“A Head Full Of Dreams”, de Coldplay

Los Inrockuptibles
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3 min readJan 20, 2016

¡Volvió la alegría, vieja! O, para ponerlo en palabras de Coldplay, ¡Viva la vida! Tras Ghost Stories, el disco del año pasado en el que Chris Martin daba cuenta de su separación de Gwyneth Paltrow, A Head Full Of Dreams es un borrón y cuenta nueva. Un álbum con un planteo optimista desde su título y desde la elección del dúo sueco Stargate (Rihanna, Katy Perry) para la producción, pero que al mismo tiempo actúa como opuesto complementario de su antecesor. La intención de A Head… es, dentro de los parámetros habituales del cuarteto, facturar una colección de canciones aptas tanto para los estadios y su épica como para la escucha atenta en el hogar. Ahí está el primer tema –que le da nombre al disco– para comprobarlo. “He estado hablando de un amor con la cabeza llena de sueños”, canta Chris Martin para confirmar todo lo escrito, y para enseguidita lanzarse a describir el estado de un millonario cool que ya superó el trauma de su divorcio, al punto de invitar a su ex a cantar en la balada “Everglow”. Pero así como en un restaurante el mozo que se pasa de buena onda para atender termina transformándose en el reverso de lo que pretende, ese exceso de corrección de todo tipo es lo que hace que siempre se desconfíe de Coldplay al juzgar el resultado final de su producto.

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Hay buenos momentos en A Head…: el inicio de “Birds”, con una base que remite a la genial “Close to Me” de The Cure; el poptimismo genuino del single “Adventure of a Lifetime”; el solo de guitarra de Noel Gallagher que magnifica la grandilocuencia de “Up & Up” (que también puede ser vista como una relectura de “Wonderwall” en clave latina) y los duetos tanto con la escandinava Tove Lo en la explícita “Fun” y con Beyoncé en “Hymn for the Weekend”, este último para confirmar la admiración que la diva del R&B y su marido, Jay Z, sienten por Martin. Y otros instantes que restan, como el sampleo de Barack Obama que hace las veces de separador en “Kaleidoscope” o el tema oculto “X Marks The Spot”, un dubstep que aparece mientras se diluye “Army Of One” y que suena más que insípido. Pero el verdadero problema de A Head… es la falta de canciones memorables. Nos guste o no, Coldplay ha trascendido por temas cien por ciento adherentes como “Yellow”, “Clocks”, “The Scientist”, “Fix You”, “Speed Of Sound”, “Violet Hill” y “Viva la vida”. Nada de eso ocurre ni acá ni en Ghost Stories, y eso es lo que debería preocupar a Martin y compañía. El crítico de The Guardian Michael Hann, en su reseña de Alone In The Universe, el nuevo disco de Jeff Lynne, escribió que “no se puede dejar de notar la ausencia de canciones potentes como ‘Mr. Blue Sky’, ‘Don’t Bring Me Down’ o ‘Livin’ Thing’”. Reemplacemos cualquiera de estos clásicos de la Electric Light Orchestra por alguna de las tonadas de Coldplay citadas más arriba y podremos tener un diagnóstico acertado de la actualidad de la banda, más allá de la promesa de Martin de que A Head… sea, quizá, su último disco.

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Coldplay
A Head Full Of Dreams
(Warner)

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