Lecturas: Zama

La burocracia estatal en la novela de Di Benedetto

Se ha escrito mucho sobre la novela Zama de Di Benedetto: sin lugar a dudas, como lo indican varias reseñas -incluso el propio Saer en el prólogo que escribió para el libro- es una de los textos más importantes de la narrativa argentina.

Producto extraño, novela histórica sin las características del género, lenguaje escueto pero a la vez contundente, existencialismo en el Río de la Plata: hay varias formas de ingresar a la obra. Aquí quiero llamar la atención sobre la relación con el tópico de la burocracia.

Las páginas de Zama ponen en cuestión la vida de un funcionario público, de una persona ligada al funcionamiento de la maquinaria estatal de la corona española. Este hombre, Don Diego de Zama, no está conforme con su vida, y quiere un cambio en ella.

Lo curioso es la forma en la cual se imagina su cambio: en ningún momento piensa en abandonar el Estado, sino que lo que busca es que reconozcan sus méritos, que lo asciendan. Se mostrará así su miseria, porque el hombre confía en la misma maquinaria estatal que lo tiene relegado a un puesto que no desea.

Incluso sus correrías amorosas lo encorsetarán en esta perspectiva: nadie puede enterarse, tiene que fingir sus sentimientos, esconder sus acciones, porque podría enterarse la corona y entonces verse postergado el nuevo puesto que tanto ansía.

A tal punto llega la sumisión de Diego de Zama al Estado que sobre el final de la novela, cuando el ascenso no llega y él se cansa de esperar, decide dar un golpe de timón y cambiar su rumbo. Entonces abandona la administración pública… para pasar a formar parte del Ejército. De un sector del Estado a otro, hace un enroque pero continúa siendo una pieza del gobierno español.