Entrevista a Analía Couceyro: “Creo que hoy soy mejor actriz que hace veinte años”

La actriz pone su cuerpo al servicio de cada nuevo proyecto. Ahora es una de las protagonistas de Tiestes y Atreo, la arriesgada obra de Emilio García Wehbi en el Teatro Cervantes.

Los Inrockuptibles
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5 min readJun 7, 2018

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Por Alejandro Lingenti

Foto Xavier Martin

Cuando tenía apenas 14 años, Analía Couceyro quiso estudiar alemán. Se anotó en el Instituto Goethe y, como parte de las actividades destinadas a que aprenda el idioma, le propusieron sumarse a un grupo de teatro educacional. Una manera lúdica y menos programática de incorporarlo que finalmente le sirvió también para tomar una decisión clave en su vida: la de dedicarse a la actuación. Hoy, treinta años después de aquel hecho fortuito y feliz, Couceyro es una actriz con una trayectoria impecable, prestigiosa, muy reconocida en su medio. Y también con mucho trabajo: es una de las protagonistas de Tiestes y Atreo, una obra ambiciosa y atrapante que Emilio García Wehbi (también a cargo de la dirección de la pieza) escribió a partir de una tragedia de Séneca, y pronto se estrenarán dos ficciones en las que tiene roles importantes: La sabiduría, una película del director argentino Eduardo Pinto (Palermo Hollywood, Corralón, Natacha, la película) producida por el español Álex de la Iglesia, y una nueva versión de Esperando a Godot, la célebre obra de Beckett, dirigida esta vez por Pompeyo Audivert para el Teatro San Martín. Hay más: Couceyro escribió los diálogos de Las hijas del fuego, la película de Albertina Carri premiada en el último Bafici, con estreno previsto para este año. Todas pruebas de su espíritu emprendedor y polifacético. “Hay varias cosas que me interesa desarrollar con la misma intensidad que la actuación”, confirma ella. “La escritura y la dirección, definitivamente. También me estoy planteando algo del orden de la salubridad en relación al trabajo de actriz: laburé un montón durante muchos años y ya necesito regularlo un poco más. Creo que no debería ‘abusar’ tanto de la actuación como lo vine haciendo en los últimos tiempos. Es un oficio que requiere un alto nivel de exposición. Hablo de algo del cuerpo y la emoción que es distinto, más intenso que en otros trabajos.

Esa nueva estrategia ya está en marcha: Couceyro planea terminar este año una obra teatral que ya empezó a escribir y que también dirigirá e interpretará. No tiene prevista una fecha de estreno, lo hace sin apuro porque la demanda de Tiestes y Atreo (donde comparte elenco con otras once mujeres, entre ellas Maricel Álvarez, Florencia Bergallo, Carla Crespo y Verónica Gerez) es muy alta: cuatro funciones semanales de una obra intensa y exigente de dos horas de duración.

Nunca había trabajado con García Wehbi, y todo el proceso fue muy intenso. Ensayamos muchas horas porque él trabaja detalladamente todo lo visual, lo pictórico de la escena. Y también hubo mucha energía puesta en encontrarles el tono y el registro plástico a los monólogos que hacemos en la obra. Igual, como me llevo bien con la literatura y con la plástica, no fue un problema para mí. Naturalmente voy a esos lugares… Y Emilio escucha mucho las propuestas de los actores”, dice. En Tiestes y Atreo hay una gran cantidad de información que circula en la escena: paisajes distópicos, sangre a borbotones, traviesas niñas ataviadas como azafatas, un impactante texto del anarquista sueco Stig Dagerman, canciones de Tom Waits y Tindersticks y hasta un segmento de rap en el que Couceyro y Álvarez, sorpresivamente, se luce por su vibrante flow.

“Creo que hoy soy mejor actriz que hace veinte años. Quiero decir: soy una actriz para más obras. Hay algo de la experiencia adquirida en el trabajo y de la técnica que me permiten moverme más cómoda en un registro mucho más amplio.

Si la partitura está clara, como en este caso con García Wehbi, yo me animo a hacer lo que haga falta. Hago seguido el ejercicio de pensar en mi desempeño como actriz desde que empecé hasta hoy. Creo que tengo suficientes herramientas, después de tantos años de trabajo. Esta obra, por el nivel de desgaste que me genera, me recuerda a El corte, una que hice con Ricardo Bartís en el 96, también en el Cervantes. Entre esa época y hoy, he ido acumulando saber. Y perdiendo otras cosas, claro: energía, juventud, fuerzas. Este trabajo tiene algo angustiante y al mismo tiempo atractivo: nunca podés estar tranquila, no podés dormirte en los laureles, descansar pensando en que ya está, que la tenés atada. Y eso mismo hace que tengas una adrenalina nueva cada vez. Creo que hoy soy mejor actriz que hace veinte años. Quiero decir: soy una actriz para más obras. Hay algo de la experiencia adquirida en el trabajo y de la técnica que me permiten moverme más cómoda en un registro mucho más amplio. Esto no quiere decir que estoy siempre bien en todos esos registros, pero es mejor que solo profundizar en un único tono, que es lo más usual”.

Analía Couceyro en Tiestes y Atreo

Al margen de los años de formación en El Sportivo, el famoso estudio/taller de Ricardo Bartís, una experiencia clave para ella, Couceyro también aprendió de otros referentes. Cuando era muy joven (nació en 1974), tuvo un fugaz paso por el Parakultural y encontró allí muchas fuentes de inspiración: Alejandro Urdapilleta, Batato Barea, Humberto Tortonese, Los Melli, Las Gambas al Ajillo, Las Hermanas Nervio… Toda una escuela de actuación que, a tono con la efervescencia cultural porteña post-dictadura en los 80, entendía como un compromiso político el hecho de poner el cuerpo en escena. La actuación abordada como campo de investigación y reflexión, más que como mera profesión burocrática o simple pasatiempo: “Ejercitar la reflexión sobre lo que hacés como actriz te hace mejorar. Tomar conciencia y trabajar la técnica mejora mucho las cosas. Hay un mito en relación al dominio de la técnica: se supone que una actriz que puede entender cabalmente lo que hace y por qué llega a tal lugar es fría o mecánica. Eso no es verdad. La técnica no es un corsé, sino una herramienta muy útil”.

Tiestes y Atreo
De Emilio García Wehbi
Hasta el 24 de junio, de jueves a domingos a las 20 en el Teatro Cervantes (Libertad 815, CABA).

> teatrocervantes.gob.ar/obra/tiestes-y-atreo

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