“Configuración de la última orilla”, de Michel Houellebecq
Cuando un hombre escribió novelas memorables, se volvió lo que se suele llamar una estrella pública internacional, recibió incluso el sacrosanto premio Goncourt antes de que se volviera un chiste, y después de todo eso sigue escribiendo poemas, es una señal de que ese hombre no puede ser un mal tipo. El nuevo poemario de Michel Houellebecq, Configuración de la última orilla, publicado originalmente en 2013, acaba de ser traducido al español (en edición bilingüe).
Para Houellebecq, el tiempo no es infinito, y las posibilidades de renovar cierta gracia, cierto placer existencial, son pocas.
Lo que conmueve en Houellebecq es que sigue siendo siempre él mismo, perpetuando su universo invariablemente houellebecquiano. Aunque algunos hayan considerado que el estilo de Ampliación del campo de batalla era demasiado “chato”, no escrito, y hasta llegaron a decir que sus novelas pecaban de ausencia de estilo (¿eh?), sus frases siempre revelaron verdadera poesía. Pero la de Houellebecq es una poesía “en frío”: ni lírica, ni oulipiana, los dos clichés de la poesía francesa. En poco menos de cien páginas, el escritor regresa a sus obsesiones (el mundo que cambia, las posturas patéticas de cada uno, cierto romanticismo negro en versos que recuerdan a canciones pop). Poemas que no están nunca afuera ni más allá de lo contemporáneo, pero que juegan constantemente con eso. Textos como aforismos, o micronovelas, o futuras novelas. Y frases que se articulan de manera inesperada, y golpean, y permanecen. La vida gira alrededor de una epifanía perdida y de la imposibilidad de soportarlo: “Y entonces de repente todo pierde su atractivo/ El mundo sigue ahí, repleto de objetos variables/ De discreto interés, fugitivos e inestables/ Una luz mortecina baja del cielo abstraído”.
Para Houellebecq, el tiempo no es infinito, y las posibilidades de renovar cierta gracia, cierto placer existencial, son pocas. Todo esto está dicho con un fatalismo que algunos considerarán desesperado, mientras que tan solo es la marca de una lucidez apabullante propia de los grandes escritores.
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Michel Houellebecq
Configuración de la última orilla
(Anagrama) 104 páginas
Traducción de Altair Diez
Entrevista pública con Gonzalo Garcés: jueves 10 de noviembre a las 20 en la Sala AB de El Cultural San Martín (Sarmiento 1551, CABA). Entrada gratis.
Las entradas se retiran 2 horas antes del evento. Máximo dos entradas por persona.
Foto Renaud Monfourny