“Curados de espanto” en La Tribu

Con sede en la radio La Tribu, Curados de espanto es la punta de lanza de una serie de proyectos en los que la práctica artística excede los formatos tradicionales del arte. / Por Lara Marmor

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Curados de Espanto ocupa un punto estratégico en la cartografía del arte reciente, definida a través de proyectos impulsados por artistas que unen práctica artística y gestión institucional. En estos espacios, la acción no se reduce a lo que sucede dentro del dispositivo de exhibición sino que se crean instancias de sociabilidad a través de redes. Artistas de distintas generaciones promueven encuentros para el desarrollo del pensamiento en una coyuntura donde el arte se mueve dentro de la esfera pública y en contacto con otras disciplinas. Atravesados por el sentido de comunidad, sus planes de trabajo fomentan experimentaciones extradisciplinares a través de intercambios con la sociología, la antropología o la arquitectura. Son irrespetuosos de los límites y entienden el arte como un todo: hacen circular obras que intervienen sistemas, filtran información, se apropian del espacio público y las instancias de encuentro y debate son pensadas como práctica artística. Operan desde lugares de resistencia o generando intersticios en el circuito, mientras asumen la tarea de crear un nuevo público en un contexto regido por galerías comerciales o fundaciones de origen privado.

Curados de espanto es el proyecto curatorial impulsado en 2009 por Karina Granieri y Agustín Blanco con sede en La tribu, una radio comunitaria donde se promueven debates sobre cultura libre y copyleft. Granieri y Blanco obtuvieron un magro subsidio del Fondo Nacional de las Artes para llevar adelante su programa curatorial en relación al espacio específico de la estación emisora y sus coordenadas ideológicas. Invitan artistas y a distintos agentes, diseñan invitaciones, montan y desmontan en la radio que se convierte en laboratorio cultural.

Granieri reconoce que trabaja en sintonía con La Dársena, espacio radicado en un ex kiosco de Almagro, donde realizan exposiciones e instancias de encuentro y reflexión. Suma a Los iconoclasistas, un laboratorio de comunicación que activa tácticas de resistencia mediante recursos gráficos como mapas y estadísticas en contextos específicos. Se incorporan a la coalición, El laboratorio audiovisual comunitario impulsado por artistas y comunicadores sociales que llevan adelante un programa de capacitación audiovisual para producir contenidos en la TV comunitaria; La Oficina proyectista, espacio de exhibición y fomento de redes sociales; el Laboratorio de Investigación en Prácticas Artísticas Contemporáneas que depende la Universidad de Buenos Aires y el Clú, con sede en el Patio del Liceo. Podríamos sumar el trabajo de El Centro de Investigaciones Artísticas y Articultores con base en Once Libre, entre otros tantos proyectos donde la práctica artística excede los formatos tradicionales del arte. Si todas estas plataformas de trabajo se unieran y lograran entablar diálogo con críticos y teóricos del arte capaces de acompañar este proceso de transformación de la práctica y del escenario artístico, podrían convertirse en un potente campo fuerzas preparado para promover el potencial emancipador del arte.

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Ciclo Curados de Espanto, de K. Granieri y A. Blanco.

En FM La Tribu, Lambaré 837.