Guillón I. (En los ojos)

Alejandro Santa Lucia
Lippo por Liebre
1 min readMay 11, 2015

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A Guillón lo llevamos en la mirada.

Podemos estar caminando por las calles de Boedo, Mendoza, Florianópolis, Cuzco, La Habana o donde sea. Pero en los ojos llevamos a Guillón.

Ni siquiera hace falta haber vivido en Guillón para que te deje marcadas las pupilas. Guillón adopta. Te adopta aunque no quieras, aunque no te des cuenta. Vos podes pensar que como naciste en Adrogue, Lomas o cualquier otra ciudad estas salvado, pero no, no es algo que puedas elegir, es Guillón el que te elige a vos, y si Guillón te abraza, por más que te resistas, pasas a ser de Guillón. Se te mete en los ojos, se te cuelga de las cejas y ya no lo podes sacar.

Y es esa mirada la que delata a propios y a ajenos.

Y te permite ver matices y colores invisibles a retinas de foráneas.

Y te vuelve fácilmente reconocible entre tus pares y te permite detectar rápidamente a extraños.

Pero este atributo es unidireccional. Ellos no tienen forma de reconocerte a vos. Pueden intuirlo, pueden sospecharlo, pero no pueden develar el misterio.

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