Voluntad imperial, arte decorativo y alta tecnología.

Jeff Koons, el artista y su icono grafía

(Entrevista realizada por Susan Sollins para Art 21 en febrero de 2009[1])

Para Jeff Koons, su relación con el arte no solo evoluciona, cambia día a día y su significado, también. De joven, “…el arte era como un vehículo que me transportaba al centro de mí mismo. Mi hermana, tres años mayor, parecía superarme en todo, me resultaba inalcanzable hasta que comencé a hacer mis primeros dibujos que mis padres aplaudieron, ahí sentí que podía ser como ella. A partir de ese momento tenía un lugar, tenía un ser, pero todavía no sabía cuanto poder el arte podía tener. Comencé a aceptarme a mí mismo y quise ir más lejos, de lo interno a lo externo, de un arte subjetivo a uno objetivo, en un viaje compartido con otros.”

Cuando visitó por primera vez el Museo de Baltimore, con la escuela, reconoció su pequeñez, no sabía quién era Braque, ni Manet. Nada sabía. Aunque conocía a Dalí, Warhol y quizás, Rauschenberg y Michelangelo, pero…de historia del arte, ni idea. Hambriento de conocimientos quería transformar su vida…para él, el arte posee la habilidad no solo de abarcar el mundo entero, las disciplinas también y unirlo todo.

De su icono grafía reconoce ciertos temas como recurrentes. Flores, imágenes sensuales, temas con los que elige trabajar. “Depende de cuan abierto se esté a la vida y a sus aspectos espirituales,” dice. “Muchas cosas entran en juego, agrega. Las latas de sopa de Warhol o al urinal de Duchamp, son gritos en la comunicación, no tienen que ver con lo que está ahí, con lo que vemos en esas obras. Para Koons estos objetos son metafóricos. No se trata de aceptarlos como desde un modo cultural superior. Se trata de aceptar al otro. J.K. considera que el público espera del arte, un gesto”. Y cuando Koons dice “gesto” se refiere a una forma que expresa el deseo de vivir la vida al máximo, dentro del sistema vital que nos contiene. ¿Qué es estar vivo? se pregunta, ¿Cuál es mi potencial? Estas preguntas están ahí, sea que vemos un ballet, escuchamos un concierto u observamos la obra de un artista visual. Queremos un gesto, que el artista te muestre hasta donde puede llegar y la libertad que eso significa.

Para Koons el trabajo del artista es realizar un gesto que le muestra a la gente cual es el potencial que tienen. No se trata del objeto, ni de la imagen: se trata del espectador. Ahí es donde el arte sucede. Los objetos no tienen ningún valor. Lo que pasa dentro del espectador es lo que tiene valor.

Se le pregunta al artista si ahí reside su motivación a lo que él responde que desde niño ha sido auto suficiente y confiado en sí, mismo, ha disfrutado del encuentro con los otros, como cuando vendía chocolatines que él mismo envolvía… y del entusiasmo de no saber quién abriría la puerta, que habría en el interior de esa vivienda o qué estarían cocinando en el horno. Se trata de zambullirse en el momento y comenzar a comunicarse, que suceda aquella interacción que pueda ser significativa para ambos.

En 1986 trabajó por primera vez sobre una imagen de Luis XIV, un busto que empleó como símbolo de lo que sucede cuando el arte se encuentra bajo el poder de un monarca y se vuelve decorativo en función del ego de ese monarca…con quien Koons se identificó, asumiendo esa responsabilidad….

La enorme escultura Puppy (“Perrito” de 1991) fue realizada con 60.000 flores, concebida pensando que ¡ese era el tipo de trabajo con el que Luis XIV habría fantaseado! Para Koons el rey Sol podría haberse despertado una mañana y mirando hacia sus jardines decirse:

- ¿qué deseo hoy?

- me gustaría un perrito de flores… ¡pues que se haga, lo quiero para la tarde!

- y esa misma tarde listo estaba el perrito… ¡voila!

“Split Rocker” el caballito hamaca también realizado con plantas vivas, data del año 2000. El artista pasó una temporada de 3 semanas en Versalles trabajando con un equipo de jardineros en esa obra. Su resolución fue absolutamente matemática, se basa en un patrón de colores y el despliegue de la obra fue muy a la manera de los jardines de Versalles, teatral.

Para Koons sus obras son espectáculo, show. Extrovertidas, justo para los espaciosos salones y jardines de Versalles con la interacción de la corte en el pasado. Tengamos en cuenta que el ambiente se adecuaba a la “magnificencia” de las figuras monárquicas de su tiempo, si los reyes entraban a los jardines, las fuentes comenzaban a manar y cerraban sus grifos cuando ellos dejaban el área. O tal vez las flores de un sector eran rojas un día, y al día siguiente azules. Los jardineros trabajaban todo una noche para el lucimiento de los jardines dedicados a la presencia del rey.

Para esta muestra en la que se mostraron diferentes obras la tecnología asistió mostrando exactamente como quedaría cada cosa en determinado lugar, pero el artista tuvo una idea que inquieto a los organizadores. Decidió erigirse un busto de sí mismo y colocarlo sobre un pedestal de Bernini ubicándolo justamente entre el busto de Luis XIV y el de Luis XVI. Era la manera de significar su presencia y de ser aceptado en la posición requerida. El artista jugaba el juego de los reyes.

Algunas obras entraron a los salones, “Langosta” (2003) colgaba en el centro del salón de Mars cual performer y también como un ser quemado en la hoguera ahí frente a todos…. Bueno ese puede ser el destino inevitable de ser tan mirado.

Las Obras Jeff and Ilona y Self Portrait (autoretrato) refieren al barroco y muestran una vida de valores burgueses, una pareja besándose, muy romántico, lo que para el artista venía de un lugar propio y profundo.

Se le pregunta a Jeff Koons si hay alguna noción perpetuada acerca de su trabajo que él desearía corregir. Y su respuesta es negativa, se manifiesta complacido con su obra. Siempre que tuvo la oportunidad, destacó que el arte debe dar cuenta de lo importante que es para el artista.

Jeff Koons admite que para algunos, su trabajo es sólo acerca del dinero. Para el, su trabajo implica dinero pero es acerca del deseo, el significado de estar vivo y la lucha por la vida. Pero no se trata de realizar algo que se venda por dinero. “La gente piensa que tengo una fabrica que escupe obras”. Si, tengo mucha gente conmigo y una responsabilidad moral cada vez que realizo una obra y le pongo el cien por ciento, me importa el espectador. No es raro hoy que los artistas tengan estudios enormes. “Si deseas hacer más de una obra por año para diferentes públicos y en distintos lugares tendrás que tener colaboradores que te permitan hacer la obra y seguir investigando”.

Jeff Koons reconoce que le gusta trabajar con gente, no quiere estar solo en una habitación, ama la idea de una familia y eso es lo que tiene en su estudio. Una comunidad. Así se define.

(1) Art 21 es una organización que desde el año 2000 produce films que documentan los trabajos, los procesos creativos y las voces de destacados artistas visuales contemporáneos.