La década perdida

Cómo armar una fiesta deslucida, con apuros inexplicables en las presentaciones, ternas absurdas, shows incómodos y sin el cariño que los artistas merecen, sea Barilari, Marcelo Moura, Falú o Mattioli hijo. En los Premios Gardel de anoche el ex Virus agradeció el premio (Mejor Álbum Grupo Pop: Marcelo Moura-Ale Sergi por Choque) recordándole a la industria que en 34 años de carrera jamás estuvo nominado a nada. Ganó un Gardel por un disco que no se compara a lo peor de Virus. De lo nuevo, de lo que hace años vemos en el Emergente, Ciudad Alterna, Outlets de Radio Universidad de La Plata, Festi Pulentas, Nicetos, Ultra Bar, nada. Ni Perros, ni diablos, ni Peces, ni Elásticos, ni Colemans, ni Vagos, ni Motorizados, nada. En diez años, los que tardó Illya Kuryaki en volver y ganarse casi todos los premios, para CAPIF no sucedió mucho. Incómodos, a los artistas se los notaba incómodos, sin saber bien por dónde debían salir o entrar, hasta la Princecita Karina no regaló una sonrisa en toda la noche. Adrián Dárgelos, rey de la palabra, quedó como un alfeñique equivocado presentando un premio que jamás pensó en dar. Urgente, que no desaparezca la industria, pero que se les note un poco de cariño. / Ariel Valeri

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