Estreno: “La sospecha”, la nueva película de Denis Villeneuve
Hoy se estrena La sospecha, la nueva película de Denis Villeneuve, protagonizada por Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal. / Por Juan Manuel Domínguez
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La sospecha toma el drama de papá Wolverine (Hugh Jackman, vidriando sus ojos con esa musicalidad creíble con la que dota a todos sus personajes), un hombre básico en sus instintos primitivos y sus gustos radiales (música cristiana) obsesionado con la búsqueda de su recientemente desaparecida hija y su amiga. Paul Dano (con lentes de esos que te dan en la Academia de Perversitos Sureños) es el sospechoso que papá Wolverine entiende que sabe el paradero desconocido de la niña: ergo, Wolverine se pone realísticamente en modo 24 y decide usar la tortura (medieval mínimo) para obtener esa información. En un escaneo simple, es fácil categorizar las vueltas de tuerca de La sospecha (desesperadas, casi adictas a su propio sinsentido) como más cercanas a esa idea entre imbécil y ofensiva de Hollywood de usar determinados dramas morales para imbuirse de una profundidad, oscuridad o hasta sentido del que se carece desde el vamos (comparar, por ejemplo, con el peor Clint Eastwood y se verá la distancia entre cine y explotation). Pero si se da un osado paso más allá de la etiqueta, esa saturación, soportable por Jackman y Jake Gyllenhaal (el poli a cargo del caso), mete mano y le hace una revisión de cavidades a todos los hoyos argumentales que posee La sospecha, creando así algo más complejo.
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En ese instante, donde las “sutilezas” (planos que muestran obsesiones-compulsiones paternas o pistas del paradero de las niñas) devienen demasiado brutales, gestuales, saturadas, es donde la película aprovecha –quizá sin saberlo– su amplificación, y se pone más saludablemente básica. Ahí es donde el relato sabe fascinar con un sentido morboso de la narración (tiene una hipnótica y cruenta tensión), donde Gyllenhaal resiste un tsunami de actuaciones pasadas por brea emocional, donde lo inmundo adquiere aspecto de feria de circo (cadáveres, rostros inflados a piñas, víboras): en esos momentos, La sospecha deviene narcóticamente menos etiquetable de lo que su maquillaje para Oscar deja entrever.
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LA SOSPECHA (Prisoners)
De Denis Villeneuve
Con Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal y Viola Davis.
