Entrevista a Lena Dunham

Con la tercera temporada de Girls, esta veinteañera terminó de hacerse un lugar entre las chicas de la comedia. A punto de sacar su primer libro, cuenta cómo es esto de ser una de las voces de su generación. / Por Jacky Goldberg.

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¿Cómo fue tu primer acercamiento a Judd Apatow y cómo es la relación cotidiana con él después de tres temporadas de Girls?
Un día abrí mis mails y vi uno cuyo título era “de parte de Judd Apatow”. Lo abrí y leí: “Si querés mucha plata para hacer una película y alguien te molesta en tu proceso creativo, llamame”. Respondí: “Isabelle, si sos vos, andate a cagar. Si sos Judd Apatow, eh, gracias, qué honor”. Al día siguiente, llamo a su oficina y escucho: “Hola, soy Isabelle”, pero la voz era demasiado grave. Cuando escribimos juntos, nos llamamos a menudo muy tarde por la noche y hacemos una suerte de ping pong: yo le envío un borrador, él le agrega chistes, yo le agrego los míos, y luego a veces a él le parece que la escena no tiene que ser graciosa y me aconseja corregirle el tono y otras cosas.

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“Quizá fue un error llamar a mi serie Girls, pero no pretende ser universal. Está basada en mi experiencia personal.”

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¿Cómo te llevás con la crítica que se le hace al programa?
Me encanta. Y cuando leo una negativa sobre mí, aunque esté poco argumentada y sea poco constructiva, pienso en eso, y puede ser que lo integre en mi proceso. En cambio, lo que no me tomo en serio es ese raudal de insultos en Twitter, esa gente que me dice “gorda” o “pelotuda” mientras se masturba con la otra mano, en lo más recóndito de su garaje. Por otro lado, pienso que quizá fue un error llamar a mi serie Girls, pero no pretende ser universal. Está basada en mi experiencia personal. ¿Por qué una serie sobre mujeres debe representar a todas las mujeres? ¿Se le pide lo mismo a una serie sobre chicos?

Uno de los aspectos más sorprendentes de la serie es su relación con el cuerpo. Si bien la desnudez femenina es frecuente en el arte o en la danza contemporánea, es diferente en el cine y en la tele, incluso en una cadena tan poco puritana como HBO, a la que, de hecho, se le critica justamente eso.
Creo que lo que cambia con Girls es que la desnudez no está necesariamente asociada al glamour. Ni siquiera está calculado, es algo muy natural para mí. Me dicen “¡sos tan valiente por desvestirte así!”. En realidad, ¡no hay ninguna valentía en hacer algo que no nos da miedo! Aparecer desnuda en la televisión nunca me asustó. Ahora me calmé, pero estaba completamente obsesionada con Saturday Night Live cuando era adolescente. A mediados de la década pasada hubo un momento increíble, una edad de oro para las mujeres comediantes, en el que se podía ver a Maya Rudolph, Amy Poehler, Tina Fey, Ana Gasteyer, Cheri Oteri y Kristen Wiig hacer reír con sus cuerpos y sus debilidades en vez de querer ser glamorosas a cualquier precio. Eso es lo que me enseñaron.

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