¿Líder, Yo? Tres Pasos para Despertar tu Líder Interior

Gustavo Quiroz
Liderazgo Consciente
3 min readSep 1, 2014

Es común pensar que los líderes son aquellos que poseen algún tipo de autoridad formal. Es decir, quienes han sido elegidos o contratados para algún puesto o cargo importante y que, por lo tanto, existe un grupo de “seguidores” que están “obligados” a caminar por el rumbo que estos líderes trazan.

Esta fue la primera noción que tuve sobre liderazgo. Pensaba que un líder era alguien carismático, visionario y con algún tipo de autoridad formalmente reconocida. Como ejemplo clásico tenemos a Steve Jobs cuando lideró al equipo encargado de crear la primera computadora Macintosh.

Sin embargo, hace ya un tiempo tomé conciencia de que este no es el único contexto donde observamos a un líder desenvolverse. Ni siquiera es el más común.

Un líder es cualquier persona que influencia a cualquier otra dentro de un contexto social, como un equipo o una organización. Dan Mezick

En su libro, The Culture Game, Dan Mezick nos ofrece esta definición amplia y liberadora de lo que constituye un líder. Es la definición que empleo comúnmente para dar a entender que todos somos líderes en potencia. Es cuestión, entonces, de que “despertemos” a esta realidad y trabajemos en aumentar nuestras habilidades de persuasión e influencia para, a su vez, aumentar nuestra capacidad de liderazgo.

Hace poco confirme esta definición con uno de los autores más reconocidos del campo, John Maxwell, quien en su muy citado libro, The 21 Irrefutable Laws of Leadership, describe la segunda ley del liderazgo:

La Ley de la Influencia: La verdadera medida del Liderazgo es la Influencia — nada más y nada menos. Si usted no tiene influencia, nunca podrá liderar a otros. El liderazgo real no puede ser nombrado o designado. Los títulos son a menudo insignificantes en este sentido. El liderazgo debe ser ganado.

¿Cómo, entonces, podemos empezar a ser líderes? El primer paso es mirar a nuestro alrededor, por ejemplo en nuestro ambiente laboral, y prestar atención a aquellas cosas que nos generan insatisfacciones. El segundo paso es empezar a hacer cosas que, desde nuestra singular perspectiva y ubicación, ayuden a mejorar aquello que nos causa insatisfacción. Como último paso, podemos mostrar a otras personas, que tengan los mismos “dolores”, el resultado de nuestras acciones, y explicándoles los beneficios concretos que hemos obtenido.

Sé el cambio que deseas ver en el mundo. Mahatma Ghandi

Les cuento algo que viví hace ya varios años, cuando trabajaba como desarrollador de software. Formaba parte de un equipo de varias personas en un proyecto para una empresa grande de seguros. Cada desarrollador trabajaba por su cuenta y cada cierto tiempo, por ejemplo al final de cada mes, todos nos reuníamos a integrar el código que cada uno había producido. Esta integración solía tomar varios días (y algunas noches) pues era manual, complicada y muy propensa a errores.

Como comprenderán, esto generaba mucha insatisfacción en todos los involucrados, incluyéndome. Así que un día decidí investigar qué cosas podía hacer para mejorar la situación. Yo era un mero desarrollador y nadie me había encargado que busque una solución para este problema. Sin embargo, por algún motivo, sentía que era mi deber hacerlo.

De modo que, investigando en Internet, descubrí que habían herramientas llamadas Sistemas Controladores de Versiones que servían justamente para esto. Descargue uno gratuito y muy popular en su momento (CVS) junto con un libro en PDF que explicaba como configurarlo y usarlo. Luego de algunos experimentos en mi laptop, decidí instalarlo en la computadora del trabajo y empezar a usarlo allí. Cuando alguien me pedía mi código para integrarlo, le explicaba cómo podía descargarlo directamente desde “el servidor” a su entorno de desarrollo en su propia PC. Hasta elaboré una breve guía paso-por-paso, explicando los beneficios de usar esta herramienta para la integración del código.

Poco a poco la práctica fue extendiéndose a otros proyectos. Pasaron algunos meses y se convirtió en algo común y que todos hacían, incluyendo a las nuevas personas que ingresaba a la empresa, e incluso cuando yo ya me había ido.

Te propongo que mañana te tomes un par de minutos, apenas llegues a tu puesto de trabajo, que mires a tu alrededor detenidamente y pienses:

¿Qué me genera insatisfacción aquí? ¿Qué puedo empezar a hacer para disminuir esta insatisfacción en mí y en otras personas?

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Gustavo Quiroz
Liderazgo Consciente

Organizational Agility Consultant, Agile Coach since 2009, Conscious Business Coach, Idealistic Pragmatist. Co-Founder @agileperu. Ex-McKinsey / Kleer