Joy Division — Unknown Pleasures (1979)
Para bien o para mal, la historia y mística de Joy Division, una de las bandas inglesas de culto más reconocidas, gira en torno a la figura de Ian Curtis. Introvertido, atormentado, fan de la música de Bowie y de la obra literaria de Kafka. Su corta vida condicionó el futuro de la banda.
Pioneros del movimiento musical conocido como post-punk, surgido a fines de los 70 y obsesionados con la angustia y la muerte, debutaron con “Unknown Pleasures” el 15 de junio 1979.
Fue el único disco oficial de la banda publicado antes de su disolución en 1980, gatillada por el suicidio de Curtis, su letrista y vocalista que padecía de epilepsia y depresión.
La icónica portada representa los 80 pulsos sucesivos del primer púlsar descubierto y fue diseñada por Peter Saville, quien realizaba las portadas del sello Factory Records.
El álbum no tuvo singles publicados y por ende no llegó a ninguna lista. Sin embargo, desde la muerte de Curtis, ha recibido elogios sostenidos por parte de la crítica, que lo ha instalado como uno de los discos más influyentes y sindicado como uno de los mejores álbumes de todos los tiempos.
