Querida alma mía que tanto anhelas,
creía que mi ser podría ser pájaro y que, siéndolo, mis alas me llevarían a todas partes — pero, por una vez, con esta mirada hecha duda, se me ocurre descifrar que siquiera siendo ave, podría estar en lo azul, pues descendería hacia lo más tierno y buscaría el orgánico alimento. viviría en la oscura muerte, lo sé en este momento; sujetaría con mi pico otros espíritus, ay, cómo tragaría y con qué hambre atraparía ojos ajenos. creía que mi ser podría tener alas y que, teniéndolas, contemplaría las flores y bebería de ellas. ahora comprendo, alma mía, que en el cielo no hay espacio para la poesía, y que solo la especie humana consigue construir poemas con lo albergado—¿acaso suponía yo que fabricaría nidos y recitaría líneas? no, el hombre sería mi enemigo. buscaría su sombra en el mundo y la vigilaría por puro instinto. cuéntame, corazón dormido, ¿cómo asirme de una rama? ¿cómo desprenderme de ella cuando tanto fue soñada? me veía pájaro porque humana no creía serlo, pero tampoco como pájaro consigo morar —qué insoportable verdad. habitar en una tierra con el tan solo fin de alimentarme. hacer que el cuerpo sobreviva. me resulta superfluo, carente de sentido. quizás no quiera ser pájaro, sino dios. no, tampoco quiero ser dios — no pretendo manifestarme bajo una voz divina. quiero ser sustancia lúcida y, así, no devorar ni mantener con energía una delicada masa que se desintegra conforme el tiempo se desvanece. no quiero buscar la forma de llenar mis bolsillos o mi boca. quiero estar muy quieta y observar cómo brota la hierba. silencio, alma mía, ¡ya está surgiendo! oh, ¿la admira el pájaro en el cielo con mi misma elocuencia? ay, tormento, erróneamente pienso. no logro librarme de esta visión — de mi febril imaginación. venero una misma imagen. mi alma es pájaro. mi alma es… oh, imaginad ahora, ¡mi propia alma me escribe una carta! ¿qué me dicen mis entrañas? (mi muy querida Diana […]) tan solo se me hace entrega de unos puntos suspensivos porque no me nace configurar una segunda carta que todavía no existe.
