Traficante de humanidad.

Dialogo final

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La cosa no es morirme, el tema es cuando y como despedirme. Primero hay que juntarnos y discutir nuestro lenguaje, definir cual sera la seña, ya sea el codazo, tu silbido, o una combinación de gestos que habremos acordado muy celosamente. Así podremos recordarnos, agrupar y resumirnos. Un lunar, una nariz, los ojos de un abuelo, o la historia de un amigo -no se si entiendes-. Hablo de siquiera una sospecha, de darnos una pista sobre humanidad, de recordar, de recordar…

Eso es lo triste del recuerdo, cuando te olvidas. debo mantener mi historia, con sus traumas y bellezas — importante son los traumas, para ir justificando el buen momento-. Ahora comprendo mi necesidad y adoración a la palabra; a la palabra con su peso elemental, la palabra y su sustancia; es necesaria para irnos dibujarnos

Doy cuenta que las he practicado pensando en que después, las pasare por contrabando al mundo inmaterial, seré una especie de pionero; un traficante con humanidad. O Tal vez termine solo, mientras tu repasas estas letras, y vuelves a tu sitio para ir por otra historia.

- bueno… eso es todo -habló mientras afinaba el ultimo detalle- seguiría escuchando, pero creo que estas excepciones; las de escucharte, solo están ensuciando tu final. Basta de retoricas vanidosas. Dejemos de hacerte historia y disfruta el ritual; Te presento tu hermosa historia

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