Cinco “dobles” seductores de la literatura

O. Onetti
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6 min readDec 16, 2016

El doppelgänger es uno de los caprichos más productivos y seductores de la literatura. Visto como un reflejo, un eco fantasmal, el doppelgänger es un “doble” que complementa al protagonista, y que a la vez expresa la idea de unión y separación al mismo tiempo.

Desde las épocas antiguas se ha dado uso en la ficción de ese elemento que caprichosamente se ha denominado “doppelgänger” para dar paso a la aparición de un personaje más, un “ser” que complementa a otro. Hablamos de un “doble” cuya definición nace de la unión de dos palabras alemanas que lo definen como un “doble andante” (doppel-gänger). Dicen los estudiosos que un autor llamado Jean Paul fue el primero en emplear esta unión de términos para hablar de un “ser que camina al lado”, pero que al paso del tiempo, adquirió otras características, matices que lo volvieron un recurso literario imprescindible en la creación artística, aunque como es de pensarse, no se trata de un elemento exclusivo de la literatura, pues se ha visto en la fotografía, el cine, etcétera.

El “doppelgänger” representa la posibilidad de que una persona, un personaje, se localice en dos situaciones o lugares distintos al mismo tiempo. Arte por ultradialectis en DeviantArt.

El concepto de “doppelgänger” está unido al de la “bilocación”. Este es un término que describe la posibilidad de que una persona, un personaje en este caso, se localice en dos situaciones o lugares distintos al mismo tiempo. Históricamente han existido autores que han explorado este aspecto, ha habido escritores que se han volcado en su estudio, su fascinación, y su posterior inclusión en las letras. Pero el “doble” no sólo ha estado presente en las leyendas nórdicas y germanas donde tuvo sus inicios, sino que ha aparecido hasta la literatura desarrollada en nuestros días. Con el romanticismo, el término tomó variantes más oscuras, y se volvió una especie de materialización de lo negativo del protagonista de una obra, el ser que refleja los deseos más profundos del personaje y las limitaciones que enfrenta para alcanzarlos.

En algunos otros casos, el “doppelgänger” toma una nueva forma, que puede ser apreciada como el desdoblamiento de un personaje, que puede estar o no en la propia vida del mismo, o que incluso puede vivir otras vidas. Esto es precisamente lo que tanto atrae a los escritores y que los lectores no podrían dejar pasar por desapercibido. Esta semana, quiero hablarles de cinco “doppelgängers” populares de la literatura, que son vistos como “hermanos rivales” o “almas gemelas” de los personajes principales de las obras que voy a comentar a continuación. Estos, expresan el psicodrama freudiano que atormenta al protagonista, obligándolo a encarar sus miedos en una figura externa y objetiva.

“Frankenstein” tiene todas las características de un “doble diabólico”, o expresa una verdad “antinatural” para el lector.
  • “Frankenstein”- “La criatura” (Frankenstein, Mary Shelley): En primer lugar nos encontramos con uno de los personajes emblemáticos de la literatura de la época victoriana. Y es que “Frankenstein” tiene todas las características de un “doble diabólico”, o expresa una verdad “antinatural” para el lector. Creado con fragmentos de cadáveres y sin nombre, el “moderno Prometeo” refleja el contra de su creador, “Victor Frankenstein”, que puede ser concebido como el verdadero monstruo en una historia. Nuestro primer personaje, la “criatura” aparece libre de condicionamientos sociales y actúa por sus impulsos, y representa los deseos primarios de su creador, mientras que éste actúa bajo lineamientos rigurosos. La bestia de “Frankenstein” es un “doppelgänger” completo, que no únicamente replica deseos de su dador de vida, su lado oscuro, pues también expresa ternura y bondad.

