“La música siguió viva aun cuando nosotros la habíamos dejado atrás”

Después de doce años, Jaime Sin Tierra vuelve a presentarse en vivo en dos shows con entradas agotadas. Una reunión que obliga a mirar atrás y detenerse en las viejas canciones pero también en las nuevas formas de consumir y escuchar música. De todo esto hablamos con ellos, un grupo de amigos que a lo largo del tiempo sigue encontrando motivos para juntarse y tocar.

Los Inrockuptibles
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12 min readDec 4, 2017

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Por Malena Rey / Fotos Luis Sens

Juan Stewart, Sebastián Kramer, Javier Diz y Nicolás Kramer

Jaime Sin Tierra es una banda de otro tiempo. Uno que queda cerca si contamos la cantidad de años que llevan sin tocar –doce–, pero que queda lejísimo si lo comparamos con el estricto presente y todo lo que cambió la forma de escuchar música. Jaime Sin Tierra tocaba en lugares que ya no existen –como El Dorado, o El Podestá, por mencionar solo algunos–, para un público que no sacaba fotos con sus celulares para postearlas en las redes sociales, sino que se sentaba y hacía profundo silencio para dejarse transportar por las canciones. Porque Jaime Sin Tierra es, qué duda cabe, una banda de grandes canciones, de estructura tradicional con una vuelta de tuerca voladora, a fuerza de arreglos sutiles y guitarras espiraladas. Sus cinco discos están ahí para atestiguarlo. El primero de ellos, El avión ya se estrelló y yo sigo volando, acaba de cumplir veinte años, prácticamente la edad que tenían los integrantes de la banda cuando lo grabaron. ¿Qué pasó en todo este tiempo, entonces? Después de cinco álbumes, el proyecto se disolvió sin demasiada pompa allá por 2005, luego de un show que no parecía ser el último. Pero sus discos, en especial los últimos tres, Autochocador (2000), Lo que va a encandilar es el día (2002), y el EP Tren (2003), hicieron su propio camino y ganaron oyentes nuevos con la explosión y expansión de Internet, un público que va a verlos por primera vez en vivo en La Trastienda.

Nicolás Kramer (voz y guitarra), Sebastián Kramer (guitarra), Juan Stewart (bajo y teclados) y Javier Diz (batería y teclados) son amigos hace años y siempre siguieron en contacto, colaborando incluso en proyectos paralelos como El Robot Bajo El Agua y Jackson Souvenirs. Sin presiones ni pretensiones, los cuatro volvieron al ruedo y están ensayando y probando variantes de los temas viejos hace ya casi un año. Llega por fin el momento de presentarlos en sociedad. Habrá que verlos en el escenario para confirmar que el espíritu de Jaime Sin Tierra sigue intacto, conmoviendo a quien se detenga a escuchar.

“Estos recitales son el resultado de habernos reencontrado entre nosotros y con las canciones de la banda.” (Nicolás Kramer)

ENTREVISTA› La separación de Jaime Sin Tierra no fue anunciada nunca como tal, pero quedó la sensación de una disolución en buenos términos de un proyecto que ya no los convocaba. ¿Qué recuerdan de esa época y del último show en vivo, hace ya doce años?
Nicolás: Es cierto, nunca anunciamos una separación y pienso que lo que hicimos fue acompañar lo que la banda nos pedía, que tenía que ver con una sensación de ciclo cumplido. En lo personal, era una época de transición que me permitió encarar otros proyectos. Del último show en El Cubo tengo muy buenos recuerdos, fueron dos turnos en una noche a sala llena, con Seba de nuevo en la guitarra. En ese momento yo estaba viviendo en España y durante una visita surgió la posibilidad de juntarnos y organizarlo. No me queda claro si funcionó como un cierre o qué, pero habíamos dejado de tocar hace relativamente poco y la pasamos muy bien.

Sebastián: El show del 2005 fue una reunión medio improvisada para la que no ensayamos casi nada… Yo me había ido a finales del 2001 de la banda, y ese show fue un lindo reencuentro que nos permitió “despedirnos” de una manera menos misteriosa. Seguimos colaborando entre nosotros a través de los años en varios proyectos, así que por suerte los buenos términos estuvieron siempre presentes entre nosotros.
Juan: No recuerdo un día exacto en el que haya pensado “esto se terminó”. Más bien se fue disolviendo. Simplemente estábamos en otra, cada uno encarando sus proyectos de vida y musicales por su lado. Los recuerdos de aquel show son las mismas sensaciones de estos días: somos cuatro amigos que se reencuentran y todo sale de una manera muy amable y divertida.

