Cómo el uso de inteligencia artificial mejoró el mundo de los ensayos clínicos
Los ensayos clínicos son un mundo complejo y, lamentablemente, sin porcentajes de éxito demasiados elevados. Un análisis de los datos de ensayos clínicos desde enero de 2000 hasta abril de 2019 estimó que solo un 12% de los programas de desarrollo de fármacos terminaron con éxito.
Los motivos por los cuales este tipo de ensayos suele fallar son varios, pero no se demuestra la eficacia o seguridad de intervención debido a la escasez de dinero que se le brinda a las investigaciones, el abandono de participantes o directamente la falta de reclutamiento de voluntarios en un primer lugar.
Por eso es tan interesante cómo la industria de los tests de fármacos empezó a solucionar esta serie de inconvenientes con el uso de inteligencia artificial.
Los expertos en la materia se vieron impulsados por la cantidad cada vez mayor de datos médicos que están disponibles para los investigadores y la sofisticación de algoritmos de aprendizaje automático. ¿El resultado? No solo porcentajes más alentadores de participación, sino también el ahorro de miles de millones de dólares y la capacidad de acelerar los avances médicos y ampliar el acceso a tratamientos experimentales.
El uso de la inteligencia artificial y algoritmos de entrenamiento en el mundo de las pruebas no solo tiene que ver con el análisis de información, sino también con conseguir voluntarios, que es uno de los pasos más costosos y complejos del proceso.
Por ejemplo, la empresa Antidote, con sede en Nueva York, desarrolló una herramienta que ayuda a las personas a buscar ensayos a los que puedan aplicar. En Argentina la iniciativa “Un Ensayo para Mí”, liderada por Georgina Sposetti, propone algo similar. Otras compañías están trabajando con proveedores de atención médica para encontrar participantes para ponerlos en contacto con proveedores. Los investigadores del Cedars-Sinai Smidt Heart Institute en Los Ángeles, California, utilizaron un software desarrollado por la compañía Deep 6 AI, y encontraron 16 participantes adecuados para su ensayo en solo una hora. Eso hace algunos años era imposible. El enfoque convencional que habían utilizado hasta ese momento había encontrado solo dos personas en seis meses.
Y si bien todavía falta para poder pensar en la meca de los ensayos clínicos a través del uso de la tecnología y los avances en la inteligencia artificial, poco a poco observamos cómo procesos que antes eran caros, complejos y demasiado extensos pueden volverse más baratos, simples y cortos.
Ingrid Briggiler es founder y CEO de Llamando al Doctor, aplicación de telemedicina que facilita la comunicación entre pacientes y médicos a través de videollamadas.
