“La actuación me ayudó a saber cómo pararme frente a la gente.” Entrevista a Valentín Oliva / Wos
A los 20 años, Valentín Oliva se convirtió, detrás del nombre artístico Wos, en la figura más importante del freestyle local. Y ahora el rapero le juega unas fichas al cine en Las Vegas, lo nuevo de Juan Villegas que protagoniza junto a Santiago Gobernori y Pilar Gamboa.
Por Nazareno Brega
¿Cómo llegaste a Las Vegas?
Paula Grinszpan, mi primera profesora de teatro en la escuela de Nora Moseinco, me recomendó con Juan Villegas. Ella siempre me habilitó, ya me había recomendado para una obra. Hice un casting, pasé un par de pruebas y salió. Empecé a estudiar teatro a los 14 años, pero ya había hecho un taller que se llamaba “Cine x chicos”. Iba con mis amigos del barrio, con los que también empecé a rapear. Y de toda esa experiencia lo que más me gustaba era actuar. Y como mi vieja me veía que actuaba en casa, me dijo que empezara a estudiar teatro. Me copé y seguí haciendo otras cosas relacionadas. Hice hasta el ingreso a la Escuela Metropolitana de Arte Dramático.
Si bien hiciste alguna obra y tenés una carrera en el freestyle, es raro debutar en el cine con un protagónico.
Hice el casting sin expectativas y sin saber cuál era mi papel. Hice con Juan la primera escena de la película en Villa Gesell, cuando al personaje de Pilar Gamboa no le gusta que el que interpreto yo diga la palabra “CD”. Y después también hice la escena de los Pixies en la playa. Esa ya la filmé con Santi Gobernori y se notó que quedaba bien desde la primera toma. En algún momento, además, surgió una complicación por un tema relacionado con un campeonato internacional de freestyle, pero por suerte todos logramos acomodar el calendario y pude hacer la película.
¿Tenés planes de dedicarte más a la actuación?
Me gusta actuar. Me interesa meterme más en este mundo por más que recién estoy empezando. Por algo pasé tanto tiempo yendo todos los días al EMAD. Por ahora no tengo nada para hacer en cine, pero me llamaron de distintas obras. Estaba ensayando en una, pero tuve que dejar. Cuando el actor decide hacer cine, ya se mete directo en el rodaje. El teatro, en cambio, tiene una etapa previa muy larga de ensayos. Por suerte me di cuenta rápido de que no iba a poder. El cine es demasiado demandante, pero por suerte tiene fechas acotadas. Vos te comprometés un mes, pero sabés que a los treinta días terminaste, por más que en ese tiempo te dedicaste nada más que a eso.
Se te nota muy desenvuelto cuando salís a un escenario. ¿Te costó mucho meterte en ese tono medio introspectivo que tienen los personajes en las películas de Juan Villegas?
Lo pensé mucho. A mí me gusta más ese tono de actuación. Yo soy muy tranquilo también, no soy tan para afuera, más allá de lo expresivo o expansivo que puedo tener arriba del escenario. No me gustan las actuaciones exageradas. El tono que propone Juan tiene sus dificultades, pero creo que lo pude sacar bien. Estuvo bueno porque para mí es algo más natural.
“Uno siempre se arriesga al hacer algo distinto y muchas veces eso es lo más interesante.”
En las batallas se siente que tenés una ventaja notoria con respecto al resto. ¿Pensás que la actuación tiene que ver con esa cuestión de actitud arriba del escenario?
Creo que la actuación me ayudó a saber cómo pararme frente a la gente, cómo modular y darles distintas intenciones a las cosas. La actuación fue parte de mi mejora en el freestyle. Cuando veo videos viejos me doy cuenta de que antes rapeaba para adentro. Además, desde chico toco percusión. Y mis viejos son músicos. Así que siento que mi fuerte tiene que ver con el ritmo. El resto son diferencias de gustos personales: las rimas de alguno van por un lado y las de uno van por otro. Hay varios que son muy buenos igual.
¿Cómo te llevás, recién a los 20, con esa idea de nostalgia que sobrevuela todo Las Vegas?
Ver para atrás siempre te puede ayudar a entrar en el personaje y a encontrar más información con la que podés jugar. Me gustó el planteo que Juan hace sobre Villa Gesell y cómo eso le pega a la gente. Fuimos al edificio al que él se iba de vacaciones y al balneario al que iba él. La gente se identifica mucho con esas cosas. En la apertura del Bafici se me sentaron al lado dos personas que se la pasaron hablando de cómo reconocían cosas del lugar. Está buena esa nostalgia que provoca la película.
