ST (la mirada encendida) — Raquel Bistuer

Lluerna
Lluerna
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3 min readAug 17, 2023

Hace poco más de un millón de años, el fuego, lentamente, confluyó en la vida humana. Fue gracias a este hecho como los seres humanos empezaron a tomar consciencia de ellos mismos, a crear reunión, lenguaje y a significar la palabra hogar.

Los dibujos realizados en el año veintidós, reflejan una mirada llena de historia y de trayectoria, como símbolo de la consciencia del género humano. Por otro lado, las chispas revoloteantes poseen las formas del fuego, aunque también son leídas como universos, pues mediante esta consciencia adquirida, la humanidad ha ido desarrollando un cosmos en el que se define como especie.

Por consecuente, la serie gráfica del año veintidós renace con un nuevo formato, un escrito poético que deviene las grafías de los avances, así como una animación en formato vídeo que da la vida a la hoguera de la humanidad.

Con el descubrimiento del fuego, se encendió el conocimiento.

Se encendieron también las pasiones,

heredadas de las bestias salvajes

de la evolución del lenguaje

de las conquistas

del desplazamiento constante

de los encuentros furtivos, carnales

y de los vientos que azotaban las mareas.

Se incendió la venda de los ojos,

permitiendo ver en medio de la oscuridad

proporcionando la capacidad de ver el sol en plena noche

y de hallar una gota de agua en un océano.

Se encendió también,

el sueño

la magia

el brillo

la ficción

las sombras proyectadas en la noche

la destrucción

las guerras

las envidias

los monstruos

las fábulas, las que sobreviven y las olvidadas

los amuletos

las danzas en círculos

las ilusiones

las gargantas

y las ventanas.

La llama empezó a prender,

a ser luz que enciende la memoria,

el murmullo constante

e infectante

que como las pandemias

lo arrastran todo a su paso

de forma incesante.

La lumbre brotó en medio de la noche,

imitando al sol,

ficcionando sus rugidos,

sus destellos.

Y danzaron a su alrededor

contando historias sagradas,

fabulas ya oxidadas

transformadas en cimientos que pisar.

Y fue entonces cuando dimos a la luz,

como lo hacen los rayos al tocar tierra.

Dimos a la luz y dimos la luz con la que alumbrar,

Con la que nuestros ojos alumbran el camino.

La mitologái se encargó

de que el fulgor envolviera siempre los cuerpos

de que no cesara la calidez

siempre brillante y

chispeante.

Se extendió así el rumor de la llama

e impregnó todo a su paso,

los troncos devinieron puertas

de entrada,

de salida

de llegada y de partida,

de estancia,

de vida.

Devinieron también ataúdes

que contenían cenizas e historias,

resonando en los pasos de quienes caminan el presente.

Danzando en el aire

siguieron las centellas

alumbrando el conocimiento

revolteando en la memoria

procurando llenar las identidades

con alimento sin fin

como quien llena un estómago

como quien nunca se sacia de vida.

Lluerna és un espai de creació i pensament de la Fundació Joan Miró. Es materialitza com a revista digital amb un esdeveniment presencial a l’Auditori i una festa distesa per fer comunitat en el sector artístic.

En la tercera edició reflexionarem entorn al foc, per més informació visita aquesta pàgina.

Per participar t’has de llegir les bases de participació i enviar el formulari amb un article en PDF sobre l’obra a lluerna@fmirobcn.org. Per a més informació fes clic al següent enllaç. Si vols saber més sobre Lluerna, visita aquesta pàgina.

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