David Ayer habla de Bright, la película con mayor presupuesto de Netflix
2017 también fue el año en el que Netflix pisó fuerte a la hora de posicionarse como productora de films importantes. Su última apuesta es Bright, dirigida por David Ayer y protagonizada por Will Smith y Lucy Fry. El director cuenta cómo fue sentirse parte de una nueva manera de producir cine.
Por Maia Debowicz
Godzilla y su pandilla furiosa no solo conquistaron la pantalla grande para convertir los planos generales en rings de boxeo. Los kaijus fueron desde su nacimiento una poderosa metáfora pop de las tragedias que asolaron la tierra del sol naciente: desde los terremotos hasta las bombas atómicas que los yanquis lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial. Es que los monstruos, desde los primeros relatos mitológicos, han servido siempre para ponernos en la cara, bajo una lente de aumento, nuestras represiones y miserias. David Ayer abraza a los monstruos en Bright, su séptimo largometraje y primero filmado para Netflix, para hablar del racismo y la tensión entre etnias que hoy ensombrecen a la humanidad. Abandona el realismo salvaje que lo caracterizó en los comienzos de su carrera como director, cuando bajo una mirada sangrienta enfrentó a un Keanu Reeves perturbado con sus pares policías para luchar contra la corrupción de la fuerza (Reyes de la calle, 2008) y convirtió a Arnold Schwarzenegger en un arma humana que disparaba balas de plomo al ritmo de los latidos de su corazón musculoso con tal de vengar la cruel matanza de su familia (Sabotage, 2012), para invadir Los Ángeles –la ciudad que tantas veces eligió para que vivan y peleen sus personajes– con elfos, duendes y orcos. El hombre que en su juventud fue un marinero, como Popeye, y transformó sus días dentro de un submarino en una guerra filmada en el estómago de un tanque (Corazones de hierro, 2014) tatúa en la súper producción protagonizada por Will Smith y Joel Edgerton, acompañados y amenazados por la fuerza sobrenatural de Lucy Fry y Noomi Rapace, las mismas temáticas que atraviesan toda su obra: la traición entre compañeros y los prejuicios ocupando el sillón del enemigo. Un año después de incursionar en el universo de los superhéroes con Escuadrón suicida, le quita el disfraz de Deadshot a Will Smith para que use el traje de Daryl, un policía gruñón que debe encontrar, a la fuerza, su sidekick en un orco con tanto maquillaje que es difícil recordar que debajo de ese hocico se encuentra el australiano Edgerton.
Como una posible nueva versión de Alien Nation, Max Landis le dio letra a las ideas visuales de David Ayer. Desconfiado del fanatismo de la industria por el CGI, el director de En la mira no le suelta la mano a la clásica manera de crear monstruos y heridas de arma blanca. Sigue eligiendo los efectos en físico, sin importar las facilidades y posibilidades infinitas que permiten hoy las computadoras. Es en ese gran detalle donde su relación con el realismo sigue intacta. Su devoción por las luces fluorescentes sobre el plano equivalen los paisajes pintados a mano que se posaban detrás de los castillos de las películas de la Hammer. Bright, la película producida por Netflix con mayor presupuesto hasta el momento (nada más y nada menos que noventa millones de dólares), nos invita a una galaxia cercana donde los duendes no son sinónimo de cuento encantado. La violencia descontrolada –marca autoral de Ayer– estalla en su forma más gore en la plataforma en streaming, demostrando que no importa el tamaño de la pantalla a la hora de llenarnos con plomo y bañarnos de sangre.
“Lo salvaje de esto es que la película se estrena en todo el mundo, y en todos los idiomas, al mismo tiempo. Algo así como 192 países… Es un evento mucho más grande que un estreno tradicional.”
ENTREVISTA > ¿Qué diferencias hay entre filmar una película para estreno en streaming y filmar una película para estreno en salas?