Hay una generación de jóvenes que está atravesada por el éxito del freestyle. ¿Te imaginás generando ese tipo de nostalgia el día de mañana en esos chicos?
Está buenísimo que la gente que se sienta identificada con lo que hago, por más que no sé hasta dónde va a llegar eso. Sí sé que el freestyle está marcando a una generación entera y que es algo que no se va a pasar tan rápido. Yo siento esa nostalgia cuando veo esas cosas que me marcaban día a día cuando empecé. Te fanatizás y estás todo el tiempo buscando cosas relacioanadas. Todavía no sé qué cosas genero, pero me gusta que tanta gente se sienta identificada con lo que hago, más allá de que no sé qué podrá pasar más adelante.
¿Y cómo te imaginás que esos chicos tan jóvenes van a recibir una película tan nostálgica?
Si bien la mayoría son adolescentes, el público mío es muy variado. Además me gusta que es de distintos lados. Por ahora la gente recibió muy bien todo lo que hice en el freestyle. Y los chicos que fueron a verla en el festival me mandaron mensajes muy cariñosos. Además la película está buena y me gusta que el público del freestyle se abra a este otro mundo que no le quedaba tan cercano. Me pasó algo parecido cuando quise hacer un tema de rap con una banda más experimental, Banzai. Uno siempre se arriesga al hacer algo distinto y muchas veces eso es lo más interesante. El primer tema que sacamos tiene un estribillo instrumental y no tiene nada que ver con el trap y todo lo que está sonando. Me encantó hacer algo que vaya por otro lado. Nos fuimos de gira y tocamos mucho, la gente se copa y a nosotros nos gusta. Tenemos la idea de grabar algo más, pero yo también quiero grabar algo mío este año. Por ahora pienso en temas, no en un disco, pero quiero sacar por lo menos dos o tres.
¿Pensás manejarte solo o tenés la idea de sacar un disco con algún sello?
Al principio no hace falta el apoyo de algún sello, pero si aspirás a más te ayudan a tener un sostén económico y muchas otras cosas que uno desde afuera ni siquiera sabe que existen. Estuve pensando mucho en eso y todavía no lo definí. Primero quiero sacar mis temas, subirlos a mi canal. Después veré… Quiero hacer algo que tenga una parte instrumental por computadora, pero que también tenga instrumentos. Que en algún momento haya un batero y un bajista y en el otro sea bien electrónico. Quiero buscar esa mezcla.
¿Quiénes son tus referentes?
Me gustan mucho Tyler, the Creator, Vince Staples, Kanye West, cosas más locas y jugadas. Son muy modernos en lo que hacen, pero al mismo tiempo las bases no son tan cuadradas ni tan de género. Me gustaría eso, no sonar igual que el resto. Necesito ir sacando mi sonido. Voy a trabajar con productores porque todavía no sé crear ese tipo de bases. Si ahora me meto a aprender cómo hacerlo, voy a estar dos años para sacar mis temas. Creo que tengo que ir aprendiendo en el camino.
“Creo que la actuación me ayudó a saber cómo pararme frente a la gente, cómo modular y darles distintas intenciones a las cosas. Fue parte de mi mejora en el freestyle.”
¿Qué rescatas de la escena de hip hop local?
El poder de expresión que te da y cómo a muchos pibes los salvo el hecho de armar un ritual en una plaza con una ronda, un beatbox y alguien rimando. Conozco a muchos pibes que estaban en cualquier a y gracias al rap y al freestyle encontraron dónde poner la cabeza. Eso es muy rescatable. Es un lugar donde converge gente de realidades muy distintas, y todos comparten algo en la misma plaza. Está bueno para ver al resto, para no encerrarte en tu mundo social, te abre puertas. Me pasó antes de ser conocido que estuve en Jujuy y me crucé con unos pibes que rapeaban en una plaza, me copé con ellos y me invitaron a dormir y a comer en su casa.
El mundo del freestyle tiene eso de la hermandad: vayas donde vayas, encontrás tu casa. Eso es lo que más rescato, más allá de la música. Ojalá que con este crecimiento no pierda esa cosa comunitaria. Me preocupa ver cómo hoy cada uno quiere hacer la suya. Muchos se olvidan de que llegaron gracias a un movimiento.
Las Vegas
De Juan Villegas
Con Pilar Gamboa, Santiago Gobernori y Valentín Oliva.
Entreno en la Argentina 17 de mayo.
