Entrevista: Beach House en Argentina

¿Oyeron hablar del revival del dream pop? Bueno, fue por culpa de Beach House, que en 2010 recuperó la tradición de mezclar texturas rugosas con melodías etéreas en Teen Dream, y en 2012 subió la apuesta con Bloom, disco que presentarán en vivo por estas tierras a principios del mes que viene. Antes del show hablamos con el dúo de Baltimore sobre la vida de gira, su reacción ante el éxito y por qué detestan la cultura de Internet. / Por Romain Blondeau

Los Inrockuptibles
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8 min readSep 2, 2013

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Dos años pasaron entre el debut homónimo de Beach House, en 2006, y Devotion, su sucesor, en 2008. Dos años más para que llegara Teen Dream en 2010 –el disco que volvió a poner de moda el dream pop suave, puntillista, romántico y sónico–, y otros dos para que el dúo de Baltimore compuesto por Victoria Legrand y Alex Scally volviera, puntual como un reloj suizo, con el maravilloso Bloom. Sin oponerse a lo hecho en el pasado, Bloom prolonga y afina un poco más las señas particulares del grupo, complejizando los trazos altos y bajos de esas canciones mágicas, haciéndolas estallar en progresiones grandiosas y afirmando definitivamente a Beach House como una de las bandas pop más importantes de la década pasada.

ENTREVISTA > Vienen haciendo un disco cada dos años. ¿Sienten que encontraron su ritmo?
Victoria Legrand
: Sí, creo que ese es nuestro ritmo natural. Después de la salida de Teen Dream, por ejemplo, estuvimos de gira un año, y el siguiente lo dedicamos entero a la grabación de Bloom. Esa es nuestra vida ahora: salimos de gira, componemos, grabamos, volvemos a salir de gira, y así… Los viajes son tan intensos que nos inspiran mucho. Ya descansaremos más adelante.
Alex Scally
: Somos jóvenes, así que artísticamente estamos permanentemente exaltados. No hay tiempo que perder. Un año sin música sería muy raro para nosotros.

De hecho giraron por todos lados después de Teen Dream…
Victoria
: Lo que pasa es que necesitamos mantener el contacto con la realidad; no podemos desaparecer en las profundidades de Internet. Es importante ir viendo cómo tu música va tomando forma, poder interactuar con nuevos fans… Nos da la sensación de que, ahora que podemos, tenemos que hacer esto, porque si nos distraemos capaz perdemos la oportunidad.
Alex
: A partir de eso, escribir canciones nuevas se convierte casi en una necesidad natural para no aburrirnos. Es un poco tedioso tocar las mismas canciones noche tras noche. Y yo además soy hiperactivo: al día siguiente del fin de la gira lo primero que hice fue meterme en la sala de ensayo. ¿Qué otra cosa iba a hacer? No tengo hijos, no tengo casa, no tengo nada más que a Victoria y esa sala de ensayo.

¿Componen mucho durante la gira?
Diría que la gira es como una erupción durante la cual aparecen las ideas para las canciones, pero esas ideas después las desarrollamos en Baltimore. Los viajes nos inspiran. Quizás estamos en una prueba de sonido o en los camarines de algún show y se nos ocurren progresiones de acordes, alguna letra, lo que sería el primer embrión del tema. Pero para que eso tome forma definitiva necesitamos aterrizar en casa y darle mil vueltas durante varios días.

O sea que el chispazo inicial es bastante espontáneo…
Sí, sin duda. Yo creo que ese destello del comienzo, si es natural, dura para siempre. Nunca nos sentamos a componer diciendo: “Bueno, ok, ¿qué hacemos?”. Las ideas tienen que aparecer solas o no aparecer.

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“Después de Teen Dream, en Internet nos redujeron a un poster chico-chica y nada más. No somos eso.”

