Siempre se puede volver a empezar

Victoria147
Life & Culture
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3 min readSep 4, 2018

Por Helena Moreno Diaz

Hace poco me topé con Maremoto, el maravilloso trabajo de Mariana Lozano, una mexicana de 23 años que ha logrado a través de sus dibujos hablar de todo lo que le pasa por la mente, lo que la cuestiona, dejando un claro precedente de lo que le incomoda de la vida y lo que la rodea.

Entre sus trabajos tiene uno titulado Hay días buenos y malos, pero lo importante es que hay días, lo que me motivó a escribir y reflexionar sobre lo afortunadas que somos por el simple hecho de despertarnos y tener un día más para vivir. Y es que nadie ha dicho que todo en la vida es color de rosa, pero es justo en esos días terroríficos, infinitos y llenos de tropiezos donde todo cobra sentido, nos medimos a nosotras mismas y nos sentimos invencibles cuando superamos, dejamos atrás, soltamos y salimos victoriosas de una situación que automáticamente convirtió nuestro día en algo realmente caótico.

No es una mentira y puede sonar a frase de cajón, pero deberíamos aceptar el hecho de que no está del todo mal tener días en lo que uno se siente chiquito e insignificante en una ciudad enorme, en los que las horas nunca se acaban o pasan rapidísimo, en los que quisieras estar rodeada de todos tus amigos y otros en los que preferirías simplemente desaparecer y estar sola.

Nos hemos vuelto expertas en olvidar y pasar por alto la esencia de la vida, la riqueza de las pequeñas cosas y del verdadero valor de los detalles que ignoramos como consecuencia de la rutina, del deseo de tener siempre lo mejor a como dé lugar, y no es que esté mal, simplemente debemos ser conscientes que todo en la vida tiene un tiempo emocional y evolutivo, y que las cosas “buenas” llegan cuando tienen que llegar.

Por ahí dicen: “si sabes qué te mueve, convierte ese sinsabor que a veces te da la vida en hilo para tejer y crea una pieza increíble que muestre cuán grande eres”. Nuestro poder radica en el hecho de no estancarnos en esos pésimos días donde sentimos que la vida nos derrumba, sino en pararnos con fuerza y tener claro que cuando abras los ojos al otro día existirán un millón de posibilidades de ver la vida de otra manera, de solucionar lo que parecía imposible y estar en la disposición de enfrentar esas batallas.

Llorar es necesario, sentir dolor o miedo no es el fin del mundo, escapar un rato, no tomar en cuenta la opinión de los demás y empezar desde cero no es tan malo como parece. Al contrario, en esos días donde todo parece gris y sin salida se nos revela la oportunidad de forjarnos tal como nosotras queremos, de decidirnos y enfocarnos en nuestras aspiraciones.

Sin importar si nos toca un día bueno o un día malo, el reto para la próxima vez está en aprovechar el hecho de que crecen nuevos gustos, nuevas perspectivas, cambiamos de escenarios, cometemos nuevos errores y conocemos otras personas, pero sobre todo se trata de entender que todo esto hace parte de nuestra evolución y que nuestras acciones que están en pro de lo que sentimos, nos llevarán más lejos.

Helena tiene 23 años y es egresada de comunicación social con énfasis organizacional en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. Instagram: @Helenamorenodiaz Facebook: @Helenamorenodiaz

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