Neryz Hernández
Letras del alma
Published in
2 min readJan 12, 2021

Vienes a robarme el pensamiento, te adentras y haces de mi mente tu hogar.

Inundas con tu luz los lúgubres rincones de mi ser, te apoderas de ellos y los haces tuyos.

Creas un ambiente de paz, lleno de armonía con tu sonrisa sonora, esa con cierta picardía pero con la suficiente inocencia para ser amada.

Te puedo escribir mil poemas y dejar en pocos renglones lo que tú y solo tu esencia me provocan.

Otorgarme el simple placer de tomar tu mano, oler tu aroma y naufragar en tu mirada.

Ruego para que esto no sea solo un vago sueño, un efímero momento.

De ser así, ansío el descanso eterno, para seguir con tu presencia, para amarte eternamente.

Aquí me tienes, amor, con las ganas e ilusiones de un infante, con la fe de un creyente, con las intenciones más sensatas.

Nunca creí encontrar alma más pura, un alma que no fuera gemela, sino una con la que pudiera mostrarme tal cuál y me eligiera entre tantas.

Inefable el sentimiento que me embarga al saberte mío, que a pesar de la distancia nos sentimos. Conectamos tan genuinamente, nuestra esencia se hizo una.

Entre estas letras se encuentra quién más amo, el causante de mi placer fortuito, de mis esperanzas retornadas, a quién llamo compañero, a quien le pertenecen estos versos.

Logrando lo que nunca creí cumplir; amar con madurez, de corazón, creando un cariño puro, algo que en sueños vislumbré, ahora lo estoy viviendo, y no sabes lo bendecida que me siento.

Infinitas gracias te doy, por aparecer en tan oportuno momento, quédate un instante, quédate una vida, de mi parte yo te ofrezco una grata estancia, una fiel compañía y mi vehemente amor. Te amo.

--

--