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¿Qué estado de ánimo les resulta mejor para componer?
Victoria:
Es más bien un tema de energía. No creo que haga falta ser infeliz para componer, por ejemplo. Yo puedo pasar meses sin producir nada, hasta que de repente siento “algo”, una parte de una frase que llega, la toco en el teclado y se acomoda. La inspiración está ahí. Es un poco mágico lo que digo, pero también implica trabajo. Así como nos volvimos mejores oyentes, músicos y cantantes, con el tiempo uno va mejorando y puede captar esa intuición, que es nuestra mejor aliada. Tratamos de confiar en eso y no reflexionar tanto sobre qué significa para nosotros lo que estamos haciendo.
Alex:
Obviamente eso no quiere decir que no sepamos a dónde queremos llevar las cosas. Por lo general una canción no nos deja satisfechos, por más simple que sea, si no aspira a cierta inmensidad. Tienen que significar algo, ir hacia algún lado.

¿Cómo reaccionaron ante el éxito de Teen Dream?
Victoria
: El disco tuvo más éxito que los anteriores, pero tampoco tanto. Apenas lo suficiente como para que tomemos conciencia de las elecciones que podíamos empezar a hacer y de los errores que podíamos cometer. Elegimos cerrarnos a muchas cosas. Tuvimos ofertas importantes para hacer shows privados, por ejemplo, y aparecieron empresas que querían usar nuestra imagen para darse credibilidad. Preferimos mantener el control. Nuestra imagen nos pertenece. Queremos que la gente piense solo en la música, no en el despliegue publicitario que hay alrededor.

¿Algo de ese período sirvió como inspiración de Bloom?
Alex:
La pérdida de cierta inocencia y el proceso necesario para recuperarla. Es una muy linda batalla.
Victoria
: Aprendimos que no hay que revelar demasiado, porque la magia desaparece. Para nosotros, la cultura de Internet está únicamente basada en el dar: se supone que los artistas siempre dan más, pero casi por obligación, no de una manera sincera. A nosotros nos gusta dar, pero esta época ya no tiene límites…
Alex
: Después de Teen Dream, en Internet nos redujeron a un poster chico-chica y nada más. No somos eso. No somos una banda independiente y “sensible”: queremos que a todos les quede claro.

¿Cómo se describirían, entonces?
No somos dos lindos cortes de pelo apoyados contra una pared sonriendo para una foto cool. Sería horriblemente patético. Somos personas auténticas. Hacemos lo que queremos desde nuestros comienzos, sin pretender seguir una moda. No queremos formar parte de una cultura codificada. Estamos más allá de eso.

¿Piensan que evolucionaron como personas y artistas desde Teen Dream?
Victoria
: No sé. Hacen falta tiempo y distancia para tener la perspectiva necesaria para responder a esa pregunta. Yo, por ejemplo, recién ahora mi siento a una distancia suficiente como para hablar de nuestro segundo disco. ¡Escuché una canción hace poco en un bar y ni siquiera la reconocí! Pero era un sentimiento muy sereno y luminoso. Recién nos estamos dando cuenta de que lo que hacemos es real, después de todos estos años.
Alex
: Yo voy a fanfarronear un poco y a responder que sí, cien por ciento: evolucionamos. Si escuchás Teen Dream y Bloom, hay que ser realmente un pésimo oyente o tener mucha mala fe para decir que son dos discos parecidos. Un periodista que dijera eso debería cambiar inmediatamente de profesión.
Victoria
: Igualmente, los que escriben sobre música hoy no suelen ser periodistas. Son simplemente personas que tiene una opinión, gente que tiene un sitio web y que es capaz de escribir en un teclado.

¿En vivo también notan esa evolución?
Alex:
Absolutamente. Ponemos muchísima energía en nuestros recitales. Esa es la prioridad para nosotros: es el momento en el que podemos conectarnos directamente con la gente, ajenos a todas las pavadas que rodean la música. Respetamos enormemente a nuestros fans, a los que comprenden lo que somos y lo que hacemos. Haríamos todo por ellos: son nuestra vida, existimos gracias a ellos. Todos los días intentamos tocar en salas modestas porque no nos gustan los recitales sin vida. También intentamos hacer lindos discos, con un buen arte de tapa. Nos preocupamos por los detalles…
Victoria
: Se trata de crear y dar. Hacer que las cosas sean especiales para la gente es el esfuerzo de nuestra vida. El problema es que la cultura actual hace que todos esos esfuerzos sean alterados, ahogados por el ruido que hay alrededor.
Alex
: Toda la economía de Internet está basada en la cantidad de visitas a una página. Como siempre, el dinero es el problema. Ese funcionamiento de Internet para nosotros es lo peor, es el diablo. Cada anuncio relativo a Bloom fue hecho antes de que nosotros lo decidiéramos, por parte de sitios que querían ser los primeros en publicar la información, pero que, literalmente, la robaron. El disco se filtró ocho semanas antes de su salida. Fue comentado en todas partes, incluso antes de que saliera una comunicación oficial. Deberíamos dejar de hablar de Internet, me pone loco.

