Cortocircuito
Me. Des.
Se cae, se pierde, se va
flota y vuela por otro mundo, más allá,
entre cuerdas y armonías
alcanzadas y buscadas
con desesperación.
Se le extravía la mirada y
se le traban los dedos en esos
trastes del desconocido, ¿por conocer?
Ese amor, ¿por construir?
¿por lograr?
¿por encontrar?
Se le llena el aire de violenta saturación
y desaparece la melodía, cae el telón
pesado y húmedo
embebido en temor.
Colisionan el mundo y la realidad,
como un pequeño pájaro que se choca contra
un cristal
limpio demás.
Todo en demasía inundando
sótanos, creando un nuevo lago que
recorre una ciudad furiosa y
des-humana
des-armada
des-variada
des-enamorada
des-entendida.
Des-
Despierta y desnuda, desmintiendo
todos nuestros mitos y teorías musicales.
Desechando nuestras botellas de vino
de festival cutre
des-teñido pero sucio,
des-gastante pero atractivo.
Lo muerto, lo vivo, desaparecido
pero presente y activo.
Descubrir la basura escondida
en los bolsillos de un abrigo des-cosido.
Des-amores y des-conexiones,
desenchufados, el cable a tierra cortado
y el odio generado en un desafinado
intento de encuentro.
Enmudecido y cegado,
lejos, o cerca, pero siempre atrapado
en algún espacio negado del existir
imaginado por alguien
trastornado.
Y tornándo-me
fundiéndo-me
con la mancha de vejez en la alfombra
que era blanca y ahora gris.
Blanco con negro
y gris, en el fondo.
Encarcelándo-me
las palabras
y me desgarra el sueño.
Me desvive,
me muero,
descontrol, cortocircuito,
nada nuevo.