Estreno en DVD: La entrega inmediata, con Joseph Gordon-Levitt

Protagonizada por Joseph Gordon-Levitt, con una idea simple y gran oficio, Premium Rush asoma la cabeza como una película de acción física, divertida y con mucha onda. / Por Javier Diz

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Así como existe el rótulo impreciso de película “festivalera” (porque funciona mejor en el marco de un festival que tirada al circo romano de los estrenos comerciales), también en el mismo terreno resbaladizo se pueden determinar las “directo a video”, que, más que la manera obvia de precisar un formato, alguna vez supieron definirse como una categoría con características propias. Cuando el VHS aún respiraba, entre la catarata de lanzamientos del momento, aparecían títulos con premisas simples, un par de buenas ideas, cierto tufillo a clase b, y a los que el hecho de haber sido ignoradas por los cines amplificaba sus tímidos valores, casi las “enaltecía”. Premium Rush es una de esas películas, una típica “directo a video”.

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David Koepp, más destacado como guionista de la industria que como realizador (suyos son los textos de Jurassic Park, Guerra de los mundos, Misión imposible, entre muchos otros) pone en escena un personaje cotidiano en un micromundo que parece simple pero que tiene sus notas al pie: el del mensajero en bicicleta. Joseph Gordon-Levitt es Wilee, abogado que huye de los escritorios y se deja llevar por la adrenalina de andar a toda velocidad esquivando taxis y pasando semáforos en rojo en la siempre agitada Nueva York. El motor de la película es digno de una ideíta típica de Larry Cohen (otro guionista-director más afín todavía a las “directo a video”): la existencia de un sobre que Wilee tiene en su poder y que un policía corrupto (Michael Shannon, estrella de Boardwalk Empire, loquito “premiable” en Take Shelter) intenta interceptar para saldar una deuda que le dejó sus apuestas clandestinas con la mafia china. Lo suculento, entonces, ocurre cuando las bicis empiezan a rodar, pero sobre todo por la manera en que Koepp planifica la acción. La ciudad se expande entre mapas, dispositivos de GPS, y calles trazadas como si de un videojuego se tratase, se acelera y se congela (el personaje debe elegir, entre varias opciones y en un milisegundo, cuál es la mejor para salir entero), y juega a contrarreloj (la película se articula en saltos temporales hacia atrás donde se “explica” por qué pasa cada cosa –y ahí la falla más notoria de la película, además del perfil del villano que se estereotipa llegando al final). Pero estos artificios no son alardes de pura pirotecnia, sino que le meten nervio al asunto, y la vuelven una película de intensidad física que pone los pelos de punta. De hecho, parece que el propio Gordon-Levitt se pegó sus lindos palitos filmando estas correrías, como se muestra durante los créditos finales.

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La entrega inmediata (Premium Rush)
De David Koepp
Con Joseph Gordon-Levitt y Michael Shannon