¿Qué los motivó a volver a juntarse y tocar en vivo? ¿De quién fue la idea? ¿Están ensayando hace mucho?
Nicolás: En mi caso básicamente las ganas de volver a estar juntos haciendo música, sin presiones ni pretensiones. Comenzamos a ensayar hace poco más de un año con la idea de ver adónde nos llevaba la experiencia. El resultado son estas dos fechas en La Trastienda.
Sebastián: A través del tiempo que estuvimos sin tocar creo que todos de alguna manera fuimos recibiendo la impresión de que lo que habíamos hecho le había llegado a más gente de la que imaginábamos. De alguna manera la música siguió viva aun cuando nosotros la habíamos dejado atrás. En los últimos años nos ofrecieron reeditar los discos, incluso tocar, y eso hizo que nos juntemos a charlar y a probar a ver qué nos pasaba. El primero de esos ensayos fue en septiembre del 2016, pero sin demasiada constancia, por las actividades y horarios de cada uno… Fuimos muy de a poco, probando sin presiones pero disfrutando de las canciones hasta que sentimos ganas de compartirlo. Pensaba que muchas canciones ya no nos iban a resonar y las íbamos a descartar, pero estamos ensayando un montón.

¿Qué extrañaban de JST? ¿En todo este tiempo volvieron a escuchar los discos?
Nicolás: Hasta antes de juntarnos a ensayar de nuevo no extrañaba a JST… Ahora estoy disfrutando mucho de los ensayos. No había vuelto a prestarles demasiada atención a los discos. Los volví a escuchar como parte del proceso de reencuentro con las canciones. Algunas de ellas me sorprendieron gratamente, me sigue pareciendo que comunican algo y les tengo mucho cariño. Otras no resistieron el paso del tiempo.
Juan: Yo extrañaba compartir horas con estos tres amigos de la vida. La banda fue la excusa para hacerlo de una manera natural, sin forzarlo. No escucho casi nunca los discos, ¡de hecho tuvimos que ponerlos para recordar lo que hacíamos! Creo que algunas cosas se mantuvieron muy bien en el tiempo, otras quedaron en esa época adolescente, pero la idea es revivir muchos temas bastante parecido a cómo eran en ese entonces.
Sebastián: Fueron muchos años y un largo proceso. Para mí los primeros años fueron de mucha frustración, porque yo sentía que la banda estaba buenísima pero no habíamos logrado que le llegue a la gente y poder vivir de eso. Me acuerdo que varias veces soñé con recitales de JST. Después vino para mí una etapa de dejar todo eso bien atrás, como una experiencia adolescente, y estuve muchos años sin escucharlos. Me sorprendí cuando volví a poner los discos y algunas grabaciones de shows de lo bueno que estaba. Creo que éramos muy honestos y muy directos, y bastante arriesgados y ambiciosos con nuestros discos grabados caseramente. También vi crecer en el tiempo a todos los integrantes de la banda en sus proyectos, en su música y siempre admiré mucho lo que hacían. Es muy divertido poder volver a hacer música con ellos. Sobre todo extrañaba hacerlo con la gente con la que empecé y crecí haciendo música. Y reencontrarnos con todas las experiencias recorridas por cada uno es muy enriquecedor.

“No había vuelto a prestarles demasiada atención a los discos. Los volví a escuchar como parte del proceso de reencuentro con las canciones. Algunas de ellas me sorprendieron gratamente, me sigue pareciendo que comunican algo y les tengo mucho cariño. Otras no resistieron el paso del tiempo.” (Nicolás Kramer)

El avión ya se estrelló y yo sigo volando, el primer disco, acaba de cumplir veinte años. ¿Qué recuerdan de la época en la que lo grabaron y compusieron? ¿Cómo eran ustedes en ese entonces?
Nicolás: La recuerdo como una etapa confusa y hermosa, llena de curiosidad, entusiasmo y energía desbordante. Ensayábamos mucho y tocábamos casi todos los fines de semana. El avión… fue resultado de todo eso, una postal de nosotros en ese momento. Si trato de recordar cómo era en ese entonces, creo que estaba literalmente sin tierra, con los pies en las nubes como la tapa del disco. Pasaron veinte años…
Sebastián: Teníamos mucho pelo y estaba en la batería Lucarda, quien compuso mucha música de los primeros discos de JST. Veníamos tocando bastante y grabando unos demos en cassette y acumulando canciones, y nos fuimos unos días los cuatro solos a grabar a Chascomús. Teníamos ocho canales y pasábamos las baterías a dos canales enseguida. Grabamos casi todo el disco ahí, en días maratónicos. La canción del final que aparece después de “Perrito” la improvisamos tocando todos juntos de noche, en un gran hall. Ese fue un gran momento.
Juan: No teníamos ni idea de qué queríamos hacer ni cómo hacerlo. Nos mandamos de caraduras a grabar y mezclar y después lo editamos con Ultrapop. Me gusta más lo que fuimos logrando en los discos siguientes, pero El avión… tiene el valor de habernos empujado a tocar y a mostrarnos que queríamos hacer esto en nuestras vidas.

