El playlist de los malditos
El lunes pasado estuve en Radio Universidad, la radiodifusora de la Universidad de Guadalajara (alma máter cuyo aniversario fue ayer mismo). Acudí al programa de Enrique Blanc, a propósito de Los peinados de los malditos, libro de Joe Meno que traduje para la editorial tapatía Arlequín. Nos acompañó su editor, Felipe Ponce (y “tras bambalinas” Eunice y Elizabeth Alvarado, de la editorial).
Radio al Cubo, el programa de Blanc a las 18:00 horas por 104.3 de FM, está en gran medida dedicado a la música; ¿qué tendrían que hacer allí dos personas más vinculadas al mundo del libro? Bueno, pues Los peinados… es una novela con una fuerte carga musical. Basta hojear las primeras páginas para encontrarse con playlist, listas de canciones para grabar en casete y rolárselo al amigo o nombres imaginarios para el grupo que quisiera formar Brian, su protagonista.
En el léxico literario, Los peinados… es una Bildungsroman, como dicen los alemanes: es decir, una novela de aprendizaje o de formación. Brian es un adolescente que siente creciente atracción por Gretchen, su amiga un tanto punketa y regordeta. Ambos son outsiders en su escuela, y encuentran en la música un refugio, o al menos un pretexto para expresarse y para tener una personalidad propia.
El año pasado, cuando presentamos la novela dentro de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, puse énfasis en señalar cómo la música a cierta edad funge también como un factor para moldear nuestra personalidad. Joe Meno lo expone al incluir más amigos de Brian que tendrán una fuerte influencia en él como persona, en ocasiones a través de la música. Con ellos ocupa su tiempo cuando la amistad con Gretchen llega a un callejón sin salida. De manera velada, cada amigo representa un género diferente, podríamos decir: con cada amistad que se sucede Brian va cambiando un poco sus gustos musicales y por ende su personalidad. Esta proliferación de personajes con distintas concepciones de qué música es buena y cuál apesta explica la variedad en el playlist que escogí para que sonara en Radio al Cubo, a petición del anfitrión (la selección que hice son las canciones que aquí se sugieren).
La novela se desenvuelve en Chicago, una ciudad marcada por la desigualdad social (una sociedad donde los personajes se confrontan por su actitud punk o metalera). El escritor Joe Meno es originario de Chicago, además de sus publicaciones de libros (una decena) ha sido reportero musical. En español, casi a la par que Los peinados de los malditos, en Argentina se publicó otro libro de Joe Meno. Fue la novela Chica de oficina, que entró en el catálogo de la editorial Páprika (que por cuestiones legales tuvo que cambiar su nombre a Sigilo). Chica de oficina es un libro un poco más breve, con personajes mayores en edad (ya viviendo su adultez temprana), aunque persiste ese tono y sensación de no pertenencia.
DIGRESIONES
Allá entre los comerciales y canciones programadas en Radio al Cubo, Blanc, Ponce y yo hablamos de música y libros. En el mundo editorial, para bien, hemos llegado al punto donde hay editoriales enfocadas en la publicación de libros sobre música, o por lo menos que suman libros relacionados al tema (Rhythm & Books en México, Blackie Books y Turner en España, por ejemplo). El propio Enrique Blanc recientemente publicó la biografía de Café Tacvba, un libro que se presentará en la próxima edición de la FiL.
En el catálogo de Arlequín hay igualmente libros con fuerte presencia de la música, más allá del de Meno: La hora de las complacencias, buena novela de Javier Vargas de Luna (en mi lista de próximas relecturas), u Oración por el padre difunto son los primeros que vienen a mi mente. Ésta última incluye una serie de recomendaciones para cada capítulo; su autor es José Luis Gómez Lobo, un novelista nacido en Tijuana pero afincado desde hace tiempo en Guadalajara, injustamente poco conocido. Su primera novela, La otra pantalla, no tiene pierde.