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El “doble” no necesita un cuerpo aparte del otro al que replica, pues se localiza dentro de una misma corporeidad, y es expresado entre dos hemisferios emocionales.
  • “Doctor Jeckyll”- “Mr. Hyde” (Doctor Jeckyll y Míster Hyde de Robert Louis Stevenson): Este clásico literario de R. L. Stevenson muestra a un “doppelgänger” que se libera a través del uso de un brebaje misterioso. Contrario al de “Frankenstein”, el “doble” no necesita un cuerpo aparte del otro al que replica, pues se localiza dentro de una misma corporeidad, y es expresado entre dos hemisferios emocionales. De un lado está el doctor Henry Jeckyll, reconocido científico; del otro, Edward Hyde, insaciable asesino. Se trata, obviamente, de una misma persona, pero esto el lector no lo descubre sino hasta el final. El “doble” de esta historia refleja una “doble vida”, la lucha entre el “respetable” contra el “aborrecible”, el “sereno” contra el “lujurioso”. Las dos personalidades muestran pulsiones diferentes, y de ese modo, una no puede perjudicar a la otra. Al doctor Jekyll le tomó décadas formar una reputación intachable, con lo cual debió darle vida a su “doppelgänger”, míster Hyde, para liberar sus impulsos inmorales, su sensualidad y las fantasías asesinas.

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A través del retrato se muestra una especie de caparazón que oculta los impulsos sociales que impiden mostrarse ante los demás como el ser que verdaderamente se es.
  • “Dorian Grey”- “El retrato”(El retrato de Dorian Grey, Oscar Wilde): Esta novela de Oscar Wilde explora el tema de la amoralidad, ya que el protagonista, Dorian Grey, es un desvergonzado hedonista, un sujeto superficial y al mismo tiempo, un asesino. Tras su verdadero rostro, el personaje oculta por medio de un retrato, su sentimiento de culpa por los actos cometidos, situación que lo coloca ante los ojos de los lectores como un ser “amoral”. Pudiera pensarse que el “doble” de Dorian Grey no es propiamente un “doppelgänger”, sino que a través del retrato se muestra una especie de caparazón que oculta los impulsos sociales que le impiden mostrarse ante los demás como el ser que verdaderamente es.

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Según lo planteado por Virginia Woolf, cuando un “yo” fastidia, es necesario adquirir otro, que bien puede representar el lado contrario de lo que se era anteriormente.
  • “Orlando” (Orlando, Virginia Woolf): Colocados frente a un “doppelgänger” que responde más a la problemática del género, el personaje de Vrginia Woolf es héroe y heroína al mismo tiempo, un ser que explora una serie de posibilidades emocionales, sexuales y sociales, que enfrentan a muchos estereotipos. “Orlando” dice que el género y sus definiciones restringen al ser de sus múltiples posibilidades, son vistas como una forma de represión para el “yo”. Según lo planteado por Virginia Woolf, cuando un “yo” fastidia, es necesario adquirir otro, que bien puede representar el lado contrario de lo que se era anteriormente.

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Tom Ripley es un sujeto ruin, envidioso, posesivo, un individuo que llevado por sus obsesiones siente la necesidad de convertirse en el otro.
  • “Tom Ripley” (El talentoso señor Ripley, Patricia Highsmith): Esta novela no refleja personajes con dos personalidades como las que he mencionado atrás, ni se trata de dos cuerpos que reflejan dos identidades distintas. Patricia Highsmith señala en su obra el “reflejo siniestro” de la mezquindad del ser. Tom Ripley, protagonista de la novela es un sujeto ruin, envidioso, posesivo, un individuo que llevado por sus obsesiones, disimula admiración por los otros, mientras desea las posesiones o el estilo de vida ajenos, hasta que siente la necesidad imperiosa de convertirse en eso, en el otro.

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Para finalizar, sólo quiero recordar que el “doppelgänger” es uno de los caprichos más productivos y seductores de la literatura. Visto como un reflejo, un eco fantasmal, es un “doble” que complementa al protagonista, y que a la vez expresa la idea de unión y separación al mismo tiempo.

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O. Onetti
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Escribiente por oficio. Letrosa de formación.