Carta a la luz

Francisca P
Legados Literarios
Published in
2 min readMar 6, 2024
fotografía de Francisca P

Querida luz:

Tú que iluminas, que lanzas destellos sobre mi conciencia, te dedico esta carta de pura verdad. Luz que sobrevuelas sobre este salón mío, dotando a las cosas de sentido y sujeción. Luz, puedo tocarte. Estás aquí dentro mío, no eres solo una idea abstracta, eres también el significado de mis días, pues a ti trato de llegar. En ti me quiero desplegar. A través de ti quiero hacer mi sino, mi vida. Te imagino sobre la vida de aquellos que buscan la belleza y la bondad. Te imagino sobre las extrañas sombras que desprenden las cosas y las personalidades de las gentes que habitan este planeta. Tu significancia no es solo digna de elogio, es también digna de ser agradecida, ya que a través de lo que nos ofreces podemos ver y ser vistos, poder obrar para hacer de la vida algo definitivo. Existo porque tú existes, y existes porque eres la clave de todas las cosas, eres la esencia de la vida en su más pura forma.

Querida luz:

sé que me esperas y que estarás ahí hasta el final de mis días. Como un rayo, iluminas la oscuridad para que podamos habitar en ella. Solo a través de ti podemos vivir, apreciar, co-existir con el resto de seres y enseres. No te extraño porque siempre estás conmigo, estás con mi soledad y en ella también habitas. Estás en la poesía y estás en todas las cosas que son tocadas por ti. Estás en el sol y estás en el cielo. Estás sobre mi conciencia diciendo qué hacer y qué decir. Ahora mismo eres tú quien hablas. Dejo que seas tú quien ponga las palabras a este texto. Pues yo, luz, no soy más que tu canal y tu sombra. Sólo a través de ti las alas de un ave pueden volverse y se vuelven translúcidas. Como esta paloma blanca que acaba de pasar delante mío, posándose en los balcones, alzándose a las terrazas.

Querida luz:

quiero tenerte siempre cerca mío. Divino tesoro. Tú que hurgas en todas las sombras habidas. Que buscas en la más ténebre oscuridad para hallar un resquicio de conciencia. Eres música. Eres canto de hadas que busca la verdad y busca en cada rincón lo que antes no pudo ser visto.

Querida luz:

nunca te vayas. Estate siempre aquí. Protegiéndome. Elevándome. Haciéndome sentir que esta vida es digna de ser vivida. Porque sin ti: solo las tinieblas, solo la oscuridad, y en ellas es imposible hallarse.

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