Muchas de las letras de JST hablan de amor en sus distintas formas, pero sobre todo del desamor, la ruptura, la tristeza. Como compositor, ¿qué te pasa a vos, Nicolás, cuando volvés a cantarlas? ¿Te reconocés en ellas todavía?
Nicolás: Jaime fue un proyecto muy importante para mí, que me permitió canalizar muchas cosas. Lo fui comprendiendo mejor con el tiempo y la distancia. Siempre me tomé el hecho de escribir canciones como un modo de conocerme y profundizar en mí mismo. No sigo sufriendo por amor, al menos no de modo tan intenso, pero con las canciones de JST me pasa que me reconozco retrospectivamente. Como alguien que camina por la calle donde sigue estando la casa en la que creció, de la que se mudó hace tiempo y en la que ya no vive. Disfruto de volver a cantar las que estamos ensayando.

Algo que llama la atención de estos shows es que se trata de recitales en solitario, sin formar parte del line up de ningún festival. Son pocas las bandas argentinas que pueden agotar las entradas. ¿Qué piensan de esto? ¿Los sorprende, les da lo mismo? ¿Y qué pueden adelantar de las fechas de diciembre?
Nicolás: La primera oferta que nos hicieron para volver a tocar era en el marco de un festival, pero nos pareció que no era la situación ideal por el tipo de show que queremos dar. Anunciamos la fecha de diciembre, se agotó en doce horas y agregamos otra. Estamos muy contentos y sorprendidos con la convocatoria. Personalmente me produce de todo menos indiferencia, es una alegría enorme que tanta gente quiera escucharnos en vivo. Vamos a tocar canciones de todos nuestros discos y de muchas de ellas estamos haciendo versiones nuevas.
Sebastián: Preferimos un lugar chico con intimidad y poder organizar las cosas nosotros para tratar de tener un buen sonido. Podemos adelantar que van a ser shows bastante largos.
Juan: ¡Siempre tuvimos un público muy fiel, pero después de tanto tiempo sin tocar no imaginábamos una respuesta así. Estamos muy orgullosos de lo que conseguimos con la banda, fue siempre a base de esfuerzo y compromiso. Y eso evidentemente dejo su huella. A los dos shows va a venir mucha gente que nos descubrió cuando ya no tocábamos…

“Sabemos que con los shows se cierra este ciclo interno de reencontrarnos entre nosotros y con las canciones. Veremos después del show cómo lo sentimos. Y si llegáramos a seguir, seguro sería porque aparecen canciones nuevas.” (Sebastián Kramer)

JST es una banda de la época en que la música circulaba de otra manera. Internet no había estallado todavía. ¿Cómo se organizaban para la difusión de sus discos sin Internet como plataforma? ¿Qué otras bandas de la escena eran sus cómplices? Vuelven en otro momento histórico, interpelando tanto al público que creció con ustedes, y a un público más joven que tal vez nunca los vio en vivo.
Nicolás
: Totalmente… Volvemos en otro momento histórico. Somos conscientes de eso. En ese entonces ser una banda implicaba ir a repartir flyers a la salida de shows de otras bandas, dejar los discos en consignación en las disquerías y tener un feedback más distante con la gente. Hoy todo está a un clic de distancia, las fechas, las canciones y el contacto con alguien que te escucha desde otro continente y desde un teléfono. Recuerdo la amistad con bandas como Suárez, Reincidentes, Menos que Cero, Jackson Souvenirs, Spleen y La Foca, de Uruguay, con quienes compartimos un montón de fechas.
Sebastián: El mundo cambió tanto que no se puede creer. Para difundir nuestros shows fotocopiábamos volantes para repartir y prendíamos velas para aparecer en la agenda de los suplementos de los diarios. Teníamos una lista donde la gente anotaba su nombre y teléfono y nos la repartíamos para llamar y avisar de nuestras fechas. Era muy gracioso. A veces te atendía la mamá y le dejabas el mensaje: “Avisale a fulanito que tal día toca Jaime Sin Tierra en tal dirección”. Para cuando aparecieron YouTube y Facebook ya habíamos desaparecido nosotros hace rato. La gente en los shows estaba sentada en el piso haciendo mucho silencio. No estaban todos filmando y posteando en las redes sociales.

