8M: 8 de Marzo desde los ojos de un hombre

Este 8 de Marzo, quería tener una historia escrita por un hombre para entender cómo se ve lo que pasamos las mujeres a sus ojos. Así que le pedí a Alejandro Gonzalez Alemán de Redwood que me compartiera su sentir del 8M. Esto fue lo que me compartió:

De pronto pareciera que el 8 de marzo es un día para celebrar, para felicitar a las mujeres que conocemos igual que a mamá el día de las madres o a un amigo en su cumpleaños. Pero no puede estar más alejado de ello.

Hace unos meses estaba comiendo con mis compañeros en la oficina cuando salió al tema que una de ellas llevaba gas pimienta en su bolsa. De inmediato otra de ellas le preguntó “¿y tú cuál usas?”, y otra de ellas presumió que tenía uno que parecía un labial. En cuestión de segundos, todas estaban hablando de los medios que usan para cuidarse en la calle. Desde cómo empuñar unas llaves para golpear mejor, hasta recomendaciones de clases de defensa personal.

Yo acababa de tener a mi hija. No podía creer que en unos años ella iba a tener que comprar su propio gas pimienta. Interrumpí para preguntarle a los hombres, cuántos llevaban con ellos algo para defenderse. Cero.

El 8 de marzo es una fecha de concientización. Es un reclamo, un reproche. Es un hasta aquí.

Mientras las mujeres no puedan caminar con la misma seguridad que un hombre. Mientras sufran acoso en su trabajo, en su oficina o hasta en sus familias. Mientras sean agredidas y resulten abandonadas. Mientras no puedan hacer negocios con hombres siendo tratadas con profesionalismo.

Mientras los acosadores, agresores, abusadores de su posición de poder permanezcan impunes y que a sabiendas de sus delitos se les siga dando espacios para hablar públicamente. Mientras que siga habiendo paneles de negocios sin ninguna mujer. Incluso mientras sigamos como hombres teniendo actitudes retrógradas como no ayudar en la casa o hacernos guajes con los hijos o exigir el desayunito. Mientras el piso no sea parejo… no hay nada que celebrar.

Pero también es un día para reconocer y aplaudir a las mujeres que pesar de todo salen adelante. A las mujeres chingonas que nos dan la lección de que es posible. A las emprendedoras, profesionistas, madres, artistas, líderes. A todas ellas, mi reconocimiento y agradecimiento.

Cómo hombres, debemos hacer conciencia. Ninguno estamos exento. Me llegó un test de micromachismo y me sorprendí dándome cuenta de que yo me pensaba muy libre de culpa, pero soy tan culpable como los demás. Nos toca educarnos, o más bien deseducarnos. Nos toca escuchar más y hablar menos. Tragar la porquería que durante años ellas han tragado por nosotros. Nos toca denunciar y no proteger. Incluir a más mujeres en nuestros grupos sociales y de trabajo. Nuestro rol en esta lucha no es como observadores, debe ser activo y responsable.

El ecosistema emprendedor no está tampoco libre de culpas. Al contrario, está lleno de síntomas: Managers acusados de acoso; solo el 2% del capital invertido se va a empresas fundadas por mujeres; existen mesas directivas de 7 personas sin una sola mujer; aún hay fondos sin colaboradoras mujeres. Menos del 5% de los equipos fundadores que han levantado series B cuentan con mujeres y el 6% de los unicornios. El 29% de los equipos fundadores son mixtos o de mujeres, pero solo reciben el 19% del capital.

Nos toca a todos los hombres en el ecosistema revisar nuestras tesis de inversión, nuestros criterios y procesos, cuestionar a los equipos que se involucran en las decisiones, atrevernos a ser evaluados, incluir en las posiciones de decisión a más mujeres, fomentar su desarrollo dentro y fuera del equipo y designar más presupuesto a sus iniciativas.

Nos toca también en el día a día ser más iguales en el hogar, más iguales en la crianza de los hijos, más iguales en el apoyo que le damos a nuestras parejas. Nos toca hacernos responsables de cuestionar y repensar si lo que durante muchas generaciones nos han inculcado es realmente cultura o un machismo disfrazado de “pues siempre ha sido así” o “pues cada quien lo que le toca”.

Me encantaría que, si un día mi hija quiere ser emprendedora, o VC, encuentre una realidad muy distinta; pero, sobre todo, lo que más quiero es que encuentre un camino parejo y seguro en el que pueda destacar por su talento, por su esfuerzo y por su tenacidad y que pueda ser y hacer lo que ella quiera.

Este 8 de marzo hay que usarlo para reconocer y agradecer a las grandes mujeres en nuestras vidas, pero también para escuchar y cuestionarnos: ¿Estamos siendo parte de la solución? Porque sino, somos parte del problema.

Muchas gracias Alex por tus insights. 👉Déjame tus comentarios y cuéntame ¿cómo tefue en el quiz de micromachismos?

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