Estreno: Spring Breakers, de Harmony Korine
Harmony Korine plasma en Spring Breakers, su quinta película, su apuesta más osada de la mano de cuatro chicas Disney y un inquietante James Franco.
Por Serge Kaganski
El Spring Break es un rito estadounidense. Cada año, en las vacaciones de la primavera norteamericana, los estudiantes se van a Florida en busca de mar, sexo, sol, drogas y rock’n’roll.
Harmony Korine regresa sumergiendo sus cámaras y sus cuatro amigas teenagers del Medio Oeste en este ritual de la cultura pop, como si trasladara Kids de Larry Clark (película de la que fue guionista) a los colores y el sol de Florida. Para pagarse la estadía, las cuatro muchachas roban un restaurant de comida rápida, y luego irrumpen en el estado soleado para una orgía de alcohol, fiestas en jaccuzzis y carne fresca. Korine filma este exceso de formas y colores con una energía delirante, variando los encuadres, balanceando las descargas de montaje en cut-up, bombardeando las palabras “Spring Break” como un mantra, como un Godard energizado con Red Bull.
En el momento en el que nos decimos que Korine (y nosotros) no aguantaremos toda la película a este ritmo, un velo sombrío cae: las chicas pasan la noche en la cárcel, luego comparecen de urgencia vestidas solo con sus bikinis de la noche anterior (algo tan sexy como surreal). Y ahí el genial James Franco hace su entrada: un Scarface relookeado hip-hop como jefe mafioso de la región que paga la fianza de las chicas y las invita a continuar el Spring Break en su chalé con pileta y vista al mar. El ambiente festivo se carga de cierta tensión, y Franco compone una figura a la vez cómica e inquietante, dulce y brutal a la vez, capaz de mostrar su impresionante colección de armas y luego de teclear en el piano a Britney Spears para nuestras bimbos. Al ver a las chicas bailando al borde de la pileta blandiendo unas pistolas grandes como bazookas, pensamos sin duda en Tarantino, en las series Z de los años 70 o en Bikini Girls with Machine Guns de The Cramps.
De una película de vacaciones energizada, Spring Breakers se vuelve una película de gángsters y luego una película negra, como una piña colada saborizada de repente con gotas de sangre. Detrás del sueño ilusorio del Spring Break, las divisiones étnico-sociales y la violencia de los Estados Unidos rondan todavía. Korine rompe la postal de Florida y le quita la ingenuidad a las vacaciones. El efecto ritual iniciático es aun más eficaz, ya que las actrices son estrellitas salidas de series para adolescentes y de producciones de Disney. Si esas chicas son Spring Breakers, Korine es un Spring Break Breaker que magnifica el mito de la fiesta sin fin para luego romperlo con un estilo, un humor y una fuerza negra vigorizantes.
Spring Breakers
De Harmony Korine
Con Selena Gomez y Vanessa Hudgens