Otro de los fenómenos curiosos es que JST tiene cierto estatus de banda de culto, y parece no haber perdido interés entre los oyentes a pesar de todos estos años que pasaron sin tocar. De hecho, tienen más de 4.000 escuchas mensuales en Spotify. ¿Lo tuvieron presente a la hora de decidir volver a tocar? ¿Qué relación tuvieron con su público en todos estos años?
Nicolás
: No lo tuvimos presente para nada. Estos recitales son el resultado de habernos reencontrado entre nosotros y con las canciones de la banda. Es muy estimulante que el público se renueve y se siga sumando con y pese al paso del tiempo. En lo personal siempre me importó que la relación con el público fuera a través de los discos; no pienso que tenga mucho para decir por fuera de las canciones, más allá de responder los mensajes de las personas que escriben para contarte lo que les pasa con alguna de ellas. Es importante habernos mantenido fieles a las ganas de hacer música, el motor fue y sigue siendo ese. De hecho todos sacamos unos cuantos discos con otros proyectos durante estos años de “silencio” de Jaime Sin Tierra…
Sebastián: Sí, nos mantuvimos cerca cuando tocábamos en los distintos proyectos, pero la verdad es que dejamos todo lo de Jaime muy abandonado. Pero la gente subió los discos y los videos, un uruguayo armó una página de Facebook que recién ahora empezamos a manejar nosotros. Fue un proceso muy mágico saber que la música hizo su propio camino para seguir viva. Porque la gran mayoría de la gente descubrió JST cuando ya no estábamos activos y nunca pudo vernos en vivo.
Juan: Cada vez que alguien me decía que volviéramos con JST, yo sonreía pero por dentro pensaba que jamás lo íbamos a hacer. Y acá estamos ahora…

JST es una banda que siempre estuvo asociada al indie incluso antes de que acá el indie estuviera tan difundido como tal. Ahora son muchas las bandas pequeñas con ese rótulo, que goza de cierto prestigio. ¿Cómo ven la escena indie actual? ¡Escuchan alguna de esas bandas? ¿Van a ver shows en vivo?
Sebastián
: Coincidimos con la primera época en la que las bandas podían grabar un disco que suene bien y editarlo sin depender de ningún sello. Ahora no llego a escuchar ya mucha música actual, ni de acá ni de afuera, pero siempre trato de estar al tanto. Es genial lo que está pasando con El Mató, que me gusta mucho… Hoy hay bandas muy buenas y sellos independientes con muchas pilas. El catálogo del sello Fuego Amigo tiene bandas buenísimas, por ejemplo.
Juan: En mi caso, trato de escuchar de todo, también desde un lugar de investigación, por mi trabajo como ingeniero y productor. Para mí está lleno de bandas excelentes acá. No me gusta el rótulo indie, nunca me gustó. Para mí hay muchas bandas que podrían trascender, pero bueno… es un momento muy raro para la industria musical.
Nicolás: Las plataformas digitales ayudan muchísimo a que las bandas tengan difusión. Cuando salieron los discos de Jaime era un hito que te pasaran en la radio. Ahora se expandió y democratizó mucho la posibilidad de llegar a más gente. A mí me gusta ir a ver shows en general, escucho de todo, y sigo descubriendo bandas nuevas todo el tiempo. Dentro del rock me siguen llamando la atención las canciones, como formato y excusa para comunicar. Cuando no hay una canción a mí hay algo que no me pasa, es difícil de explicar.

¿Qué proyecto tienen con la vuelta de Jaime, si es que hay alguno? ¿Hay temas nuevos o la idea de grabar un nuevo disco?
Juan: Llegar cuerdos al 12 de diciembre.
Sebastián: La verdad es que no tenemos mucho tiempo para juntarnos y nos dedicamos mucho más a la música que a charlar. Sabemos que con los shows se cierra este ciclo interno de reencontrarnos entre nosotros y con las canciones. Veremos después del show cómo lo sentimos. Y si llegáramos a seguir, seguro sería porque aparecen canciones nuevas. Ya veremos…
Nicolás: El proyecto de acá a fin de año es seguir disfrutando de los ensayos y dar los mejores shows que podamos en La Trastienda. Con eso por ahora alcanza, después vemos.

Jaime Sin Tierra
En vivo el martes 12 y el miércoles 13 en La Trastienda (Balcarce 460, CABA).

> facebook.com/somosjaimesintierra

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