Onetti… genio latinoamericano del siglo XX

O. Onetti
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3 min readJul 1, 2017

“Escribo para mí. Para mi placer. Para mi vicio. Para mi propia condenación”. J. C. Onetti.

Se cumplen 108 años del nacimiento de uno de los escritores más importantes y quienes más influencia ejercieron en la literatura hispanoamericana del siglo XX y XXI.

Este día se celebran 108 años del nacimiento del escritor urugayo Juan Carlos Onetti, quien no es sólo considerado el autor más importante de su país, Uruguay, sino un exponente clave en la narrativa hispanoamericana del siglo XX.

Onetti solía decir “escribo para mí. Para mi placer. Para mi vicio. Para mi propia condenación”. Vio la primera luz un día como hoy, 1 de julio pero de 1909 en la capital, Montevideo. No se imaginó que dejaría marca en las letras de su país, y menos que llegaría su influencia hacia toda la región latinoamericana, que trascendería el siglo XX y que alcanzaría nuestros días. Quien fuera descendiente de emigrantes irlandeses y de una brasileña, abandonó sus estudios de derecho a la mitad de la carrera; según indican sus biógrafos, desde joven tenía la costumbre de visitar las salas de redacción de periódicos y revistas, por mero placer, y al cabo terminó trabajando en ellas algunos años después. Comenzó su trabajo literario mientras vivía en Buenos Aires, Argentina, por medio de colaboraciones en diversos periódicos de la ciudad. Escribió varios cuentos, y publicó en 1939 una primera novela corta, El pozo, de corte existencialista y entre las más reconocidas de su repertorio.

Durante algunos años, Onetti vivió entre dos urbes, la capital argentina y la uruguaya, donde logró concebir una idea de “la ciudad” y que dio posteriormente origen al lugar mítico de su creación, Santa María, espacio donde ocurren sus principales relatos.

Ganador de diveros premios con sus cuentos, este escritor mostró siempre una madurez en la creación de su propio universo. Los personajes suyos pasaban de una historia a otra, de un libro a otro, y enriquecían de este modo su complicada y vasta obra, aunque hemos de decir que sobre todo es valorada la trilogía de “Santa María” con las novelas La vida breve (1950), El astillero (1961) y Juntacadáveres (1964); en estas, sus caracteres intercambian el protagonismo, las historias se complejizan cada vez más, y lo maravilloso es que pueden leerse como obras autónomas, independientes una de las otras. Sus cuentos complementan perfectamente la ideología que buscaba presentar. Y es que siempre habló sobre situaciones poco convencionales, al menos para la época: la prostitución, la economía, la soledad, la rutina. Con maestría, pudo plasmar un realismo que al lector lo llevan a ver una especie de “desdoblamientos” presentados en una especie de queja, de denuncia ante el mundo en que vivía. Ante este efecto, autores reconocidos posteriores a él lo han aclamado, y se han bañado para la creación de nuevas obras literarias.

Fue en el año de 1980 cuando fue condecorado con el máximo premio de la literatura en español. Recibió Juan Carlos Onetti el Premio Cervantes y agradeció a la audiencia, sobre todo a España por la forma tan cordial en que él y su trabajo fueron acogidos tras llegar ahí, tras exiliarse a finales de los años setenta. En su discurso se autodefinió como “permanente segundón”, pero acepta la “tan insigne distinción”.

Onetti falleció el 30 de mayo de 1994, en un hospital de Madrid, donde vivió los últimos años de su vida, postrado en una cama.Quienes estudian su obra señalan que la última voluntad este genio uruguayo era que sus restos fueran incinerados y que las cenizas no fueran trasladadas a su país natal. Años después comenzaron a publicarse textos relevantes donde habría recuperado situaciones plasmadas en trabajos anteriores y cierra así la propuesta, su “círculo poético” o “círculo onettiano”. Al final, deja un legado que nutre a muchos de los autores que han surgido con el avance del tiempo en América Latina.

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O. Onetti
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Escribiente por oficio. Letrosa de formación.