PERDÓN (ARTE)
PERDONAR (TE)
El arte del perdón.
Si, tal vez perdonar sea un arte, un proceso mediante el cual transformamos un hecho que nos dolió en una suerte de bálsamo para seguir adelante.
A veces perdonar es sinónimo de olvidar, de avanzar un poco más liviano y sin tanta bronca. Por momento nos olvidamos del momento en que perdonamos y todo queda oculto en algún lugar de la memoria.
Lo me cuesta entender es por qué siempre es más fácil perdonar que perdonarse. Parece una diferencia sutil, un juego de palabras, pero no lo es.
Perdonamos un sinfín de cosas que nos lastiman, que nos restringen, que nos cambian para mal, que nos hacen repensar la forma en la que vivimos y sentimos.
Perdonamos más de una mentira
Perdonamos que nos usen
Perdonamos que jueguen con nuestras palabras y sentimientos
Perdonamos malentendidos devenidos en certezas
Perdonamos incluso a aquella gente que sale de nuestras vidas en silencio, en puntas de pie, sin golpear la puerta ni dar demasiadas explicaciones.
Perdonamos que nos pongan en riesgo
Que nos corten las alas
Que nos definan y critiquen por detrás.
Perdonamos la ausencia de detalles,
La falta de mensajes,
El olvido de un cumpleaños,
Perdonamos lo grande y lo pequeño,
Lo macro y lo micro
Lo menos y lo más.
Perdonamos a los otros más de lo que nos perdonamos a nosotros mismos.
¡Y vaya si nos equivocamos!
Y tomamos decisiones incorrectas
Y creemos mentiras
Y dejamos que nos usen
Y permitimos que nos dejen sin mayores explicaciones
Que nos maltraten
Que nos subestimen
Que nos pongan excusas si olvidan un cumpleaños
Permitimos que nos dañen con las palabras
Con los silencios
Y con todo aquello que se disfraza de bueno, pero bien sabemos que no lo es.
Pero así y todo no podemos perdonarnos…
Y nos preguntamos mil veces
¿Por qué?
¿Qué habré hecho?
¿Qué omití hacer?
¿Fue mi culpa?
¿Será algo que dije?
¿Algo que hice?
¿Qué hice mal?
¿Por qué hice lo que hice?
¿En qué mierda estaba pensando?
Y resulta que nos castigamos como si fuéramos los únicos culpables de todo. ¿Y sabes que?
La mayoría de las veces no lo somos.
A veces nos dejan
Nos ignoran
Nos olvidan
Nos critican
Nos usan
Nos hacen mierda con tan solo una palabra
con un silencio
Nos subestiman
Nos mienten
Nos engañan
Por decisión y acción del otro. No hay mucho más que hacer.
Y la responsabilidad sencillamente es del otro. No sirve de nada apropiarse de la mierda que derraman los demás porque sus actitudes hablan por y de ellos. Ni más ni menos.
Es por eso que deseo
Que perdonarte sea tu arte.
Que te acuestes sabiendo que hiciste lo mejor posible
Que diste todo el amor disponible.
Que a veces no es tu culpa ni tu decisión y que nada tenes que ver con ello.
Acaríciate la cabeza y perdónate
Que mañana será otro día y te necesitas fuerte.