Miedo

Roger Sanchordi
Lo efímero
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2 min readOct 16, 2016

Aquel día, lo recuerdo bien, metí dos triples. Y eso que me marcaba Pascual, sin duda el mejor defensor que teníamos en el equipo. En dos semanas empezábamos la liga y tras la operación para quitarme el quiste del cuello, era mi primera semana entera de entrenamientos tras la intervención. Volvía a sentirme jugador. Tenía que ponerme las pilas.

De camino a casa me crucé con Marta. Hoy no había ido a clase, así que hablamos un rato y le conté las novedades, que Rubén le había tirado al profesor de Religión una bola de papel desde el fondo de la clase y lo habían expulsado al pasillo, que la de Ciencias Naturales había hecho equipos para hacer trabajos y que estábamos en el mismo. Primero de BUP parecía duro, pero de momento al menos era divertido.

Llegué a casa pensando en Marta. Al entrar en la cocina, mis padres callaron. Mi madre salió y mi padre, muy tranquilamente, me informó que teníamos que ir a un hospital de Barcelona. Que había que asegurarse por no sé qué de los resultados de los análisis y que allí había un buen médico. “Pero solo será un día, ¿no? Tengo entrenamientos y vamos a quedar para el trabajo de Ciencias Naturales”, dije. “No puedo faltar ahora”. “No lo sé”, balbuceó mi padre. Salí de la cocina enfadado, ya había perdido una semana de clases y entrenamientos. Me fui a la salita de estar y allí estaba mi abuela, como siempre, con su ganchillo y sus gafas bifocales colgadas en la punta de su nariz. “Diles algo, abuelita”, dije, “ahora quieren que vaya a Barcelona”. Y entonces lo vi en su mirada, en sus ojos enrojecidos por las lágrimas: era miedo.

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Roger Sanchordi
Lo efímero

Ciencia. Bàsquet. Poesía. PRL en @chpcastellon. Socio @escepticos. @PintofscienceES en Castellón.