Joel Kinnaman pone el cuerpo en Altered Carbon

El actor sueco encarna a un Sherlock Holmes futurista y musculoso en Altered Carbon, la ambiciosa serie de Netflix sobre el transhumanismo. Entrevista.

Los Inrockuptibles
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7 min readFeb 28, 2018

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Por Bruno Deruisseau

Con su metro ochenta y nueve de alto, Joel Kinnaman está a punto de hacerse un lugar entre los actores más atractivos y esculturales que dominan el cine de acción norteamericano por estos días. A los 39 años, el intérprete ya pasó por The Killing, House of Cards y hasta por Suicide Squad (2016). Y ahora RoboCop (2014) se mete en la piel de Kovacs, un superguerrero del futuro cuya alma (stack, en inglés) fue transplantada a otro cuerpo (sleeve) para resolver la muerte de un propietario inmobiliario rico. Bienvenidos al mundo del transhumanismo con este Sherlock Holmes futurista y musculoso.

ENTREVISTA> Si tuvieras que quedarte con un único recuerdo en tu stack, ¿cuál sería?
Creo que me quedaría con el día en el que me aceptaron en la escuela de actuación. Fue, claramente, el día más feliz de mi vida. Cuando descubrí el oficio de actor, mi existencia se transformó. Por fin pude ser yo mismo. Por primera vez, mi vida tuvo sentido. Cuando era más joven, estaba bastante perdido, salía mucho y consumía muchas drogas. No había estudiado nada y cuando descubrí la actuación me dije a mí mismo que por fin podría ser bueno en algo. Pero no estaba seguro de que podría vivir de eso. Es muy difícil ser aceptado en una escuela de actuación en Suecia: de cada doscientos candidatos, sólo se seleccionan diez. Parecía imposible que yo pudiera ser aceptado, por eso se convirtió en la confirmación de que yo había nacido para ser actor.

“Para Altered Carbon tuve por primera vez un período muy largo de preparación para un personaje. Durante seis meses, me entrené cinco horas por día. Iba al gimnasio y practicaba artes marciales.”

¿Creciste en un ambiente orientado hacia lo cultural?
En parte. Mi hermana se convirtió en actriz cuando era muy joven. Era bastante conocida en Suecia. Salía con Daniel Bergman, el hijo de Ingmar. Una vez él estaba grabando una serie y gracias a ella pude obtener un papel. Tenía apenas diez años en ese momento. También miraba películas americanas con mi papá, lo que me ayudaba a interiorizar a mi segunda patria. Pero mis padres no eran verdaderamente entusiastas con respecto al arte en general.

¿Cómo se conocieron?
Mi papá desertó en la Guerra de Vietnam. Primero escapó a Laos, donde vivió durante cinco años. Después se fue para Suecia. Se unió al movimiento antibélico, en el que mi mamá también militaba. Se conocieron en una manifestación.

¿Compartís la postura antibelicista?
Sí, pero sin embargo no soy pacifista. Considero que a veces es necesario utilizar la violencia por una buena causa. Pero también creo que nunca nos cuentan los verdaderos motivos que se esconden en la mayoría de los conflictos armados. Motivos que son, antes que nada, económicos.

Ahora que vivís en Los Ángeles, ¿extrañás Suecia?
Sí, extraño la sinceridad y la honestidad de los suecos, incluso cuando a veces pueden resultar un poco tímidos y fríos. La dureza de las relaciones sociales en Los Ángeles es demasiado. Me encanta LA, aunque me llevó un tiempo sentirme cómodo. Actualmente vivo en Venice, un barrio playero, mucho más relajado que Hollywood.

¿Qué actores te inspiran?
Vi sus películas un millón de veces, pero cada vez que vuelvo a ver a Marlon Brando aprendo algo. También me gustan los films de cuando De Niro era joven y todos los de Guy Pearce. Daniel Day-Lewis me llama la atención, incluso si no me identifico con su implicación desmesurada en cada papel que hace.

“Cuando era más joven, estaba bastante perdido, salía mucho y consumía muchas drogas. No había estudiado nada y cuando descubrí la actuación me dije a mí mismo que por fin podría ser bueno en algo.”

Filmaste muchas películas de acción. ¿Es tu género favorito?
Como espectador, me inclino de forma natural por las películas de acción. Me mantengo cerca de los proyectos que a mí me gustaría ver como espectador. Pero también me gustan los dramas. Es algo que me gustaría explorar un poco más en el futuro.

¿Te parece interesante la carrera de Ingmar Bergman?
Sí, no vi todas sus películas, pero considero que es un genio. La parte controversial de su obra, sobre todo lo que tiene que ver con la religión, no me impacta mucho porque soy agnóstico, pero aprecio la estética sublime de sus films. Mis favoritos son Persona y Fanny y Alexander. Un poco menos El séptimo sello, que veo un poco como una especie de clase de historia visual.

