Una lectura de “The Rain”: el mundo después del apocalipsis
La fascinación que ejerce lo fantástico unido a la ciencia ficción no solo es patrimonio de la literatura o del cine. Las series, que vienen copando la pantalla, se apropian también de esto y entregan productos que atrapan y que permiten varios abordajes. Este es el caso de The Rain, una serie de la televisión danesa que empezó en el 2018 y que ahora está en su tercera temporada. Podría mencionar varias cuestiones por las que me gusta mucho, pero el cruce con el Frankenstein de Mary Shelley la hace más interesante y permite una lectura más profunda.
Simone y Rasmus son dos sobrevivientes de una lluvia que mató a gran cantidad de habitantes de Escandinavia, pero que, además, dejó como resultado un mundo posapocalíptico en el que la premisa es salvarse como sea. Es cierto que el tema puede resultar trillado y desde nuestro 2020 pandémico puede leerse hasta con fastidio. Sin embargo, la serie presenta algunos dilemas morales sobre los que nunca está de más reflexionar: el destino individual y el colectivo, y la lucha entre el Bien y el Mal (así con mayúsculas), en un cruce con otros temas que no podían faltar como el amor, la fuerza de los vínculos y la amistad.
En la tercera temporada, es notoria la intertextualidad con la novela de Mary Shelley. Rasmus es inmune al virus a raíz de un experimento que comanda Sten, el dueño de Apollon, un laboratorio que no duda en tomar a los seres humanos como conejillos de indias. En la novela de la escritora inglesa, que tiene una génesis por demás interesante, Victor Frankenstein da vida a un monstruo que, rechazado por todos, se venga transformándose en un asesino. Sin querer adelantarnos a lo que sucede en The Rain, Rasmus tiene mucho del protagonista de este gran clásico: ambos nos hacen preguntarnos quién merece salvarse o no, quién decide la salvación del otro, quién es el culpable frente determinado hecho, qué pasa cuando el dolor sobreviene más allá de las supuestas buenas intenciones.
No olvidemos que la novela de Mary Shelley, además, aborda otros temas como la desobediencia, la soledad, la necesidad que tenemos todos y todas de amar y ser amados. Frankenstein quiere una compañera y Rasmus consigue la suya, pero ¿y después?, ¿cómo se construye el amor desde el dolor de los demás?
Son interesantes también los capítulos del texto en los que el monstruo aprende el lenguaje de los hombres y mujeres, y son conmovedores aquellos en los que vive el rechazo de los otros y las otras. La vida en sociedad moldea nuestro carácter, influye en lo que somos porque somos seres sociales. Rasmus y su hermana emergen de un búnker después de seis años de estar encerrados y ahí empieza su socialización, en especial la de él que se siente distinto del resto. Cada paso que dan ambos y cada encuentro con los sobrevivientes los hace crecer y entender que nuestro destino está ligado siempre al del resto de las personas.
Recomiendo mucho esta serie por su historia, por la fotografía y los paisajes, pero también por todo lo que nos deja resonando cuando termina cada capítulo.
The Rain puede verse por Netflix
