El Corporate Venture como motor de crecimeinto

Por Mauricio Andujar, Director de LIQUID Venture Studio

Existen diversos mecanismos mediante los cuáles una compañía tradicional puede abrir sus puertas a la innovación. Departamentos de Investigación y Desarrollo (R&D), laboratorios de innovación o consultorías de transformación digital son algunos de estos. Sin embargo, el ecosistema de innovación actual destaca por el trabajo de startups independientes, y es ahí donde se encuentra la mayor oportunidad para las compañías tradicionales. Hay un modelo en auge para lograr esta convergencia de innovación entre startups y compañías tradicionales: Corporate Venture (CV).

Corporate venturing es la práctica de invertir fondos corporativos directamente en organizaciones externas a la compañía. Usualmente esto lo hacen grandes compañías que desean invertir en pequeños pero innovadores emprendimientos. Lo hacen mediante ‘joint ventures’ y adquisición de acciones. Se trata de crear colaboraciones estructurales con startups para generar crecimiento mutuo. Incluso existen corporaciones con brazos dedicados exclusivamente al Corporate Venture, como GV de Google o Intel Capital de Intel.

Algunos de los beneficios que busca una corporación al emplear este mecanismo son: poder de negociación con clientes, complementar su cartera de negocios, capacidad de experimentar sin la presión de una empresa grande por no equivocarse, flexibilidad y velocidad para innovar y renuncia al negocio compensada.

Henry Chesbrough, profesor en la Haas School of Business de UC Berkeley, explica en su artículo “Making Sense of Corporate Venture Capital” que el CVC se diferencia del Venture Capital privado en que comúnmente busca avanzar tanto en los objetivos financieros como los estratégicos. Las inversiones de CVC motivadas por la estrategia son hechas principalmente para incrementar (directa o indirectamente) las ventas y ganancias del negocio incumbente a la corporación. Una corporación bien establecida haciendo CVC estratégico busca identificar y aprovechar sinergias entre ellos. El objetivo final es explotar el potencial de crecimiento adicional dentro de la corporación “madre”. Por ejemplo, la corporación puede invertir en busca de nuevas tecnologías, nuevos mercados, targets de adquisición, y/o para acceder a nuevos recursos.

Según un estudio de IESE del 2018, 70% de corporaciones han incrementado las inversiones en unidades de innovación, 60% de unidades de innovación fueron creadas en los últimos 5 años, 42% de grandes corporaciones han aumentado el uso de mecanismos de corporate venturing en los últimos 6 años y 40% de corporaciones grandes priorizan sus oportunidades de corporate venturing enfocadas en el retorno a corto plazo, perdiendo oportunidades a largo plazo.

Barreras de colaboración

Dado el contexto de rigidez corporativa por un lado y volatilidad del emprendimiento por el otro, existen ciertas barreras ya identificadas en la colaboración corporación-startup. Estas trabas se dividen en 3 etapas, dependiendo de la fase de desarrollo de la startup.

Etapa de construcción (años 1–3):
• No tener una propuesta de valor clara y tangible para la corporación ni el mismo startup.
• Falta de convencimiento en los altos ejecutivos de la corporación.
• Incapacidad de los empleados de la corporación para entender qué está haciendo la unidad de Corporate Venturing y porqué.

Etapa de escalamiento (años 4–10):
• Carencia de una ruta clara, procedimientos, y recursos para expandir la unidad de CV.
• Fracaso de cumplir con las expectativas de la corporación (innovación esperada y retorno de la inversión) o startup (beneficios).
• Falta de agilidad para ser lo suficientemente eficiente internamente y rápido externamente para trabajar con startups.

Etapa de consolidación (año 10 en adelante):
• Falta de libertad en la unidad de corporate venturing para testear nuevas oportunidades en el mercado.
• Dificultad para integrar la unidad de corporate venturing con las líneas de negocio.
• Falta de conexiones y comunicaciones internas entre los distintos responsables de corporate venturing dentro de la compañía.

Rol del Venture Studio

Afortunadamente, existen formas comprobadas de sobrepasar las barreras de colaboración mencionadas anteriormente, y un venture studio es el catalizador perfecto para realizar corporate venturing sin fricción.

Un venture studio es una organización dedicada a diseñar startups de forma sistemática y ayudarlas a crecer y tener éxito. En LIQUID Venture Studio, hemos creado un programa de aceleración enfocado en potenciar el crecimiento de startups digitales fortaleciendo su estrategia, diseño de producto y servicio, y modelo de negocio. En ese sentido, el fomento del vínculo con corporaciones de la misma vertical con las que se pueda formar un partnership valioso es un eje fundamental de nuestro programa.

El equipo del venture studio está conformado por perfiles que conocen ambas caras de la moneda: el mundo corporativo y el del emprendimiento. Este expertise mixto reduce el riesgo de la startup y ayuda a los founders a evitar errores comunes, haciendo más productiva y eficiente la participación de la corporación.

Además, las startups peruanas se caracterizan negativamente por la tercerización de su tecnología y diseño (core capabilities). Los diseñadores y desarrolladores no suelen ser parte del equipo fundador, por lo que se contrata a terceros sin conexión a la misión y propósito de la startup, y esto se evidencia en el pobre diseño de sus productos y servicios digitales, lo que puede generar una fricción indeseada en la relación con la corporación. Por eso, una de las capacidades del programa de incubación y aceleración de LIQUID Venture Studio es la transferencia del know-how de nuestro equipo técnico de diseñadores y tecnólogos al equipo core de la startup, así como asistencia en el scouting para ocupar esos roles con el perfil adecuado.

Creemos firmemente que un mecanismo de co-inversión entre la corporación y un venture studio representa el vehículo ideal para facilitar un proceso de corporate venturing. El equipo técnico de un venture studio cuenta con las capacidades necesarias para asegurar el crecimiento de un emprendimiento, mientras que una empresa “tractora” de la misma vertical (o territorio) del startup puede agregar valor por su experiencia en el sector y penetración del mercado y/o segmento. Una coinversión de este tipo es la manera óptima agilizar los procesos de innovación y desarrollo de nuevos negocios dentro de una corporación y al mismo tiempo darle el boost necesario a la startup siendo acelerada.