Cristóbal Briceño no puede parar de hacer canciones

El músico chileno se desdobla en dos discos que salen a la luz casi simultáneamente: “Para Hondo”, un LP doble, casero e intimista, y lo nuevo de Ases Falsos, “Mala Fama”, donde le da forma a canciones pop de alta costura. Él mismo explica la génesis y la convivencia de cada una de sus obras.

Julián Fernández Mouján
Los Inrockuptibles
4 min readJul 6, 2018

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Foto Ramón Vásquez

Para Hondo y Mala Fama salieron casi simultáneamente, ¿por qué?
Buena pregunta, no lo sé. No tengo mucho ojo comercial, pero sí sé que no es bueno dejar los discos para fin de año, van acumulando el peso de los meses y la cosa se pone medio tormentosa. Así, en cambio, me siento desembarazado de ellos, liviano, listo para continuar con lo mío.

¿Cómo vas construyendo las canciones? ¿Sabés de entrada si son para un disco solista o para Ases Falsos?
No, de entrada no sé nada. Lo único que sé, y no quisiera parecer demasiado místico, es que una canción me llama, desde algún lugar, y reclama mi atención. Muchas veces las canciones me parecen, o mejor dicho, se me aparecen como si fueran, no sé, el esqueleto de un dinosaurio o una ruina arqueológica que se revela de a poco. Uno nada más tiene que ir limpiando, removiendo el polvo con cuidado de no echarla a perder.

Que Para Hondo sea un disco doble es casi un acto romántico en épocas de Spotify, YouTube y demás formas de escuchar un disco. ¿Por qué lo dividiste en dos?
Sí, es verdad, soy un romántico de la época de oro de la canción. Me da mucha pena, pero una pena árida, que estos años pasen y no dejen una sola canción para la posteridad, me refiero a los hits de los rankings internacionales, cuando en los sesenta, setenta u ochenta caían a raudales. Supongo que me he quedado estancado románticamente en ese concepto. Pero no en una onda retro o vintage, no ando buscando vinilos en las ferias de antigüedades, no todavía. Y al mismo tiempo me resisto a usar Spotify, aunque creo que funciona muy bien y que la penosa calidad de los archivos de audio no se nota tanto en esta época en que escuchamos música en tan baja fidelidad. ¿Has oído algo más triste que un clásico sonando por los microparlantes de una notebook? ¿O a través de esos audífonos que compramos a la salida del metro? Mi plataforma es el CD, de hecho soy coleccionista de CDs de segunda mano. Pero volviendo a lo del romanticismo, es cierto, me enamoré muy temprano de discos dobles como el Álbum blanco, el London Calling o el Something/Anything. No sé si tendrá que ver con vanidad o con gula, pero me gusta esa cosa excesiva, así como también puedo disfrutar un disco pequeño. En fin. No lo pensé mucho, es solo que se me hicieron demasiadas las canciones y creí que una buena forma de limpiar el trabajo, y de hacerlo más accesible, era dividiéndolo. Me parece que funcionó.

“Soy un romántico de la época de oro de la canción. Me da mucha pena, pero una pena árida, que estos años pasen y no dejen una sola canción para la posteridad, me refiero a los hits de los rankings internacionales, cuando en los sesenta, setenta u ochenta caían a raudales.”

Una diferencia evidente entre los dos discos es el estado de ánimo. ¿Eso te influye a la hora de llevar un tema para la casa de Ases Falsos o “quedártelo”?
Bueno, no es tan dual la decisión. Yo toco y compongo además para Las Chaquetas Amarillas, Los Mil Jinetes y el Dúo Niágara, entre otros, así que no es una cuestión tan binaria. Por supuesto, a la hora de nutrir el cancionero de Ases Falsos lo hago pensando en que serán canciones tocadas mil veces, generalmente en escenarios grandes, en festivales y cosas así. Hay que elegir material apto.

¿Cómo creés que creció la música de Ases Falsos desde Juventud Americana hasta hoy?
Creo que ha crecido de manera bastante natural, al modo de un ser vivo. Me gustaría pensar que si tomas una navaja y cortas en un lugar cualquiera de la historia de la banda, sale sangre, ¿me entiendes? Tenemos un sentido muy poco maquinal de hacer las cosas.

¿Cuándo venís para Argentina a presentar los discos?
Cuando se me requiera. Igual estoy yendo de manera bastante regular y creo que ahora a fines de agosto andaremos por Buenos Aires y La Plata. Me pregunto por qué nunca hemos ido a Mendoza, quedando tan cerca.

Cristobal Briceño
Para hondo

Ases Falsos
Mala fama

> http://asesfalsos.cl/

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