyó registros de maquinaria, tecnología y trabajadores, como un espectáculo sublime, que encendía su imaginación … sin excluir la hipótesis médica.

Dido y Eneas — 1814

Claramente, con o sin opacificación, Turner supo dar testimonio de ese vapor que diluía la imagen en movimiento de las maquinarias del siglo 18 y del transporte del siglo 19, vapor, referente del progreso y avance en el mundo. En tales representaciones su exploración del color fue incomparable, aventurándose más allá de sus contemporáneos y forjando un nuevo lenguaje representativo, como podemos apreciar en sus herederos, impresionistas y contemporáneos.

Barco ballenero atascado en hielo, tratando de liberarse. . C. 1846

Su “hacer foco” incluyó su compromiso político. Tuvo diferentes y poderosos mecenas. Con el correr del tiempo Turner evolucionó hacia un progresismo más avanzado, como se puede apreciar en sus trabajos sobre la reforma del parlamento, la tolerancia religiosa, la libertad de expresión o la abolición de la esclavitud (una parte importante en la economía del país, de donde provenía la fortuna de muchos de sus mecenas). Con el tiempo se convirtió en abolicionista y contrario a la represión social. Sin embargo, y en cuanto a lo personal, tuvo dos hijas de las cuales, nunca se ocupó.

Palacio y Puente de Calígula c. 1831 y Rgulus, 1828, re visado 1837

Su testimonio pictórico, también se enriqueció con narraciones de marinos sobre peripecias en batallas y tormentas marinas. En Italia, en cambio, encontró inspiración en los paisajes y en su historia.

La luz mediterránea estimuló la brillantez de los colores más que la temática de la obra. Turner siempre encontró la manera de conectar con el romántico concepto de lo sublime, una mezcla de miedo y exaltación que destacaba la fragilidad humana ante el poder de la naturaleza y de las máquinas.

Cueva de la Reina Maab, c 1846 a la izq. detalle de la obra.

No sólo fue el pintor de tiempos modernos, también del pensamiento moderno porque en su vida atravesó una etapa intensamente literaria, sus poemas, ilustraciones en libros, colaboraciones con poetas, escritores y editores, reflejaron sus intereses actuales, reconociendo en la poesía y la pintura, artes complementarias. Como ilustrador, la reflexión y meditación primaban a la hora de representar una visualización. Descartaba las divisiones artificiosas del campo visual, dando más cabida a los efectos de luz y atmosfera, en consonancia con el concepto científico de que la visión da forma a nuestra experiencia. Así es que Turner logra ese abordaje diferente en su pintura que dio lugar a una transformación en práctica y estilo.

Sunrise, A castle on a Bay, 1840 — Sunrise, with a Boat between Headlands, 1840 — A> River seen from a Hill 1840- Amaneceres y rio, todos pertenecen a la serie de las ibras ”no terminadas” favoritas de Rothko

Desde Claude Monet, pasando por Mark Rothko y David Hockney para llegar a Tracy Emin, observamos que son muchos los artistas inspirados en Turner, cada generación trayendo algo nuevo en su obra. En esta oportunidad, en la misma sala de los trabajos no terminados por Turner, Tate incluye una obra de Mark Rothko (1903–1970) -nacido en Daugavpils, Latvia vivió en Oregón y New York, E.U., junto a las de Turner.

Mark Rothko. S/T c. 1950

En 1966 Rothko ironizó: “Este hombre, Turner, aprendió mucho de mi” sus trabajos no terminados eran los que Rothko más admiraba. Sus rectángulos de intensos colores intentaban transmitir ese tipo de emoción que logra Turner. De hecho, en 1969, Roktho donó muchas de sus pinturas a la Tate con la esperanza de estar cerca del gran Turner. Y lo logro.

Paleta de J.M.W. Turner

[1] Gracias al Dr. Omar López Mato, médico oftalmólogo, investigador, docente, escritor y editor por su artículo https://historiahoy.com.ar/pintor-tormentas-n611 y por la historia sobre Richard Liebreich (1830–1917) http://www.historiadelamedicina.org/liebreich.html.

--

--

Maria Pichot
Sitio Leedor

Artista, trabajadora corporal, traductora, viajera. Milito contra la violencia obstétrica.