3 clubs alternativos para salir a bailar
Exploramos la vida nocturna porteña. Por suerte, en los últimos años se multiplicaron las opciones fuera de los circuitos tradicionales donde importa ante todo mover el cuerpo: un baile político y subversivo que pueda emanciparse de las convenciones. Vaya aquí entonces una selección de tres clubs para moverse y agitar.
Por Antuan Duriez
Hiedrah: reggeaton político
En 2013 HiedraH inició un cambio inédito en la noche porteña con su club de baile. La HiedraH, autogestionada e independiente, no se limita a una simple fiesta sino que es un sello promotor de los ritmos y artistas de las nuevas corrientes migratorias. Quieren visibilizar la periferia, como ellos dicen. Su música es una mezcla de lo under y lo comercial, y su postura política pone el énfasis en lo latinoamericano y la resistencia urbana. Es una respuesta estética a las desigualdades que quiere hacer emerger un nuevo sonido electrónico híbrido y violentamente bailable.
> @hiedrah
Turbo: cultura de ballroom
Los balls son espacios tradicionales de resistencia de la comunidad queer latina y afroamericana de Nueva York, donde cada uno puede competir en distintas categorías como el concurso de voguing, en el que los participantes, sin tocarse, tienen que derrotar a sus oponentes con las mejores poses. La cultura vogue emergió en los 90 tras la apropiación de Madonna y el éxito del documental Paris is Burning. Ahora vuelve con la nueva ola de fans del universo de Rupaul. La versión local es Turbo, una fiesta hecha por gente queer que ama el voguing y el house. Pero son también espacios para mostrar talentos que de otra forma tienen poca visibilidad. Hay drags, performers y una celebración de las sexualidades disidentes. En Turbo no se segrega por lo físico, al contrario, se festeja la diferencia. Un espacio para liberarse.
Remeneo: trap latino
Según la Real Academia Española, la palabra “remeneo” define un conjunto de movimientos rápidos y continuos. Remeneo, todos los viernes en Beatflow, nace de la mano de un equipo que fue transitando por la Goldie, la Black Cream, la R3di y las otras movidas del neoperreo. Pero los organizadores prefieren el término “remeneo” al de “neoperreo” por la carga misógina de la palabra. Acá el énfasis está sobre el baile, no en las poses, y en que la fiesta sea inclusiva en términos de género. En esa sintonía, se organiza una vez al mes una competición de baile (¡con premios!) para incitar a lanzarse y la crew va invitando, además de los DJs residentes (Mora Ga , Shuubass, Kristo), a artistas internacionales como Elegangster (España) entre otros.