Lola Versus, donde interpretaste al novio de Greta Gerwig, es tu única comedia. Sin embargo, me parece, a partir de la actitud que tenés en la vida, que te encanta hacer humor. ¿Tenés la impresión de ser un cómico encerrado en el cuerpo de un actor de películas de acción?
Sí, un poco. Me encantaría hacer comedias. Soy extremadamente serio en Altered Carbon, mientras que en la vida cotidiana me gusta bromear bastante. Sin embargo, en The Killing existía una dimensión algo humorística, al menos por momentos. Espero poder experimentar eso en el futuro.

¿En qué medida tus personajes de The Killing, RoboCop y Suicide Squad te ayudaron a preparar a Kovacs en Altered Carbon?
Es cierto que esos papeles tienen muchos puntos en común con el de Kovacs (N. de la R.: hace sucesivamente el papel de un investigador, un ser humano modificado por la ciencia y un militar). Me ayudaron a recorrer un camino que me llevó naturalmente a este papel de Kovacs. Pero lo he llevado a una dimensión superior porque soy capaz de realizar todas las escenas de acción yo mismo. Se trata también de la primera vez que tuve un período muy largo de preparación para un personaje. Durante seis meses, me entrené cinco horas por día. Iba al gimnasio y practicaba artes marciales.

¿Cómo llegaste a Altered Carbon?
La producción me contactó y leí el guion. Ese universo me fascinó, pero al mismo tiempo me hacía preguntarme cómo iba a ser posible llevar a cabo un proyecto tan ambicioso en televisión. Inmediatamente demostraron que los recursos de los que disponíamos correspondían a la ambición que se desprendía del guión.

¿Qué sabías de Blade Runner antes de formar parte de este proyecto?
¡Me encanta esa película! Altered Carbon le debe muchísimo. También me gusta mucho Blade Runner 2049. Para mí, Denis Villeneuve es un genio absoluto. ¡La fotografía de esa película es increíble! Sinceramente espero que Roger Deakins (N. de la R.: el director de cámaras de Blade Runer 2049) gane su primer Oscar por su trabajo en la película. Verdaderamente se lo merece.

¿Molesta la omnipresencia de efectos especiales a la hora de grabar?
No, para nada. Al contrario, me impresionó lo poco que se utilizaron los efectos especiales por computadora. El set de grabación era de un realismo increíble. Yo ya había hecho algunos films de gran producción, pero jamás había visto algo así antes. Era del tamaño de tres canchas de fútbol. Era una verdadera ciudad en miniatura, de tres niveles, con dos puentes, departamentos, pequeños restaurantes donde había gente que cocinaba comida de verdad, vendedores ambulantes, cuatrocientos cincuenta extras que aparecían por todas partes… Y todo eso bajo una lluvia artificial. La inmersión era total.

“El verdadero tema de Altered Carbon es el carácter descartable del cuerpo humano. Describe un universo en el que el sufrimiento pierde al mismo tiempo su sentido.”

La particularidad del rol de Kovacs es que, al igual que un actor hace distintos papeles a lo largo de su carrera, el personaje es interpretado por tres personas distintas. ¿Cómo lograste componer un rol que tiene esta dimensión pluralista en cuanto a la apariencia del personaje?
Tuve la ventaja de tener prioridad. Los otros dos actores que interpretan a Kovacs se basaron en mi forma de actuar, de hablar y de moverme para que la personalidad se vuelva creíble. Tuvimos discusiones muy interesantes entre los tres. Les pedí consejos sobre mi papel. Me parece muy interesante explorar las relaciones entre cuerpo y pensamientos. Los neurólogos ponen cada vez más en duda la idea de que el cerebro concentra toda la inteligencia y que maneja el cuerpo, que no es más que un medio despojado de toda inteligencia. Esto quiere decir que si mi stack fuera trasplantado a una sleeve distinta, yo sería una versión nueva de mí mismo, a causa de mi nuevo cuerpo.

¿La visión futurista de Altered Carbon te parece realista?
Creo que los cambios futuristas propuestos por la serie podrían aparecer más rápido de lo que imaginamos. La tecnología avanza muy rápido. El transhumanismo es algo contra lo que no se puede luchar, ya está en marcha.

Otra particularidad de Altered Carbon es su visión tan cruda de la desnudez asociada a la violencia. ¿Te da miedo que esta idea termine disgustando al público, por ser complaciente con esta postura y hasta misógina desde este punto de vista?
Creo que la serie es bastante igualitaria en términos de repartición de la violencia y de la desnudez. Hombres y mujeres son asesinados por la misma causa con la misma regularidad. El verdadero tema de Altered Carbon es justamente el carácter descartable del cuerpo humano. Describe un universo en el que el sufrimiento pierde al mismo tiempo su sentido.

¿Si pudieras cambiar de sleeve, qué cuerpo elegirías?
Si pudiera elegir, me gustaría transferir mi alma al cuerpo de LeBron James. Sus capacidades físicas y su altura me impresionan.

Altered Carbon
Temporada 1
(Netflix)

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