Un ovni llama a tu puerta

Antonio Morente
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5 min readOct 29, 2016

La semana nos ha salido cargadita de información nacional, con la vista puesta en el rigodón que se bailaba en el Congreso de los Diputados y también en el desgarro que no cesa en el PSOE, cuestión a cada cual más entretenida. Pero entre los leones de la Carrera de San Jerónimo y las palpitaciones de la calle Ferraz se nos han colado unas pocas de historias sevillanas que merece la pena recuperar aprovechando que es fin de semana y que dejamos de tener un presidente del Gobierno en funciones. Y encontramos de todo, desde ovnis (aunque para marcianadas, las de la política nacional), historias de superación, batallitas con urnas funerarias de por medio, cazadores de libros y un paseo por la Sevilla de la pobreza, esa que no sale en las postales.

Algunos de los documentos que ahora son públicos. Foto: Diario de Sevilla.

A los extraterrestres les gusta la Sierra Norte. El Ministerio de Defensa ha desclasificado expedientes que hasta ahora no se podían consultar sobre supuestos avistamientos de ovnis en España y, oh sorpresa, resulta que tenemos cuatro casos aquí en Sevilla. Parece que estos visitantes tienen especial predilección por la Sierra Norte, porque figuran documentos sobre luces brillantes en Constantina y El Garrobo, además de otro sobre una nave en Aznalcóllar. El último de estos encuentros en la tercera fase lo tuvimos en 1995 en Morón de la Frontera, donde un piloto comunicó que había visto un extraño objeto volante. Fernando Pérez Ávila ha recopilado estos casos en Diario de Sevilla, en un reportaje que puede leerse aquí.

Rubén Darío en su habitación del Virgen del Rocío. Foto: Fernando Ruso (El Español).

La lección de vida de Rubén Darío. El que no tiene tiempo para ovnis es Rubén Darío, un chaval paraguayo de 11 años que lleva un lustro recibiendo tratamiento en el hospital Virgen del Rocío de su extrañísima enfermedad, histiocitosis de células de Langerhans: el sistema inmunológico no le funciona bien y su cuerpo genera una legión de tumores (ya le han detectado más de 250), a lo que se une que nunca llega a dormir una hora del tirón. Rubén es un caso entre 200.000, pero en vez de hundirse combate su día a día con su pasión por la literatura, leyendo todo lo que cae en sus manos e incluso escribiendo, de hecho ahora está enfrascado en su autobiografía, como relata aquí Pepe Barahona para El Español.

Rojas Marcos junto a Aguirre anunciando el estallido de la tormenta. Foto: ABC.

La guerra de dos estrellas. Estos días se han cumplido 25 años de aquel día en el que Alejandro Rojas Marcos, recién estrenado como alcalde, cesase como comisario del pabellón de Sevilla para la Expo (que nunca existió, por cierto) a Jesús Aguirre, el por entonces cultísimo ( “Yo me siento destituido, porque cesar es un verbo transitivo”) esposo de Cayetana de Alba. Aquello tenía toda la pinta de acabar mal y así fue, porque no había espacio suficiente en Sevilla para dos egos tan grandes. El detonante fue la cesión del tesoro del Carambolo, una colección de joyas que por lo que se ve no puede librarse nunca de la polémica. El número que se montó nos lo recuerda M. Moguer en ABC aquí.

Asentamiento en el que viven personas que no tienen nada. Foto: Txetxu Rubio (El Correo)

El pecado de ser pobres. “La pobreza puede ser fotogénica, pero nadie que la padezca querrá ser retratado nunca”. Así arranca Ismael Cabral su reportaje en El Correo en el que hace un recorrido por la cara menos lúdicofestiva de una ciudad que hace todo lo posible para que el foco no apunte a estos escenarios. Una ruta desoladora, para que se te caiga el alma a los pies, de personas que en muchos casos son invisibles porque sólo nos damos cuenta de que las tenemos al lado cuando forman un grupo lo suficientemente grande como para asustarnos y pedirle al Ayuntamiento que las quite de ahí. La historia pueden leerla aquí.

Juan Luis de Miguel y Fernando López no paran de pescar urnas. Foto: Pedro Ybarra (ABC).

Lo bien que flotan las urnas funerarias. Ya tenemos aquí el Día de Todos los Santos, así que el reportaje de Pedro Ybarra en ABC tiene la doble oportunidad de la fecha y del debate generado por el papa Francisco I con eso de que no podemos ni tirar por ahí ni llevarnos para casa las cenizas de la familia. Y lo de tirar por ahí es literal, tal cual, porque en el reportaje queda de manifiesto que el Guadalquivir se ha convertido en el sitio preferido para lanzar las cenizas… con urna y todo, tal y como pueden comprobar aquí.

Por ahí resopla un libro. Y para no marcharnos con el cuerpo cortado con tan fúnebre historia, mejor acabar con libros, que no flotarán tan bien como las urnas pero son una compañía mucho mejor. En Letras Anfibias nos hablan de los Cazadores de Libros de Sevilla, un grupo de Facebook que en poco tiempo ha superado los 23.000 miembros dispuestos a dedicarse de lleno a liberar y encontrar libros. Álvaro Martel, un administrativo del SAS, puso en marcha la iniciatica después de ver un vídeo en Bruselas en el que los Pokémon Go eran sustituidos por libros, ¿habrá cosa más revolucionaria? La idea le entusiasmó y se la trajo para Sevilla con un éxito que le está atropellando, tal y como cuenta Sonia Domínguez aquí.

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