Hice la película de la misma forma que las anteriores, con el mismo equipo, las mismas cámaras y los mismos actores, así que básicamente es lo mismo. De la misma forma que un músico graba en un estudio una canción que puede escucharse en un disco de vinilo o en Spotify, un servicio de streaming. Tuve mucha libertad y creo que Netflix es muy valiente al permitir que los directores tengan una voz. Me dejaron ser el director que soy y confiaron en mí para contar la historia. Lo salvaje de esto es que la película se estrena en todo el mundo, y en todos los idiomas, al mismo tiempo. Algo así como 192 países… Es un evento mucho más grande que un estreno tradicional. Mucha más gente va a ver esta película el mismo 22 de diciembre, día de su estreno, que si fuera en cines. Creo realmente que es el futuro. Pero aparte de eso, técnicamente es la misma película que verían en una sala de cine.
En general dirigís tus propios guiones, con algunas excepciones. ¿Cómo es trabajar con un guionista, en qué difiere de trabajar con un guion propio y qué te interesa a la hora de contar una historia?
El trabajo de un director es el mismo, sin importar de donde proviene el guión, así que fue lo mismo para mí. Pero fue divertido tener un colaborador, trabajar con alguien. La gente es interesante. Me gusta llevar a la audiencia a mundos en los que no ha estado antes. Un buen cineasta puede abordar cualquier tema. Se trata de encontrar la historia correcta para llevarte a ese mundo.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar por primera vez con Max Landis?
Adoro a Max. Es brillante y tiene una forma única de ver el mundo. Nunca conocí a alguien con tanto conocimiento sobre historietas, fantasía y ciencia ficción. Y además es increíblemente apasionado, le encanta hablar de los personajes y del mundo que habitan. Así que fue una gran experiencia.
La mayoría de tus efectos especiales y maquillajes están hechos en físico. Utilizás muy poco el CGI en un momento donde las películas de acción se han vuelto dependientes de esta tecnología. ¿Por qué te interesa más filmar con métodos artesanales y en el set?
Sé cómo hacerlo mejor en el mundo real de lo que sé hacerlo en una computadora. Y es más fácil de poder controlar. Las imágenes generadas por computadora no siempre funcionan, como hemos visto últimamente en el cine. Pero también les da a los actores algo que puedan ver y a lo que puedan reaccionar, que esté frente a ellos, y creo que de esa forma se consigue una mejor actuación. Tuve mucha suerte con los maquillajes. Viniendo de filmar Escuadrón suicida ya sabía qué quería y cuáles eran los desafíos. Eran cosas que ya había hecho. Filmar una película así es maratónico, con jornadas de 14 o 16 horas. Estoy muy orgulloso de mis actores, que nunca se quejaron. Fueron como soldados.
En Bright se repiten algunos elementos que están presentes en casi toda tu filmografía: la tensión entre etnias, el racismo, la corrupción en las fuerzas de seguridad y la traición entre pares. ¿Por qué son tan importantes esos temas?
Pienso que es parte del mundo en el que vivimos, algo que vi mientras crecía, cuando era más joven. Cosas que experimenté… Así son las historias que me atraen: filmar en Los Ángeles y mostrar una ciudad que conocemos de una forma diferente. Es mi manera de hacerlo. Crecí acá y es mi ciudad.
En Bright volvés a trabajar con Will Smith, luego de haberlo convocado el año anterior para que protagonizara Escuadrón suicida. ¿Qué tiene él como actor que no tienen otros para que lo vuelvas a elegir?
Will es una persona muy agradable, esa es su reputación, por lo que se lo conoce. Pero también es muy inteligente a la hora de elegir sus películas y sabe cómo hacer que sean mejores. Y he descubierto que lo mejor es trabajar con aquellas personas de las que se pueda aprender y que eleven el nivel de tu trabajo. Y eso pasa con Will. Bright es una película divertida pero también tiene un mensaje. Y creo que Will conectó con eso. Usamos la alegoría para poder hablar del mundo de hoy. Y es parte orgánica de la película. Amo a Will a muerte, nos dimos la mano y confiamos el uno en el otro. Es un tipo bueno y confiable.
Lucy Fry me contó que, para que sienta lo mismo que su personaje –un elfo–, le pediste que recite la plegaria del esa criatura mitológica en la cima de una montaña. ¿De dónde surge esa idea?
Es simplemente tarea para los actores. Me gusta darles cosas para hacer. Crean un momento en sus vidas fuera del set de filmación para que conecten sus personajes con el mundo en el que viven y con el personaje que interpretan.
Bright
De David Ayer
Con Will Smith, Joel Edgerton y Lucy Fry