5 razones para no perderte el regreso de Twin Peaks
El hermetismo con el que se viene manejando la inminente tercera temporada de la serie que lo cambió todo no deja siquiera imaginar cuáles serán los ejes que transitará. Por eso, qué mejor que mirar atrás para encontrar cinco razones para ver Twin Peaks.
Por Pablo Conde
“Ponete al día con Twin Peaks” de Showtime
David Lynch
Es muy probable que la vuelta al ruedo del director más rompecabezas de la actualidad –tras la ya lejana Inland Empire, su marcianada más radical desde Eraserhead– sea un despliegue de talento sin precedentes. Es necesario que alguien termine de concretar el concepto de “televisión de autor” (o serie, si prefieren), con tanta plataforma online produciendo –y confundiendo. Si ese autor no es Lynch, ¿quién si no?
Mark Frost
Tras editar el libro The Secret History of Twin Peaks (compendio extraordinario de hechos ídem en la región poblada de abetos Douglas, comenzando 200 años antes de la muerte de Laura Palmer), el cocreador de la serie promete editar un segundo volumen, también para verdaderos fanáticos: Twin Peaks: The Final Dossier, desde octubre en todas las librerías no cercanas a vos. Larga vida al e-book.
Dale Cooper
Métodos tibetanos, adicción al café, las tartas y las donas, entereza física y mental, humor absurdo y zumbón, gallardía extrema y caballerosidad de la que ya no hay. Cooper se transformó rápidamente en uno de los personajes más singulares de todos los tiempos, a fuerza de grabaciones para Diane, frases inolvidables y la incomparable interpretación de Kyle MacLachlan. ¡Necesitamos más!
Iconografía
Visualmente, la construcción del cosmos twinpeakero se desplegó con pasmosa firmeza, desde el estilizado universo pin up del cual parecían salir las damiselas de Twin Peaks, con Sherilyn Fenn a la cabeza, hasta el sinfín de objetos y animales totémicos que poblaron la serie: búhos (que no son lo que parecen), troncos, carteles, collares de corazones partidos, grabadoras de audio, plástico que envuelve bellos cadáveres, etc.
Etcétera
Angelo Badalamenti y su música. El elenco completo, que cuando no la está rompiendo es porque la rompe aún más. Bob y los doppelgangers. El humor, que balancea el verdadero terror que causan algunas escenas, en especial las de la película Twin Peaks: Fire Walk With Me (1992). El amor de sus autores por los géneros narrativos. The Black Lodge o el Pabellón negro, según el doblaje latino. Y, por encima de todas las cosas, ese verdadero pináculo del surrealismo televisivo: el final de la segunda temporada, en el que Cooper quizás tampoco sea lo que parece…
Twin Peaks
Domingo 21 de mayo a las 21 en Showtime
> sho.com/twin-peaks
