Casi muerta: una comedia negra en la competencia del FICPBA
En un gesto atípico para los festivales de cine (que, en general, privilegian los dramas sociales y los relatos íntimos), el FICPBA -que culmina mañana- presentó en su Competencia Internacional la segunda película de Fernán Mirás, Casi muerta, en donde confluyen la comedia romántica y la comedia negra con óptimos resultados.
Recientemente sumada al catálogo de HBO MAX, pudo verse en pantalla grande Casi muerta, opus dos de Fernán Mirás luego de su ópera prima El peso de la ley. De a poco, se va configurando un perfil como realizador del actor de Tango Feroz; si bien no aparece -aún- un “autor”, sí hay un hábil narrador que, en este caso, pone todas sus herramientas en función de generar empatía con la situación que debe atravesar María (Natalia Oreiro), a quien luego de un incidente cardíaco le diagnostican poco más de un mes de vida.
Adaptación de la película vasca Bypass, Casi muerta fluctúa con organicidad entre la comedia amorosa, las situaciones de enredos (cuya mejor resolución aparece en una fallida Nochebuena) y, claro, el romance, que en este caso es el que intentan resolver María y Javi (Diego Velázquez), amigos de toda la vida que nunca se habían animado a ir “más allá”. Completan el grupo de amigos Paula (Paola Barrientos) y Lucas (Ariel Staltari).
No hay que pedirle a esta película experimentación con los códigos de los géneros a los que hecha mano; hay una transposición en pantalla de una Montevideo for export (Javi vive allí, en donde está a punto de mudarse con su novia, interpretada con gracia por Julieta Urtizberea), secuencias que recuerdan a momentos vistos en sit-coms del estilo Friends y un uso de la música que pronuncia el aspecto melodramático del asunto. Pero más allá de esto, Casi muerta aprovecha el carisma de Oreiro y todo el potencial humorístico del elenco para redondear un relato sobre el sentido de la amistad, el valor de la vida frente a la inminente muerte y, claro, la posibilidad de concretar el amor cuando parece que todo está por acabar.
