Geles Cabrera, la primera escultora de México

Victoria147
Life & Culture
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5 min readSep 28, 2018
Geles Cabrera, foto por Mariana González

Por Patricia Ruvalcaba

Conocí el trabajo de la artista Geles Cabrera, en su más reciente exposición en el Museo Experimental El Eco, y como bien dice Pedro Reyes, curador de esta muestra, aquellos que tienen la oportunidad de conocerla, se suman inmediatamente al “Geles Cabrera Fan Club”, esto lo comprobé yo misma luego de esta entrevista, y sin duda me declaro parte del club.

Geles tiene 92 años y es la primera mujer que practicó de manera profesional la escultura en México, antes de ella, esta disciplina era ejercida únicamente por hombres. Su entrada oficial a la escultura fue en 1948, cuando con apenas 22 años tuvo su primera exposición individual en la Galería Mont Orendain.

“Fue muy difícil que me aceptaran, pero también fue muy bonito abrir brecha para otras mujeres, a mí me gustaba la escultura e insistí en que había que hacerlo; los escultores me decían: ‘por qué se mete en un terreno que no le corresponde’, ‘usted váyase a hacer otra cosa, la escultura es para los hombres’. No les gustaba verme ahí”, comparte Geles.

Estar en contra de los hombres en esa época “era difícil, pero posible”, admite la escultora. Y aunque tenía a muchos en contra, tenía a la familia de su lado; su abuelo fue pintor y escultor, y su papá le inculcó desde muy joven el amor a la escultura prehispánica de México. Además, tuvo dos tías artistas, la pintora, Rosario Cabrera y la cantante de ópera Consuelito Cabrera.

“Desde chiquita me ha gustado la escultura -todos dicen lo mismo, ¿verdad?-, dice Geles riéndose. “Pero en mi caso así fue, mi papá tenía una fábrica de papel maché y me hacía mis moldecitos para jugar, yo me críe en un ambiente rodeado de arte, pintura, música, pero sobre todo de escultura”.

Geles Cabrera, foto por Mariana González

Geles también se destacó en el mundo de la danza, donde colaboró con Alfonso Pallares y Luis Barragán en la creación de la Morfocromofonia, una integración de color, música y danza, que desafortunadamente nunca tuvo difusión, “hubiera sido algo muy hermoso, pero no hubo apoyo del gobierno”, señala la artista.

La escultora empezó sus estudios en la Academia de San Carlos, pero decidió no terminarlos ahí, pues nunca encontró la suficiente libertad creativa para hacer lo que quería.

“Lo que decía el maestro era lo que tenías que hacer, si había una manita de cierta forma, tenías que hacer la manita idéntica. Uno de los maestros me dijo, ‘o haces lo que debes de hacer, o aquí no puedes trabajar’, entonces me salí, cuando es uno joven haces lo que quieres, no lo que te indican”.

Geles decidió retomar la escultura en La Esmeralda, una escuela con mayor libertad creativa, donde pudo experimentar más y encontrar su propio estilo. Fue ahí que conoció a la actriz Dolores del Río, para quien tuvo la oportunidad de hacer un busto.

Esculturas de Geles Cabrera, foto por Michelle Dersdepanian

“Lolita era una belleza como mujer y como artista, además era muy sensible. En ese entonces ella ya era una gente con mucho prestigio y renombre, fue a la escuela por más de una semana y estuvo posando para nosotros, nunca antes se había visto que alguien como ella se prestara a hacer algo así y ayudara a los alumnos”, recuerda la escultora.

Geles estuvo casada con el doctor Rafael Cano por más de 60 años, para ella fue una ventaja compartir su vida con alguien que no tenía nada que ver con el arte. “Él atendía a sus enfermos, mientras yo me ponía a trabajar con mis esculturas, y nunca me molestaba, era un apoyo para mí”.

La maternidad nunca frenó su trabajo, Geles tuvo cinco hijos y siempre se las arregló para trabajar y crear al mismo tiempo, mientras modelaba, sus hijos se ponían a jugar, o incluso a hacer esculturas con ella.

En 1966, Geles abrió El Museo Escultórico Geles Cabrera, el lugar estaba justo al lado de la clínica de su esposo, en la calle de Xicoténcatl, en Coyoacán. Con el salario de su trabajo como maestra en la en la Preparatoria José Vasconcelos, Geles mantuvo el recinto durante 40 años, hasta que tuvo que cerrarlo por falta de apoyos.

“Yo lo llevaba sola, era un museo que estaba a nivel de colonia, de barrio, en ese entonces no había casi museos en Coyoacán. Era un espacio para promover la escultura, los niños podían tocar las piezas e incluso dábamos talleres de arte gratuitos. Para mí era muy importante promover la escultura”.

Geles ha tenido más de 20 exposiciones individuales y más de 50 colectivas, fue una de las fundadoras del Salón de la Plástica Mexicana y durante su carrera ha trabajado con artistas como Ángela Gurría, Juan Luis Díaz, Mathias Goeritz, Sebastián, Herbert Bayer de la Bauhaus y Tamayo.

Su inspiración se basa en lo femenino y lo masculino; su trabajo nunca se limitó a algún material en específico; trabajó con mármol, bronce, piedra, papel periódico, barro e incluso alambre. Las obras de Geles se exhibieron en México, Estados Unidos, Japón, Austria, Bulgaria e Israel.

Esculturas de Geles Cabrera, foto por Michelle Dersdepanian

Cuando le pregunté a Geles si le hubiera gustado que su camino dentro del arte hubiera sido más fácil, ella me responde de inmediato que no cambiaría nada, que siempre hizo lo que quiso y que al final logró abrirle camino a otras mujeres escultoras, “las mujeres siempre han trabajado muy duro, y deben luchar por hacer lo que ellas quieren, sin importar si es dentro o fuera del arte”, finaliza sonriente la escultora.

Agradecemos a Geles por invitarnos a su casa, inspirarnos y compartir su historia, así como a Lucía Gálvez y Pedro Reyes por presentarnos su increíble trabajo.

Conoce de cerca las piezas de Geles en: “La exposición Geles Cabrera: primera escultora de México”, en el Museo Experimental El Eco (Sullivan 43), hasta el 18 de noviembre de este año.

Esculturas de Geles Cabrera, foto por Michelle Dersdepanian

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