Cannes versus Netflix: la grieta del cine

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles
Published in
4 min readMay 22, 2017

Diario del Festival de Cannes #1.

La 70ª edición del festival de cine más grande del mundo se vio empapada por una polémica tan reelevante como hipócrita: el estreno de películas en cines contra las que van directo a Netflix. ¡Fight!

Por Diego Lerer

Diario de Cannes #1

Ya no quedan dudas de que el consumo cinematográfico está cambiando radicalmente en los últimos años y que la opción hogareña está siendo cada vez más usada como la principal para ver películas. Tras la (no oficialmente declarada) muerte del DVD, las variables que parecen haber quedado son la piratería o Netflix. Hay otras, claro, pero el universo parece cerrarse allí. Es cierto, también, que Netflix está más identificado con las series que con el cine, pero este año en Cannes se planteó por primera vez y de forma clara la pelea por el espacio de consumo “oficial” de las películas.

Hay algo un tanto hipócrita en esta pelea, tomando en cuenta que buena parte del público que se queja también consume sus películas en las diversas opciones de la pantalla chica, pero cuando en Francia se toca no solo una tradición sino una invención suya como es el cinematógrafo, el escándalo no tarda en aparecer.

Este año, por primera vez, Cannes tiene dos películas de Netflix: Okja, una película bastante menor de Bong Joon-ho y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach. Ya se habían visto aquí películas de Amazon, pero esa compañía todavía mantiene el tradicional sistema de exhibición: se asocian con distribuidoras para estrenar sus películas en cine y un tiempo después las da en exclusiva en su sistema de streaming. Como muchos saben, Netflix no funciona así. Para sus responsables, el cine es casi una etapa superada. Hacen o compran películas y las exhiben a través del sitio. Y punto. Nunca las verán en un cine. Pueden ser películas grandes, pero el máximo tamaño de exhibición que conseguirán será el de una TV de muchas pulgadas.

Okja, de Bong Joon-ho — tráiler

Pero Francia no es tan flexible a esos cambios como sí lo son en Estados Unidos y buena parte del resto del mundo. Cuando Netflix no pudo o no quiso acordar con distribuidoras cinematográficas para mostrar sus dos películas seleccionadas en cines franceses antes que en su plataforma (algo que, por las leyes locales, obligaría a poder darlas allí recién dentro de tres años), el festival cambió sus reglas y a partir del año que viene toda película que se presente en Cannes tiene que tener al menos un prometido paso por la gran pantalla. Es decir, si Netflix no se adapta –o esa ley francesa de exhibición no cambia–, no habrá más películas de esa compañía aquí.

Y el debate se hizo presente de entrada, cuando se mencionó el tema en la conferencia de prensa del jurado, cuyo presidente Pedro Almodóvar casi que dio a entender que no premiaría una película de Netflix, mientras que Will Smith –miembro de ese mismo jurado– alabó a la compañía y dijo que no tendría problemas en hacerlo. Y volvió a repetirse en las proyecciones de Bong Joon-ho y Baumbach, que arrancaron con sonoros abucheos cuando apareció el logo de la compañía.

Wonderstruck, de Todd Haynes — tráiler

Para sumar potenciales controversias, la película de Bong arrancó mal proyectada (en un formato errado) y tuvieron que detenerla casi media hora y arrancar de nuevo, en un hecho que muchos sospechan que fue un boicot –o algún tipo de no tan velada amenaza– de los proyectoristas al formato Netflix, uno que de triunfar como la principal opción de mercado terminaría dejándolos sin trabajo, algo que ya está sucediendo en muchos lugares.

El festival cambió sus reglas y a partir del año que viene toda película que se presente en Cannes tiene que tener al menos un prometido paso por la gran pantalla. Es decir, si Netflix no se adapta –o esa ley francesa de exhibición no cambia–, no habrá más películas de esa compañía aquí.

Hay algo un tanto hipócrita en esta pelea, tomando en cuenta que buena parte del público que se queja también consume sus películas en las diversas opciones de la pantalla chica, pero cuando en Francia se toca no solo una tradición sino una invención suya como es el cinematógrafo, el escándalo no tarda en aparecer. Los únicos que parecen disfrutar de la pelea son los de Amazon, que no solo respetan la tradición clásica de la sala de cine, sino que presentaron lo que para muchos es la mejor película hasta el momento en la competencia oficial: Wonderstruck, de Todd Haynes. Así que, al menos en la pelea del streaming de películas festivaleras, Amazon viene ganando por robo. Netflix, de todos modos, podrá perder la “batalla de relaciones públicas”, pero sigue sumando millones de clientes mientras unos pocos seguimos peleándonos por los tamaños de las pantallas.

--

--

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles

El medio para los que hacen — Música, cine, libros, artes y más.