Sprint Survivor: ¿Cómo sobrevivir a la falta de tiempo?
En el desarrollo de un producto, existen múltiples personas que participan en el proceso de creación de una aplicación. Desde quienes realizan el código más puro, hasta quienes gestionan nuestro trabajo con tal de satisfacer las necesidades de nuestros clientes.
Y si bien todo suena correcto hasta ese punto, cumplimos las metas y tenemos a nuestro público agradecido, ¿Quién libra al diseñador, programador o gestor de sí mismo? ¿Del estrés? ¿De sus preocupaciones frente a las metas que debe cumplir?
Pues la respuesta, si bien también depende de múltiples factores, es determinar pequeñas cosas que hagan de un trabajo exigente, más agradable. Por eso, hablemos del factor que aterra a principiantes y expertos por igual: el tiempo.
Volviendo al tiempo tu aliado
El secreto se encuentra en ser un estratega del tiempo. Saber en qué ocuparlo con antelación, pero siempre con flexibilidad. Si bien esto es factible de lograr con avanzadas técnicas de organización, no es recomendable comenzar con métodos que puedan resultar complejos. Por esto, hay que recordar el factor simple: Usa una técnica que no te agobie y, quizás lo más importante, que se adapte a ti (y no tú a ella).
Entre muchas de las técnicas de productividad, existe una que destaca entre muchas por cumplir con esas características: La técnica Pomodoro.
(Re)Introduciendo la técnica Pomodoro
La técnica Pomodoro, a pesar de su complejidad aparente, es simple:
- Trabaja.
- Descansa un poco y continúa trabajando.
- Descansa un tiempo más largo al terminar tu quinto período de trabajo.
- Habrás finalizado tu primer Primer Pomodoro, tiempo de comenzar de nuevo con el siguiente.
La parte más importante es determinar el tiempo dedicado al trabajo y al descanso. Lo recomendable es entregar al menos 20 minutos a la labor realizada, porque corresponde al periodo de atención que un adulto puede soportar. Sin embargo, esta técnica puede y debe adaptarse a las necesidades de cada quien. Es fundamental respetar el tiempo de atención personal al trabajo.
At ease, soldier!
Un descanso necesario conlleva a un trabajo más prolijo y a una actitud positiva frente a los desafíos.
Otro beneficio considerable de esta técnica y, algo que generalmente los que trabajan con tecnologías olvidan, son los descansos.
Si bien uno tiende a confundir el descanso con un periodo de inactividad, que puede generar presión o estrés pensando que retrasa el trabajo realizado, es lo contrario.
Y esto puede probarse por dos puntos importantes:
- El descanso calma y recarga el cerebro, optimizando los recursos para la siguiente tarea.
- Evita el estrés y/o la ansiedad generados por un trabajo continuo, lo que conlleva a un mejor trabajo y a una actitud positiva frente a los desafíos.
Lo recomendable es un descanso corto de 4 minutos y uno largo de 15, que son proporcionales a un tiempo de trabajo de 20 minutos.
Las actividades a realizar en estos periodos pueden ser variadas, pero lo único obligatorio es que deben causar satisfacción y tener la capacidad de reanimar, de forma que uno llegue recargado a la siguiente parte del trabajo.
Los descansos, aunque cortos, deben ser estrictos, donde el foco de la atención sea distinto al del trabajo, de la misma forma en que las mejores ideas salen de un paseo o una ducha.
Puntos finales a considerar
- Es mejor tener una técnica que no tener ninguna. Si no te gusta Pomodoro, prueba con otra. El mundo de la productividad no tiene por qué ser tedioso o forzado, por lo que se debe buscar la que genere más ganas de seguir trabajando.
- Utiliza aplicaciones simples que sean cómodas e intuitivas, para llevar tus tiempos de trabajo y descanso. Por ejemplo Be Focused para macOS y iOS, Focus10 para Windows 10, Gnome Pomodoro para Ubuntu y Pomicro para Android.
Si bien, no existe un método de productividad perfecto, el uso de cualquiera de ellos puede mejorar tu calidad de vida y por consiguiente, el resultado de tu labor.