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Percibir versus Ver

Por qué no deberías esperar para actuar según tus instintos.

Sam Chand
2 min readJan 9, 2020

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Como líder, hay ciertas cosas que puedes percibirlas antes de verlas. No pases por alto esas dos palabras: percibir y ver. Como líder, comenzarás a percibir cosas que están por debajo de la superficie: inquietud, inconformidad… algo que está mal. Notarás algunos miembros del equipo que se han desconectado de alguna manera; percibirás que tu equipo ha perdido su efervescencia; te darás cuenta que la emoción de tu organización se ha desvanecido.

Te darás cuenta que necesitas hacer algunos cambios, aunque quizás no puedas inmediatamente definir con exactitud qué necesitas cambiar. Pero lo percibes. Entonces, tu responsabilidad es abordar los problemas que percibes tan pronto como los percibes, en vez de posponerlos y esperar a tener evidencia.

La mayoría de nosotros esperamos ver el problema llegar a un punto crítico, para hacer un cambio. El desafío con la estrategia es que, para cuando estos problemas se hacen evidentes y visibles, ya es demasiado tarde. Lo único que puedes hacer a esa altura es echar el freno, tratar de razonar e intentar, lo mejor posible, reducir la velocidad de la trayectoria de tu organización.

Entonces, ¿por qué es que la gente no hace cambios tan pronto como perciben el problema? En primer lugar: porque no saben articular lo que está mal; en segundo lugar: porque vivimos según la noción de que “Si no está roto, no intentes arreglarlo”. Los líderes esperan a que las cosas se rompan y eso les provea la evidencia necesaria para que todos digan, “¡Si! Tenemos un problema. Ahora vamos a arreglarlo.”.

Como líder, te reto a que hagas aquello que es difícil pero esencial: ¡No esperes demasiado tiempo! Haz los cambios necesarios ahora, antes de que los problemas se manifiesten en tu organización.

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