[youtube]http://youtu.be/eZ6uyuExq9E[/youtube]

Ahora hay un montón de bandas que intentan sonar como Beach House. ¿Empezaron una moda?
Victoria
: No sé, nosotros vivimos en nuestra burbuja, así que no nos damos cuenta. Nos falta perspectiva sobre lo que pasa a nuestro alrededor.

¿Cuál es la idea de base de Bloom?
Las ideas más grandes al principio son minúsculas. Siempre fue así para nosotros: nuestras canciones se van desarrollando. Vamos siguiendo algunas ideas iniciales y de repente nos encontramos con cinco temas. Y esos cinco temas nos dan un primer pantallazo de lo que va a terminar siendo el disco, del tono, del humor. Después es cuestión de ir siguiendo ese camino, paso a paso.
Alex:
Es sorprendente como, siguiendo nuestra intuición, terminamos efectivamente con diez canciones. Y al escucharlas entendemos claramente el camino que tomamos inconscientemente. Es un momento interesante: el instante en el que la dirección que tomaste se vuelve clara como el cristal. Para Bloom buscábamos lo que decía recién: una forma de inmensidad. Si escuchás Teen Dream, las canciones son bastante simples. Puede ser que haya una relación entre ambos discos en cuanto al sonido, pero los motivos de los temas de Teen Dream son mucho más simples que los de Bloom: estrofa, estribillo, una idea, eso es todo. Las estructuras de Bloom, en cambio, son mucho más rebuscadas. Empiezan siempre con una especie de pregunta, y terminan generalmente en una gran respuesta. Empiezan chiquitas y terminan en un crescendo enorme. Son como una narración, un viaje. Algunas de las canciones siguen el esquema tradicional de estrofa-estribillo, pero otras tienen una composición mucho más retorcida. Quisimos alejarnos un poco de nuestra escritura clásica. Pero, de nuevo, solo nos damos cuenta cuando terminamos.
Victoria
: Creo que la idea del viaje es sin duda la más importante..
Alex
: Sí, vale tanto para las canciones como para el disco en su totalidad: tiene que ser un viaje. Es algo que faltaba en nuestras canciones: historias.

¿Qué tipo de viaje?
Victoria:
Es tu viaje, tu propio viaje. Una vez que salió el disco, ya no nos pertenece. Tu trabajo, en última instancia, será explicar el trayecto que vas a seguir al escuchar Bloom. ¡Pero yo no pienso leer lo que escribas en Internet! (risas)

¿Y ese título: Bloom? Un capullo termina por florecer, pero la flor acaba por morir: ¿la muerte también forma parte de ese viaje?
Alex
: Me alegra que menciones la idea de muerte. Me da miedo que la mayoría de la gente solo piense en una hermosa flor colorida al leer ese título, Bloom. Y no es eso. Ojalá que la gente también piense en la muerte. En la experiencia integral de una flor: es un capullo, florece, se marchita, renace, muere.
Victoria
: Una palabra no se refiere solo al objeto que describe sino a todo lo que lo rodea. Es como el título de un cuadro: puede evocar la imagen, puede evocar muchas otras cosas, cada uno toma el mensaje que quiere.

¿Esa idea de obra es una forma de ir contra la cultura de Internet que detestan?
Alex:
Totalmente. Nos gusta la experiencia de escucha de un disco completo. Históricamente eso es lo que más nos marcó y lo que queremos alentar. No nos gustan los Mp3, el hábito de cortar, la cultura de la velocidad: es una mierda y queremos combatirla.

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En vivo el martes 3 de septiembre a las 19hs. en el Teatro Vorterix (Av. Federico Lacroze y Álvarez Thomas, CABA).

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