3 razones para ir a ver Conejo Blanco, Conejo Rojo
La obra experimental del iraní Nassim Soleimanpour cambia de intérprete cada vez y guarda un secreto que debe mantenerse entre los actores y el público.
1. El experimento escénico
Distintos artistas y personalidades de la cultura fueron convocados a participar de esta particular obra que no se ensaya y nadie dirige. Cada uno de ellos recibe el texto en cuestión en un sobre cerrado y sellado que se abre en el escenario con el público presente. Y deben seguir reglas muy estrictas: no ver ninguna función previa, no preguntar ni averiguar detalles. Así, Claudio Tolcachir, Daniel Hendler, Julieta Venegas, Verónica Llinás, Darío Sztajnszrajber, Dolores Fonzi, Rafael Ferro, Julieta Cardinali, Osqui Guzmán, Marco Antonio Caponi y Pablo Fábregas aparecen en las funciones con la misma información que los espectadores, y se enfrentan así al texto, sin preparación. Una propuesta original y desconcertante que se resignifica cada vez. La obra siempre es la misma, pero nunca es igual.
2. El efecto sorpresa
A diferencia de otras puestas teatrales de las que sabemos de antemano con qué podemos llegar a encontrarnos en escena, esta obra parte de la confianza en el secreto. De hecho, se le pide expresamente a los espectadores que no divulguen el argumento ni el contenido de la obra. El efecto sorpresa lo comparten tanto los actores como el público y siempre genera una expectativa interesante, aunque puede volverse en contra. Habrá que ir hasta Timbre4 a comprobarlo en una de las doce únicas funciones.
3. El juego con lo metateatral
Esta obra es una suerte de reflexión sobre el teatro mismo. Conejo blanco, conejo rojo juega con el límite entre lo real y lo ficticio, y nos confunde y hace pensar sobre las convenciones teatrales. Un dato importante es que su autor, Nassim Soleimanpour, residente ahora en Berlín, escribió este texto hace siete años, cuando por una orden judicial no podía salir de su país de origen por haberse negado a realizar el servicio militar obligatorio. Su obra fue representada ya más de 1000 veces en 25 idiomas y estrenada en muchos de los festivales y salas más importantes el mundo. ¿Habrán llegado todos los espectadores a las mismas conclusiones? Seguramente no, pero de lo que estamos seguros es de que se trata de una obra reactiva, que genera pensamiento y reflexión durante y después de cada una de sus funciones.
Conejo Blanco, Conejo Rojo
El sábado 17/3 (23 horas), los lunes de marzo, abril y mayo y el martes 24/4 (20.30) a las 21 en Timbre4 (Mexico 3554, CABA)
Entradas e info en timbre4.com
Próximas funciones:
Sábado 17 Marco Antonio Caponi
Lunes 19 Julieta Venegas
Lunes 26 Veronica Llinás
