Corporalidad, de Danilo Zárate Pacheco
Será que poesía es lengua fría
horrible latido contractual
ácido fusiforme
criatura cíclope, iracunda
viajera
hace añicos literales vivencias.
Cría obtusa anunciante lírica.
Río seco. Palabra tierra.
Nombre de mil nombres
citas a fuego griego
ahogadas por el indecoro de lo falaz
Camino sobre carteles centelleantes
un significado que desorienta
ninguna estrella se llamaría Lucero si por mí fuera
ninguna aberración debería tener nombre
por más atroz y destructiva que sea.
Mi mente es una cascada seca
un ser incrédulo, devoción por lo inerte.
El pensamiento será bala certera
a los demagogos caerá el peso de su moneda
entornando de plata todos sus límites
corrompidos por el hastío
la venganza está en el egoísmo:
mientras te maltrata, te da de comer.
Nacemos para ser egoísmo,
nacemos por egoísmo,
fecundamos por egoísmo.
La realidad del ser humano
es la consumación de la derrota
mientras intentamos ser héroes anónimos
jugando con la intensión de ser mejores
Los poetas han muerto
alguna vez alguien los recuerda tristemente
vomitando ideologías
cosas que alguien pensó e impuso
hoy estamos lejos de vivir sus ideas
es tiempo del mañana
ya llegamos a lo inexplorado, vivamos.
Inconsciente premonición
inspiración aguda: Tenemos todo para crear.
Ayer, tu piel trigueña encendía mi tarde
te recuerdo corriendo mientras escribo estas letras
te miro y me sonreís,
sonreíme hoy de nuevo.