Eels “Novocaine for the soul” (1996)
Eels no existe. No es una banda: es tan sólo una idea que está en la cabeza de Mark Oliver Everett, mentor y líder del proyecto (aunque antes del lanzamiento de Beautiful Freak, su primer disco de 1996, Everett había lanzado tres álbumes como solista).
Beautiful Freak es un disco de canciones, bellas y sensibles, compuestas por el hombre más fuerte del mundo, porque además de un gran músico Everett es un gran escritor. Su autobiografía Cosas que los nietos deberían saber cuenta su trágica historia en la que todas las personas que le importaron fallecieron de maneras terribles, incluso su padre, el inventor de la teoría de Universos Paralelos.
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Volviendo al disco, la primera canción se titula “Novocaine for the Soul” y arranca con un fragmento de “Let the Four Windows Blow” de Fats Domino, para luego dar inicio al tema que fue compuesto en conjunto con Mark Godenberg, colaborador de la banda. La letra comienza tajante: “Life is hard, so am I, You better give me something, so I don’t die”. En ese entonces la banda era un trío, pero contaba con músicos que sumaban orquestaciones de violines y teclados al tema que abrió el disco. Si bien muchas otras canciones de Beatuiful Freak fueron legendarias, “Novocaine fo the Soul” es la que más define la idea total del grupo: canciones pop que no llegan a ser hits pero que se tornan pegadizas, simples a una primera escucha pero terriblemente complejas a la segunda, por la cantidad de instrumentos, arreglos, cambios de melodías y ritmos.
El clip fue dirigido por Mark Romanek, quien trabajó con artistas como Michael Jackson y Madonna pero también con Sonic Youth y Beck. Rodado en blanco y negro, Everett aparece en un lugar industrial escuchando la canción de Domino desde un tocadiscos y comienza a elevarse junto a los integrantes de su banda. Eels mutó a partir del mismo concepto: canciones fáciles de escuchar, aunque sus discos fueron cada vez más y más complejos y variados, pero sin olvidarse del puntapié inicial, esa canción que lo dice todo sobre ellos mismos. / Ariel Pukacz