Sobre la pintura de Dalí (Parte 3)

Por Nahuel Muñoz

Mosaico
Libros y buenas lecturas
2 min readMar 17, 2016

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Conclusión

  1. El “código débil” como poder que modula y opera en la subjetividad inconciente

Se dice que la comunicación visual se traduce a través de un código débil. En contraposición clara contra el lenguaje como código fuerte. Decimos que es un código débil porque no hay unidades mínimas analizables, no hay una doble articulación expresamente marcada con el contexto, el signo icónico depende del tipo de convención que se instituye, sus significaciones son contextuales, tiene un carácter analógico que se estructura en grados y posee variantes facultativas que dependen del estilo del pintor.

Esto permite aseverar que la comunicación visual se articula en un proceso donde se combina una regulación convencional y una “libertad” de ejecución e interpretación de los significados. El movimiento pictórico que analizamos en este trabajo es, quizás, uno de los más críticos con respecto a los convencionalismo que impostan fenómenos como naturales y perpetúan el sentido común. La producción de mensaje dependerá de una operación de reconocimiento, la utilización correcta de los signos icónicos y la disposición de líneas, formas y colores que constituyen el estilo propio.

Para concluir, debemos plantearnos la pregunta que subyace a lo largo del trabajo, y que resurge ahora con inusitado vigor, ¿es tal el poder del código icónico convencional que termina por instaurarse como código perceptivo? ¿Somos nosotros los que interpretamos o estamos dentro de una red de códigos de reconocimiento que sólo nos permiten percibir el mundo de esa manera? Es decir, ¿Nuestra estructura perceptiva esta condicionada por los códigos icónicos? Percibimos con un grado de autonomía o sólo lo que nos enseñan a representar. Las producciones visuales tienen un poder capaz de conformar valores e identidades ya que opera en un plano perceptivo, donde se configuran las expectativas y suposiciones modulando la estructura perceptiva. La selección de rasgos que consideramos pertinentes se establece como signos que permiten la interpretación a través de los códigos de reconocimiento, son convenciones que moldean nuestra manera de ser en el mundo y delimitan nuestra subjetividad.

Bibliografía utilizada:

· Belton, Robert. Arte, Prologo humphryese. Ediciones lu, librería universitaria de Barcelona, España, 2005.

· Breton André (1995), Manifiestos del surrealismo, Lumen, Bs. As.

o (2007) Diccionario de surrealismo. traducción Miguel Torres. Editorial Losada, Madrid.

· Eco, Umberto (1986), La estructura ausente. Introducción a la semiótica. España, Editorial Lumen. Págs. 166–229.

o (1993), Lector in fabula, España, Editorial Lumen.

· Gombrich, E. H. (1993), La imagen y el ojo, Madrid, Alianza.

· Greimas, A. J. (1994), “semiótica figurativa y semiótica plástica” en Figuras y Estrategias, México, Siglo XXI.

· Morris, Ch. (1962), Signos, lenguaje y conducta, Buenos Aires, Losada.

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