5 claves para estudiar a distancia y no morir en el intento (1ª parte)

Conoce las estrategias de autorregulación que debes enseñar a tus estudiantes para mejorar sus resultados académicos.

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4 min readFeb 28, 2022

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Ilustración de un escritorio con un ordenador, libros, agenda y diversos utensilios para estudiar.

Qué difícil resultó para muchas alumnas y alumnos, en marzo de 2020, abandonar las aulas y empezar a organizarse en el estudio por sí mismos. Perdieron la seguridad que les daba tener al lado a sus profesoras y profesores, compañeras y compañeros, a los que ya sólo podían ver detrás de la pantalla. Quienes no sabían organizarse en el estudio de manera autónoma, no tuvieron más remedio que aprender a toda velocidad.

La necesidad de la autorregulación

Y es que estudiar en el colegio les resulta más fácil: el horario de clase es el que es, y cada cual sabe qué es lo que tiene que hacer en cada momento. Pero en casa les cuesta más. Muchas veces no tienen a nadie cerca que les va indicando qué tienen que hacer a cada rato y les vaya marcando las reglas del juego. Las personas adultas con las que viven (madre, padre, tío, abuela) no siempre pueden marcarles esas reglas y hacer de árbitros para vigilar que se cumplen.

Por eso es importante que aprendan a organizarse y controlarse de forma autónoma. En los dos próximos artículos te proponemos trabajar con tu alumnado los cinco elementos principales de la autorregulación que, según las evidencias en investigación, les ayudan a mejorar en su rendimiento académico: la confianza en sus capacidades personales, la orientación de la voluntad para alcanzar los objetivos, la gestión del tiempo, la organización del lugar de estudio y la capacidad de pedir ayuda.

1. Confianza en las capacidades personales

Cuando empezamos una tarea (resolver un problema, hacer un trabajo, estudiar para un examen), lo primero que suele rondar por nuestra cabeza es si nos sentimos capaces o no de realizarla con éxito, aunque sea con esfuerzo. A esto lo llamamos “autoeficacia”, la confianza personal en nuestras propias capacidades, y es uno de los elementos principales que nos dan motivación para realizar la tarea.

En el estudio a distancia, además, se utilizan recursos tecnológicos: el ordenador, la tablet o el móvil, diferentes aplicaciones o plataformas, etc. Y la motivación también se ve influida por la confianza a la hora de saber manejarse bien con la tecnología.

Esta autoeficacia es uno de los primeros elementos que suelen predecir el éxito en el estudio: las personas que sienten que con esfuerzo son capaces de realizar la tarea suelen tener más probabilidad de finalizarla con éxito. Por eso es importante enseñar a cómo enfrentarse al estudio respondiendo de manera realista a estas preguntas:

- ¿Me siento capaz de realizar esta tarea con esfuerzo?
- ¿Me siento capaz de utilizar bien la tecnología?

Si en alguna de las dos preguntas la respuesta es negativa, será necesario que aprendan a pedir ayuda, como veremos en el próximo artículo.

2. Orientar la voluntad para cumplir los objetivos

La motivación en el estudio también esta relacionada con los objetivos marcados. En el estudio es importante saber dónde se quiere llegar y querer alcanzar con éxito esos objetivos.

La motivación para alcanzarlos puede ser intrínseca (“quiero aprender porque disfruto con ello”) o extrínseca (“quiero aprobar, y para ello tengo que aprender”). Sea cual sea, lo importante es que cada estudiante se pregunte:

- ¿Qué objetivo persigue la tarea?
- ¿Quiero tener éxito en esta tarea?

Durante el proceso de estudio, es posible que la motivación varíe mucho dependiendo del nivel de cansancio y de situaciones ajenas, positivas o negativas, que ponen al aprendizaje en un segundo plano. Por eso es importante mientras se está estudiando frenar de vez en cuando y preguntarse:

- ¿Tiene mi trabajo la calidad que me había propuesto?
- ¿Necesito gestionar descansos?
- ¿Sé cómo gestionar las situaciones externas que condicionan mi trabajo?
- ¿Qué debo mantener y qué debo cambiar para mejorar mi trabajo?”

En el siguiente artículo desarrollaremos las otras tres claves de una buena autorregulación: la gestión del tiempo, la gestión del entorno de estudio, y la capacidad de pedir ayuda.

Referencias bibliográficas:

  • Lynch, R. y Dembo, M. (2004). La relación entre la autorregulación y el aprendizaje en línea en un contexto de aprendizaje mixto. Revista internacional de investigación en aprendizaje abierto y distribuido , 5(2), 1–16. https://doi.org/10.19173/irrodl.v5i2.189
  • Sharma, S.; Dick, G.; Chin, W. and Land, L. (2007):”Autorregulación y E-Learning. Actas de ECIS 2007. 45 . http://aisel.aisnet.org/ecis2007/45

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